Las rotaciones de Paulo Sousa le pasaron facturan finalmente a la Fiorentina, que empató un partido que a priori debía haber ganado. El Empoli se comió al conjunto viola en la primera parte y se marchó al descanso ganando 0-2 gracias a los goles de Livaja y Büchel. Tras la reanudación, la Fiorentina reaccionó y consiguió igualar un partido que se le había puesto cuesta arriba gracias al doblete de Kalinić.

Muchas rotaciones en la Fiorentina

Con jugadores como Babacar, Rebić, Mario Suárez o Matías Fernández, a menudo suplentes en el equipo del Artemio Franchi, Paulo Sousa quiso dar descanso a sus jugadores más habituales de cara al determinante partido de los violas en el campo del Basilea en la Europa League. Sin embargo, el Empoli no llegaba al derbi toscano para pasar el rato y le hizo pagar muy caro al entrenador portugués las rotaciones. Además de estas rotaciones, los violas salieron sin su esquema habitual y jugaron todo el primer tiempo con cuatro defensas.

Livaja confirma el dominio del Empoli

El primer tiempo fue para el Empoli de principio a fin. Los de Marco Giampaolo dominaron todos los aspectos del juego y fueron muy superiores a los violas. La Fiorentina se partía y el Empoli comenzó a llegar con mucha facilidad. Con la magia de Saponara y la veteranía de Maccarone, los de Giampaolo pusieron en serios apuros a la defensa viola. Y con tan solo 18 minutos jugados, llegaba el primero del Empoli. Saponara filtraba un pase magistral a Livaja para que el futbolista croata se sacase un zapatazo a la escuadra y pusiese el 0-1 en el Artemio Franchi.

La Fiorentina, desconocida hasta el momento, intentó hacerse con el balón, pero el cuadro azzurro no le dejó. El Empoli presionaba muy arriba a los violas y no dejaba que los de Paulo Sousa sacasen el balón a gusto, lo que unido a la intensidad de los chicos de Marco Giampaolo hacía que la Fiorentina se pusiese nerviosa.

Büchel hace justicia con el 0-2

El Empoli siguió dominando el partido y consiguió hacer el segundo. Büchel recogía un rebote en el borde del área y soltaba un latigazo al palo largo, imposible para Tătărușanu, que hizo la estatua. Tan solo se habían jugado treinta minutos de partido y la Fiorentina ya perdía 0-2 en su propio estadio en el derbi toscano. El primer tiempo llegaba a su fin y la Fiorentina debía cambiar las cosas para seguir liderando la Serie A después de la victoria del Nápoles.

Y así pasó. Paulo Sousa decidió reestructurar el sistema táctico de su equipo y pasó a jugar con una defensa de tres. En el descanso Rebić, que había estado pésimo, dejaba su sitio a Bernardeschi y Kalinić salía en detrimento de Mario Suárez. El entrenador portugués adelantaba la posición de Marcos Alonso y ponía al español y a Bernardeschi por las bandas.

Kalinić ratifica la reacción viola

La reacción viola no tardó en llegar. Además del cambio de sistema, lo más importante sería la entrada de Kalinić. Antes del asedio viola, Zieliński pudo sentenciar el partido, pero Tătărușanu sacaba una mano providencial. Pero a partir de ese momento todo cambió. De hecho, en la siguiente jugada llegaba el 1-2. Marcos Alonso centraba de manera magistral al área y Kalinić cabeceaba a gol haciendo imposible la estirada de Skorupski.

Y tan solo cinco minutos después llegaba el empate viola. Bernardeschi pasaba el balón a Babacar a la espalda de la defensa del Empoli y el camerunés la centraba rasa para que otra vez Kalinić llegase y marcase. La Fiorentina estaba acorralando al Empoli en su propia área, pero los de Marco Giampaolo tiraron de orgullo y se echaron de nuevo hacia delante a presionar a los violas. Sin embargo, esto no surtió efecto, ya que estuvo más cerca el 3-2 cuando Kalinić soltaba un latigazo tras un centro de Tomović y el balón se marchaba repelido por el larguero.

Un paso atrás para la Fiorentina

Al igual que todo el partido, los últimos minutos de partido fueron apasionantes. Ya en el descuento Livaja la tuvo para darle la victoria al Empoli, pero justo después Kalinić y Vecino también pudieron poner el 3-2 para la Fiorentina. El derbi toscano no dejó indiferente a nadie. Los violas, en comparación con el Empoli, se marcharon del Artemio Franchi con un sabor agridulce, ya que el empate hace que no puedan dormir líderes esta jornada.