New York Red Bulls consiguió el pase a la final de conferencia en un partido en el que los DC United fueron superiores, pero el buen planteamiento defensivo de los locales les llevó a aguantar el resultado y en los minutos finales, conseguir la victoria. Durante la primera parte, los ‘taurinos’ tuvieron un o minutos en los que dominaron a su rival, pero poco a poco, cedieron el balón a estos. Fue ya en los minutos finales, en un par de contras peligrosas, cuando los New York lograron la victoria definitiva.

Cambio de roles

Los New York Red Bulls salieron con claras intenciones de no dejar ninguna oportunidad a su rival de disputarle la eliminatoria. Y en los primeros minutos contaron con una clara ocasión de adelantarse en el marcador en una jugada de estrategia en un córner, en la que Grella, libre de marca logró disparar a puerta pero el balón fue rechazado por la escuadra.

Tras esta clara ocasión, los locales continuaron su dominio del juego, con un centro del campo que estaba siendo superior en la circulación del balón y en la presión. Esto obligó a los DC United en los primeros minutos, a tener que buscar desplazamientos en largo para poder llegar a campo contrario y sacar unos metros al equipo.

Poco a poco los visitantes estaban consiguiendo salir de su campo, gracias sobre todo a que conseguían tener mayor posesión de la pelota. Pero esta posesión era muy estática ya que no conseguían tener la profundidad necesaria para llegar a portería rival.

La primera llegada peligrosa de de los capitalinos llegó en el minutos 25, en la primera acción que lograron tener profundidad. Un contraataque en el que Espíndola centró un balón desde la banda al punto de penalti, pero a Rolfe le faltaron metros para empujar la bola.

Mediada la primera parte, los ‘taurinos’ no conseguían tener la fluidez en su juego, debido a la buena defensa que estaba realizando su rival. Los DC United juntaban sus dos líneas de cuatro jugadores muy cerca del área, lo que provocaba que los locales no tuvieran profundidad. Mientras tanto, las acciones de los ‘capitalinos’ eran muy claras ya que dejaban a sus dos delanteros muy descolgados, para buscar balones en largo hacia ellos y tratar de sorprender con una segunda jugada con los extremos.

Cuando el partido superó la primera media hora, las ocasiones comenzaron a aparecer en un área y en otra, siendo los visitantes los que contaron con las más peligrosas. La velocidad de juego aumentó para ambos, provocando que en muchas de estas ocasiones, las defensas estuvieran mal posicionadas.

En los minutos anteriores al descanso, los dos equipos disminuyeron la intensidad del juego, buscando sobre todo no cometer errores que les llevaran a encajar un gol que les trastocara los planes. Por lo que con esto llegó el partido al final de los primeros 45 minutos con empate a cero.

Sin premio

La segunda parte tuvo un comienzo muy entretenido con llegadas en ambas porterías. La primera de ellas fue una falta lateral de Espíndola que Saborio no llegó a rematar por escasa distancia. La seriedad defensiva de los primeros minutos del encuentro había desparecido, y ahora era el juego ofensivo el que cobraba mayor importancia.

Antes de que se cumplieran los diez primeros minutos de la segunda mitad, Ronald Zubar tuvo una gran ocasión de anotar. El central de los neoyorkinos consiguió rematar un a falta lateral de Kljestan pero el balón salió muy por encima del larguero. Tras esta acción, los visitantes aumentaron la intensidad en el juego, apoyado sobre todo por el gran partido que estaban realizando sus jugadores del centro del campo.

Cuando mejor estaba el equipo visitante, una jugada aislada de los Red Bulls, estuvo a punto de dar ventaja a estos. Un cambio de orientación de McCarty a Kljestan, dejó a este último en buena posición de macar, pero su disparo a la escuadra fue despejado de manera magistral por Hamid.

Mediada la segunda parte, los entrenadores de ambos equipos comenzaron a realizar sus cambios, pero sin apenas variantes posicionales. Ya que los jugadores que entraron, lo hacían en la misma posición que los que salieron.

Sorprendente manera, el partido había pasado a ser algo totalmente diferente a lo esperado. Eran los DC United los que llevaban la iniciativa en el juego, mientras que los locales trataban de aprovechar la velocidad de sus puntas, para con transiciones rápidas, sorprender a su rival.

A menos de diez minutos para el final, el entrenador de New York se vio obligado a realizar un cambio a causa de la lesión del recién incorporado al campo Shaun Wright-Phillips. Este cambio, con una serie de faltas, detuvo el ritmo de partido durante unos minutos, lo que perjudicaba a los visitantes, que se encontraban a un gol de mandar el partido a la prórroga.

En los minutos finales, los DC United se volcaron en el ataque, encerrando a su rival en campo propio, sin dejarle apenas oportunidades de poder salir al ataque. En una de las pocas ocasiones en las que lograron llegar a portería rival, Wright-Phillips tuvo en sus botas el gol que daba a su equipo el pase a la final, pero Bill Hamid volvió a detener el disparo.

Y en el tiempo de descuento, Bradley Wright-Whillips logró acertar esta vez con la ocasión. En otra de las últimas contras, el delantero inglés recibió un balón de Verón que le dejaba sólo frente a Hamid. Tras deshacerse del portero con un gran regate, marcó a portería vacía, dando el pase definitivo a su equipo para la Final de Conferencia Este.