Buen partido el disputado por Nápoles e Inter en el choque que cerraba la decimocuarta jornada de la Serie A en San Paolo. Ambos equipos llegaban en un gran estado de forma, los napolitanos llegaban al partido como segundos en la clasificación y con una racha de cuatro victorias consecutivas y seis partidos seguidos sin encajar gol. Por su parte los nerazzurri, se presentaban al duelo como líderes y también con cuatro victorias consecutivas. Con todo esto, el partido prometía emoción, y finalmente, la ha habido.
Floja primera parte
El partido comenzaba frenético. Apenas transcurrido el primer minuto de juego, Callejón aprovechaba un fallo defensivo del central Murillo para recuperar la pelota y asistir a Higuaín, que a la media vuelta ponía el 1-0 para los locales. El argentino y sus compañeros celebraban eufóricos el espectacular arranque de partido, mientras San Paolo se venía abajo. Con este inicio, parecía que el partido iba a ser vertiginoso, sin embargo el ritmo fue apagándose conforme iban pasando los minutos del primer tiempo.
En los primeros compases, el juego estuvo dominado por los partenopeos, que superaban en intensidad a los pupilos de Mancini. Además, supieron mover mejor el balón que el Inter, que carecía de la verticalidad del equipo de Sarri. Sin embargo, el partido fue decayendo conforme transcurrían los minutos, y ninguno de los equipos fue capaz de crear ocasiones claras de gol hasta el descanso. Lo más destacado de este tramo de partido, fue la expulsión del lateral zurdo del Inter Nagatomo, que veía la segunda tarjeta amarilla tras una entrada al brasileño Allan. Se le ponía el partido de cara al Nápoles, que se iba al descanso con ventaja en el marcador y con la sensación de ser superior a su rival, que además se quedaba con diez.
Dominio partenopeo
Mancini decidió quitar del terreno de juego a su único delantero, Icardi, para meter a Telles, que se encargaría de ocupar la posición del expulsado Nagatomo. Así, el inicio de la segunda parte fue un calco de lo ocurrido en la primera mitad, un Nápoles con mayor intensidad que presionaba y recuperaba rápido el balón, ante un Inter que se veía incapaz de llegar al área rival. Con algunas llegadas, como un remate de cabeza de Hamsik que blocó sin problemas Handanovic, los azzurri avisaban de lo que minutos más tarde pasaría. Un mal saque de puerta de Handanovic, fue interceptado por Albiol, quien, anticipándose a los centrocampistas nerazzuri, prolongó con la cabeza a la carrera de Higuaín, que aprovechó la mala colocación de los centrales para plantarse delante del portero y colocar el 2-0 con un remate cruzado.
El Inter parecía entregado, pero justo en su peor momento llegó la jugada que pondría la emoción que estaba faltando en el encuentro. Ljalic aprovechó la indecisión de la defensa napolitana para despejar el balón, para acortar distancias mediante un disparo raso ajustado al palo corto ante el que nada pudo hacer Reina. Sin apenas haber hecho nada durante el partido, los de Mancini se metían en el partido, mientras, en la banda, Sarri se enfadaba con sus jugadores por la falta de contundencia en el despeje.
10 minutos vibrantes
Tras el gol, un Nápoles algo cansado cedió espacio y el balón al Inter, que crearía una buena ocasión tras una gran jugada colectiva entre Perisic y Ljalic, pero el pase atrás de este último no encontró rematador. A 10 minutos del final, Mancini decidió incorporar a Jovetic, quien en el último minuto gozaría de una grandísima oportunidad. El tiempo iba pasando, y los nerazzurri no conseguían batir a Reina, quien tuvo una magnífica intervención al anticiparse al remate de Ljalic tras un gran pase de Biabiany.
Por su parte, los partenopeos, otra vez a través de Higuaín, estuvieron a punto de anotar el tercer gol, tras una gran galopada del argentino, que tras irse en velocidad de sus rivales se encontró con una gran parada del meta esloveno Handanovic. El choque había adquirido en los últimos minutos la emoción que se le esperaba, pero fue en el último minuto cuando aconteció lo más frenético de la noche. Sobre el añadido, D'Ambrosio puso un centro lateral que fue rematado por Jovetic al poste, el rechace fue rápidamente recogido otra vez por el lateral, que volvió a poner el balón al área para esta vez encontrar la cabeza de Miranda, que enviaba el esférico otra vez al poste, después del despeje, milagroso, de Pepe Reina.
Con el pitido final, Reina festejaba eufórico los tres puntos que les aupaban al liderato. De esta forma, el Nápoles aventaja en un punto al Inter y además da un paso al frente como favorito para hacerse con el Scudetto, ya que ha ganado a todos los grandes de Italia a los que se ha enfrentado -Lazio, Fiorentina, Juventus, Milan e Inter-, dos de sus jugadores estrella (Higuaín e Insigne) atraviesan un gran momento -en especial el argentino, que con los dos goles de hoy acumula un total de 12 goles- y además, porque Sarri ha conseguido cohesionar al equipo en ataque y en defensa: son el tercer equipo más goleador y el que menos goles recibe.