La vida de Jamie Richard Vardy nunca ha sido fácil. El fútbol ha sido la válvula de escape del delantero inglés, y pensar en que podría haber deparado su existencia sin el deporte rey nos lleva a paradigmas inciertos y peligrosos.

Los inicios nunca son fáciles

Parece que el prototipo de jugador con poca clase, que se ha tenido que ganar su puesto con sudor y esfuerzo desde equipos que son desconocidos para el gran público, cada vez está más en desuso. Jamie Vardy va en contra de la desaparición de este tipo de jugador, y es que los inicios del ariete inglés no podían ser más modestos: Stocksbridge Park Steels Football Club. Este extraño conjunto milita en el octavo escalón del futbol inglés. ¿Alguien se imagina un jugador del Real Betis o del Celta, que con 17 años estuviera jugando en tercera regional? Parece que estas historias que nos acercan al fútbol más humano sólo suceden en Inglaterra.

Vardy en séptima division. | Foto: Yorkshirepost

No obstante, antes de debutar en un primer equipo, Jamie jugaba en el Sheffield Wednesday, equipo que lo echó cuando sólo tenía 16 años. Por ello comentó a la BBC: “Era demasiado pequeño y decidieron no contar conmigo". Entonces, Vardy decidió dejar aparcado el fútbol y acabó ingresando en la cárcel por diversos altercados. Su vuelta a los terrenos de juego conlleva un condicionante: una tobillera electrónica.

A lo largo de tres temporadas, Vardy militó en el Stocksbridge, dónde cobraba 30 libras semanales. Durante ese periodo, Jamie realizó unas pruebas en el Crewe Alexandra, equipo que finalmente rechazó su fichaje. Los incidentes por los que acabó en la cárcel propiciaron un toque de queda en la vida de Vardy, que no podía estar fuera de casa más tarde de las 18:30.

Una vez superados todos los problemas, en la campaña 2010, decidió marcharse al Halifax United, de tan sólo una categoría superior. Allí causó un gran impacto y fue uno de los héroes del ascenso del equipo de West Yorkshire, con la consecución de la Nothern Premier League, el primer título de Vardy. El delantero inglés fue el pichichi del equipo con 24 goles, pero se quedó a once del máximo anotador de la competición, Ross Hannah. Aún así, Jamie fue elegido “Player of the Year” y este galardón le valió su traspaso al Fleetwood Town.

Vardy celebra un gol con el Fleetwood Town. | Foto: Talksport

El conjunto que juega sus partidos en Highbury, no confundir con el antiguo estadio del Arsenal, pagó 150.000 libras por los servicios de Vardy, lo cual sería el sueldo de 5000 semanas en el Stocksbridge. Jamie se salió en la primera, y única, temporada en el Fleetwood Town y anotó 31 goles en 36 partidos, lo cual ayudó al equipo del condado de Lancashire a conquistar la Conference Premier (quinto nivel del sistema piramidal inglés de divisiones). La humildad de los Vardy se refleja en una curiosa anécdota: el chairman del Fleetwood Town invitó a Jamie y su padre a una cena en un restaurante, totalmente gratis. Para su padre esto parecía totalmente impensable, y le dijo a su hijo: “¡Maldita sea Jamie, debiste hacer algo muy bueno!”

Leicester, un nuevo hogar

Los goles terminaron con el romanticismo de las Non-League Division para Vardy. Tras dos temporadas como “Player of the Year” en las dos divisiones en las que jugó, Nigel Pearson, manager del Leicester City, contrató al delantero por un millón de libras, una cifra record de traspaso por un jugador procedente de ligas no profesionales.

Parecía que la presión empezaba a apoderarse del nuevo jugador fox. En la primera temporada sólo anotó cuatro goles en 24 partidos. Los hombres de Pearson tuvieron la miel en los labios. El Watford les apeó de la final por el ascenso en una jugada que se convirtió en fenómeno viral. Parecía imposible que se escapara el partido por la Premier en Wembley, pero en los minutos de descuento Anthony Knockaert, jugador del Leicester, falló un penalti, y Troy Deeney anotó para el Watford en el contraataque, lo cual denegó el ascenso de los zorros.

Sin embargo, el delantero inglés fue uno de los hombres claves en la campaña 2013-2014 en la que el Leicester City consiguió el ascenso de forma solvente. Los números del inglés se elevaron a 37 partidos y 16 dianas.

El Leicester, con Vardy a la cabeza: campeón de la Championship. | Foto: BBC

Debut en la Premier

Sólo cinco años después de estar en el Halifax Town de la séptima división, Jamie Vardy iba a debutar en la Premier League. Su debut en el King Power Stadium se saldó con un empate a 2 ante el Everton de Roberto Martínez, con doblete de Leo Ulloa. El gol de Vardy aún debía esperar, concretamente hasta la quinta jornada del campeonato liguero.

Pongámonos en situación: 21 de septiembre de 2014, King Power Stadium, 14:30. En ese preciso instante comienza el partido entre el Leicester City y el Manchester United. A los 16 minutos de encuentro todo parece sentenciado con un 0-2. Sólo un minuto después del tanto de los red devils, Vardy gana el cuerpo a cuerpo ante Rafael y sirve un centro medido a la cabeza de Ulloa que recorta diferencias. Después de la reanudación, Ander parece volver a matar el partido con el 1-3, pero Vardy gana la enésima lucha con Rafael y provoca el inocente penalti del brasileño que acabaría transformando Nugent. Dos minutos más tarde, Vardy controla un balón en el interior del área y lo deja muerto para que Cambiasso marque el empate. Nadie se podía creer lo que estaba pasando en el King Power Stadium. Pero el partido no había terminado, y en el minuto 79 Jamie Vardy se encuentra en un mano a mano ante David de Gea. El inglés levanta la cabeza y ante la salida del guardameta del Manchester define con el interior de la bota derecha al fondo de las mallas. La locura se desata en el estadio del Leicester mientras Vardy corre hacía el banderín de córner y se lanza de rodillas frente a sus aficionados. Los foxes estaban ofreciendo una de las tardes de mayor espectáculo de los últimos años en la Premier League, y Vardy acabó redondeando el encuentro con una fantástica conducción que acabó con el penalti y la expulsión del joven Blackett. Ulloa acabaría firmando el 5-3 definitivo en una tarde de ensueño. La tarde en la que Jamie Vardy, con dos asistencias, dos penaltis provocados y un gol, se mostraría ante el panorama internacional.

El punta inglés acabaría la temporada con cinco goles, pero lo más importante fue la salvación. Cuando el Leicester estaba sumido en una profunda depresión, el equipo supo sobreponerse a los problemas y ganar cinco de los últimos partidos para salir del descenso. El talento de Vardy salió a relucir en estos encuentros, de la misma forma que lo hizo contra el United, y la mirada de Hodgson no lo pasó por alto. El seleccionador inglés se detuvo mirando a un delantero macarra de Leicester.

Internacionalidades y estrellato

El 7 de junio de 2015, en un partido amistoso frente a la República de Irlanda, se cumplió el mayor de los sueños de Jamie Vardy: debutar con los pross. Además lo hizo sustituyendo al eterno capitán de la selección, Wayne Rooney. Posteriormente, el 30 de agosto, Vardy debutó en partido oficial en la victoria por 6-0 ante San Marino.

Ahora mismo se postula como uno de los favoritos para ir a la Eurocopa 2016, como no podía ser de otra manera. En la cita que se disputará en Francia no parece que tenga demasiados números para partir como titular, pero como dice Ian Wright, quién tuvo una historia parecida a la de Vardy, el delantero del Leicester se podría convertir en el nuevo Salvatore Schillaci. Este delantero italiano se hizo famoso por ser el suplente de la selección azzura en la Copa del Mundo de 1990 en la que acabó como máximo goleador.

Vardy ya es pross. | Foto: Sport

Ni el dinero ni la fama han cambiado el comportamiento de Vardy. Este pasado verano volvió a saltar a la palestra cuando se filtró un video en el que llama “Jap”, un término despectivo utilizado por los ingleses, a un japonés. No obstante, el jugador del Leicester se arrepintió de forma pública: “Estoy arrepentido, pido perdón de corazón por lo que dije. Asumo todas las responsabilidades.”

Sin embargo, parece que ningún motivo extradeportivo puede molestar a Jamie Vardy. Su arranque en la Premier League lo ha llevado a situarse como Top Scorer de la competición y número 5 en la carrera por la Bota de Oro. Es algo pronto para aventurarse a pensar en títulos de tal calibre, pero ¿Quién esperaba que un jugador del Leicester anotara en nueve jornadas consecutivas? Ahora mismo, Vardy está a sólo un tanto de igualar el record de Ruud Van Nistelrooy en su época como jugador del United, el mismo equipo que llevó a Jamie Vardy al estrellato.

Como si de una historia hollywoodiense se tratase, Vardy salió de las catacumbas del fútbol inglés y actualmente es el hombre de moda en el continente europeo. El delantero inglés no es un rematador al uso, sino que se caracteriza por su gran velocidad y su olfato goleador. Además posee variedad de recursos para anotar: dos tantos en sendos partidos ante el Southampton y el Arsenal demuestran su sobriedad al definir con el interior del pie, el West Brom sufrió la asociación que realiza con el algeriano Riyad Mahrez y Vardy anotó tras correr en solitario desde el centro del campo, de nuevo el Southampton, encajó un gol de cabeza de Jamie, y el Crystal Palace probó su versión más sutil con una suave vaselina que batió a Hennessey.

Nadie podía esperar lo que le sucedió a Jamie Vardy, incluso a él le cuesta creerselo, pero se muestra muy orgulloso por llegar a dónde ha llegado: "Lo mejor de ser un jugador de la Premier League es no tener que levantarme a las siete de la mañana. No extraño tener que comer en las estaciones de servicio de las autopistas tampoco.”

En la actualidad, el delantero inglés cobra 45.000 libras semanales, multiplicando por 1500 el sueldo que cobraba cuando empezó en el futbol amateur. La vida ha cambiado para Vardy, pero Jamie nunca dejará de ser el delantero macarra de la Premier.