El partido comenzó con dominio del Inter que tenía la pelota y que trataba de llegar a la portería rival combinando, ante un Frosinone que se mantenía replegado en su campo y que esperaba a recuperar el balón para salir a la contra. El conjunto local controlaba el partido, aunque el cuadro de Stellone estaba encontrando espacios en la zona derecha de la defensa del Inter cuando buscaba a Nicolás Castillo en largo. Pese a que tiene más calidad, el cuadro de Mancini sufrió en los primeros minutos para sacar la pelota cuando Kondogbia se incrustaba entre los centrales, aunque cuando llegaba en campo rival y Jovetic entraba en contacto con el balón, el equipo ganaba en fluidez.

Después del primer cuarto de hora, el conjunto visitante juntó las lineas y el partido se jugó en el centro del campo durante unos minutos, pues no había un dominador claro, y los dos equipos intentaban acercarse a la portería rival cuando la escuadra del sur de Italia estaba jugando en algunos tramos con un único medio centro (Gori) y con un interior más adelantado (Sammarco), cuando el equipo no tenía la pelota. Cuando la recuperaba los dos mediocentros se volvían a juntar en un doble pivote. A la media hora de juego, el ritmo de intensidad estaba siendo muy bajo, a pesar de que el Inter estaba dominando.

El 1-0, llegó después de que Babiany aprovechara un rechace de Leali. Después del gol, el equipo local perdió la continuidad en el juego y el Frosinone empezó a tener más balón, y aunque no creó peligro con él, consiguió descentrar a los Neroazzuro que tenía problemas para lanzar el contrataque en los últimos minutos. El equipo azul celeste estaba presionando al cuadro milanés en cuanto pisaba campo rival para que este no le hiciera replegarse más.

La segunda parte comenzó con un ritmo bajo de intensidad y sin un dominador claro, aunque era el Frosinone el que más ocasiones estaba teniendo. El 2-0, llegó por medio de Icardi que recibió una asistencia de Ljajic desde la línea de fondo, y remató a placer. Después del gol, el Inter recuperó el dominio de la pelota cuando Babiany y Ljajic intercambiaban las posiciones, el primero se posicionaba como extremo, y el ex de la Roma se posicionaba como interior. Mientras que el cuadro de Roberto Stellone trataba de crear peligro atacando con pocos efectivos.

Después del primer cuarto de hora, la escuadra local recuperó el control del partido, que tenía un ritmo muy lento de juego frente a un Frosinone que retrocedió las líneas, y que se volvió a replegar en su campo con dos líneas de cuatro para salir a la contra. Mientras que el Inter estaba encontrando más espacios por las bandas para salir en alguna ocasión en transición rápida, ya que además estaba dominado la pelota y estaba cerrando con tres defensas atrás en un 3-3-2-2, con Jovetic que estaba cayendo mucho en banda, e Icardi pegados. 

Las imprecisiones se apoderaron de los dos equipos en un último tramo del encuentro, en el que el ritmo de intensidad era aún más bajo, y en el que ninguno de los dos equipos conseguía imponer un dominio sólido y continuo, cuando el Inter estaba empezando a salir al contrataque con más continuidad en los últimos minutos en los que marcó dos goles. El 3-0, llegó por medio de Jeison Murillo, que remató con el interior de la pierna derecha ante Leali tras un pase de Jovetic. El 4-0, llegó por medio de Brozovic que remató con la pierna derecha tras una apertura a banda derecha de Ljajic que tiró una diagonal.

Gran victoria del conjunto milanés, que se ha mostrado muy serio en defensa, y que ha sabido concretar en ataque, ante un Frosinone aceptable. Se coloca lider de la liga tras el pinchazo de la Fiorentina.