Trinidad y Tobago consiguió un resultado positivo como local en uno de los partidos más difíciles de la fase de clasificación. El empate sin goles ante la difícil selección de Estados Unidos es una victoria para el conjunto caribeño que tuvo muchas posibilidades de ganar con las ocasiones que tuvo en la primera parte. Los estadounidenses fueron los dominantes de la segunda parte, pero sus delanteros tampoco estuvieron acertados.
Poca puntería trinitense
El conjunto trinitense tuvo un gran inicio de partido, ya que antes de que se cumpliera el primer minuto Kenwyne Jones puso un balón puso un centro al borde del área que Joevin Jones no consiguió rematar a portería. Tras esta ocasión el balón pasó a estar dividido con los dos equipos que mantenían la línea defensiva muy adelantada, lo que beneficiaba un juego rápido y con mucha profundidad.
Poco a poco, estos minutos de alternancia pasaron a ser de dominio de los caribeños, que se hicieron con la posesión del balón, buscando le peligro con jugadas muy elaboradas. Antes de que se cumpliera el minuto 15, Kenwyne Jones se hizo con un balón en el borde del área y con tiempo para controlar y tirar, disparó a puerta y este se marchó ligeramente fuera de la portería, volviendo a meter miedo en la selección estadounidense.
Los USMNT no conseguían encontrar la manera de llevar peligro sobre la portería local, debido a que el repliegue intensivo que estos realizaban, dejaban pocos espacios que sus delanteros pudiesen aprovechar. Poco a poco y mediada la primera parte los de Klinsmann lograron mayor presencia en el partido, coincidiendo con el posicionamiento de Bradley unos metros más retrasado.
La acción más peligrosa para el combinado de las barras y estrellas llegó a la media hora de partido cuando Zardes estuvo a punto de llegar a un centro de Altidore, que le hubiera dejado en claras opciones de marcar. En la siguiente jugada fueron los trinitenses los que llevaron peligro sobre la portería del retornado Howard, pero los delanteros no estaban muy acertados.
La selección de Trinidad y Tobago continuaba siendo el equipo que llevaba la batuta del encuentro, pero la profundidad de sus acciones no fue la misma que en los primeros minutos del encuentro. Los estadounidenses continuaron son ese juego poco efectivo en el que no lograban conectar con los delanteros. La presión a la que los locales les tenían
Sin recompensa del gol
La segunda mitad tuvo un inicio muy semejante al de la primera mitad, con los dos equipos volcados al ataque. Pero esta vez fueron los estadounidenses los que contaron con la primera ocasión, con un balón que Altidore centró al área pequeña y Zardes remató del cabeza al larguero. Pero poco a poco los visitantes fueron llegando con más y más peligro sobre la portería contraria.
Los locales volvieron poco a poco a entrar en la dinámica del encuentro en la que habían desaparecido, después de los primeros minutos de monólogo estadounidense. Pero la frescura en las acciones mostrada durante la primera mitad no apareció en este tramo de encuentro. Esto se vio acrecentado también por el retraso de líneas de los trinitenses, que colocaron al equipo a escasos metros del borde del área.
El partido fue cogiendo más ritmo a cada minuto que pasaba ya que ambos conjuntos se fueron despreocupando de la defensa, volcando todo su ímpetu en la necesidad de anotar un gol. Zardes estuvo a punto de conseguir anotar, pero su disparo se marchó alejado.
Los dos seleccionadores comenzaron a dar entrada a jugadores de refresco, que les dieran algo diferente a los que se estaba viendo sobre el campo. Siendo Nagbe el que mayor diferencia demostró, ya que desde su entrada estuvo muy activo, logrando varias acciones peligrosas por su banda.
En los minutos siguientes el ritmo del partido varió levemente y los dos conjuntos volvieron a disputarse el balón, pero con diferente finalidad. Mientras que los locales buscaban una circulación de balón con poca profundidad, en la que sólo trataban de aprovecharse de desplazamientos en largo a los delanteros. Los USMNT continuaron su asedio sobre la meta de Williams, pero sus delanteros no conseguían superar la última línea de presión del rival.
En los minutos finales del encuentro, ninguno de los dos equipos dio un paso adelante para conseguir anotar el gol que les diera los tres puntos y el partido finalizó con el resultado de cero a cero, dando a ambos por contentos.