Debutaba el Chelsea en la Capital One Cup 2015-2016 apenas ocho meses después de haberse proclamado campeón de dicha competición en su edición anterior, cuando se impusieron en Wembley por 2-0 al Tottenham Hotspur.

Bien es cierto que los de José Mourinho no llegaban en su mejor momento, como también lo es que el emparejamiento no fue amable con los blues. Y es que ya se sabe que visitar el Britannia Stadium de Stoke-on-Trent no suele ser un desplazamiento placentero. A pesar de ello, el cuadro londinense y su cada día más discutido técnico tenían por delante un encuentro en el que intentar enderezar el rumbo antes de la visita –importantísima– del próximo fin de semana del Liverpool a Stamford Bridge.

Con rotaciones, pero en serio

Como es habitual en las primeras rondas de los torneos del KO, ambos mánagers dispusieron sobre el terreno de juego lo que, a su juicio, era la mezcla perfecta para dar minutos a los menos habituales sin perder la competitividad de su escuadra.

Así, vimos en las filas rojiblancas a los casi indiscutibles Jack Butland, Glenn Whelan, Charlie Adam, Mame Biram Diouf o Marko Arnautovic rodeados de actores secundarios –al menos hasta el momento– como Phil Bardsley, Jonathan Walters o Ibrahim Afellay. En el conjunto visitante alternaban nombres como Willian, Eden Hazard o Diego Costa con otros menos usados como Obi Mikel, Baba Rahman o Ramires.

Butland mantiene al Stoke y ejecuta al Chelsea

Se adelantó el Stoke City en el minuto 52 por medio del internacional irlandés Jonathan Walters, siempre trabajador y cumplidor, y aguantó las acometidas de un Chelsea necesitado. Claro, que resistir es siempre más fácil si tienes como guardameta a alguien como Jack Butland quien, una vez más, confirmó que es más que una realidad y que, como reclaman los aficionados de Stoke-on-Trent, no sería descartable que se adueñara de la portería de los Three Lions.

Ya en el tiempo de descuento, y cuando la hinchada local presente en las gradas del Britannia Stadium ya podía tocar con los dedos la clasificación para los Cuartos de Final, Loic Remy –que había sustituido por lesión a Diego Costa en la primera mitad– iba a anotar el tanto del empate que hundía a los rojiblancos y que alargaba la vida de los blues por, al menos, 30 minutos más.

Unos segundos más tarde, el Stoke City iba a recibir un nuevo mazazo: Phil Bardsley recibía su segunda tarjeta amarilla de la noche y los potters tendrían que disputar toda la prórroga en inferioridad numérica.

Lejos de hundirse, y amparados en el ya mencionado Jack Butland y en su capitán, un Ryan Shawcross que hacía su debut oficial esta temporada después de recuperarse de su lesión, los pupilos de Mark Hughes aguantaron como jabatos hasta conseguir que el partido tuviera que decidirse desde el punto de penalti.

Diego Costa tuvo que ser sustituido. Foto: Mirror

Charlie Adam, Willian, Odemwingie, Oscar, Shaqiri, Remy, Wilson, Zouma y Arnautovic anotaron para sus respectivos equipos en una serie de nueve penaltis sin fallo, lo que dejó a Eden Hazard con la máxima responsabilidad de la noche: o anotaba, o el Chelsea estaba fuera.

La estrella belga, que como su club o su entrenador no está teniendo su mejor año, se dispuso a enterrar los fantasmas y a hacer que el cuero besara la red para alargar la tanda pero, en vez de encontrar las mallas, el esférico se topó con un imperial Jack Butland que redondeó su magnífica actuación deteniendo el penalti decisivo ante el actual campeón.

Butland, héroe una vez más. Foto: BBC / Getty Images

El Stoke City ya está en cuartos de final de la Capital One Cup y ya espera rival para seguir soñando. El Chelsea se despide a las primeras de cambio y suma nuevas dudas y más presión antes de la trascendental visita a Liverpool del próximo fin de semana. Klopp y su Liverpool evaluarán la resistencia de Mourinho.