Después de haber perdido en casa 0-2 contra el AZ Alkmaar, el Vitesse buscaba resarcirse contra un rival en principio sencillo como es el ADO Den Haag. Este, por su parte, era consciente de su precaria situación, peligrosamente cerca del abismo del descenso, y empezaba con las ganas (y necesidad) de arañar puntos como locales.

Los del Vitesse quizás no tuvieron en cuenta el carácter impredecible del equipo de Henk Fräser, capaz en anteriores jornadas de ganarle al Feyenoord, y, sin embargo, tener que conformarse con el empate contra el Cambuur y el De Graafschap. Contra este último, el peor equipo de la liga, la deshonra fue aún peor pues fue en su propio estadio.

Las lesiones de Édouard Duplan y Wilfried Kanon (además de Dylan Nieuwenhuijs, aunque este jugador posea menos presencia en la plantilla) resentían las posibilidades de victoria del equipo de La Haya. Por el otro lado, en la plantilla del Vitesse los lesionados eran Marvelous Nakamba y Nathan Allan de Souza.

Los primeros minutos del encuentro se decantaron, sorprendentemente, para los jugadores del ADO, que se mostraban más agresivos y decididos a la hora de atacar, cogiendo momentáneamente al adversario por sorpresa. Pero la alegría de tomar la iniciativa les duró poco, muy poco, pues apenas seis minutos después del principio del encuentro se produjo el primer gol del encuentro por parte del jugador del Vitesse, Sheran Yeini, que recibió la asistencia de Maikel van der Werff.

A partir de ahí se cambian las tornas y es el equipo visitante el que coge las riendas del partido, presionando en varias ocasiones a la defensa rival, que se mostraba muy pobre. Esta intensidad estuvo a punto de ser recompensada con el gol del 0-2, pues Solanke tuvo en sus pies la oportunidad de mojar en un cara a cara con el portero.

Sin embargo, los de Arnhem pecaron de confianza y perdiendo esa intensidad necesaria para rematar el partido. Ese grave error no fue perdonado y les costó el 1-1 en el minuto 33 por parte de Ruben Schaken, probablemente el jugador más destacado del partido.

Los jugadores de Vitesse necesitaban reaccionar, y por suerte para ellos, lo hicieron. Despertaron de su momentáneo letargo y volvieron al ataque con fructíferos resultados: apenas cinco minutos después del gol de Ruben marcó Kelvin Leerdam a pase de Lewis Baker para poner de nuevo por delante en el marcador al equipo visitante.

Desde ese momento y hasta el descanso el partido quedó dormido. La ineficacia de ambos equipos tanto en ataque como en defensa igualó las cosas, y salvo un par de ocasiones de gol, la tranquilidad fue la característica principal de este intervalo de tiempo del enfrentamiento.

Una vez terminado el descanso y reanudado el partido, la situación cambió: a pesar de que el marcador debía favorecer el estado anímico de los jugadores del Vitesse, fueron los del ADO los que dominaron los primeros minutos de la segunda mitad. Esto se vio recompensado en el minuto 51, cuando Timothy Derijck marcó para los locales el gol del 2-2, empatando el partido con el resultado que sería el resultado final del encuentro.

El resto del partido transcurrió sin muchas incidencias más allá de la tarjeta amarilla al jugador que puso el 1-1, Ruben Schaken, y que fue sustituido en el minuto 88.

De esta forma, el Vitesse perdió aquí la posibilidad de conseguir tres puntos relativamente fáciles contra un rival que, lejos de rendirse de antemano, se mostró en todo momento dispuesto a evitar la derrota, e incluso vencer. Cede así la quinta posición en provecho del NEC Nijmegen, que se sitúa dos puntos por encima al ganar al Utrecht. El ADO, en cambio, consigue un punto que puede acabar siendo vital para escalar posiciones y alejarse del descenso.

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