En marzo de 2008, el Bolton de Iván Campo, Anelka, Gary Speed, Stelios Giannakopoulos (campeón de Europa con Grecia en 2004), Diouf y Kevin Nolan entre otros, alcanzaron los octavos de final de la Copa de la UEFA tras eliminar al Atlético de Madrid. Apenas siete años más tarde, se encuentra al borde de su desaparición, si no como entidad, al menos como club competitivo de las primeras divisiones del fútbol inglés.

Con 14 puntos de 66 posibles en Championship, la situación deportiva del club es alarmante, pero lo peor está ocurriendo fuera de los terrenos de juego, donde el dueño del equipo trata de deshacerse de una entidad a la que ha llevado a la ruina. Los jugadores llevan meses sin cobrar, el entrenador ha añadido un escándalo extradeportivo a la ecuación y los seguidores terminan siendo como siempre los más perjudicados, y ven como un club histórico (fundado en 1874), vive sus peores momentos. El Bolton Wanderers, el club que más años ha estado en la división de oro del fútbol británico sin ganarla (un total de 73 temporadas), se muere.

Kevin Davies celebra su gol ante el Bayern de Munich en la UEFA de 2008. Foto: Telegraph

Bolton Wanderers: los vagabundos de Bolton

La traducción literal del nombre del club viene a explicar 140 años más tarde la situación que viven los aficionados del Bolton, ya no se sienten parte del equipo de sus amores, aquel al que han apoyado en los buenos y en los malos momentos. En sus primeros cuatro años de vida cambiaron en tres ocasiones de sede, circunstancia que les valió el sobrenombre de 'wanderers', nómadas, errantes, vagabundos; que a la larga terminaron por incluir en la razón social.

El Bolton fue fundado en 1874 y fue miembro fundador de la Football LeagueEl deporte rey se vive en el Reino Unido como una verdadera religión, pero especialmente ocurre en el norte del país, donde se da un fenómeno poco conocido en España: la gente apoya al club de la ciudad en la que vive, se encuentre en la división en que se encuentre. Así, el vínculo entre afición y club resulta aún más fuerte, más allá de títulos conseguidos, contratos televisivos o jugadores fichados. El sábado a las tres, es el momento de ir al pub con los amigos y llevar a tu hijo al campo para que comience a sentir también esa conexión intangible con los 11 guerreros que defienden el escudo que amas.

Miembro del club de los doce equipos que formaron la Football League en 1888, el Bolton, se convirtió rápidamente en una de las entidades más importantes de la región de Greater Manchester, y desde el noroeste de Inglaterra se hicieron un nombre a comienzos de los años 20 en los que levantaron el trofeo de campeones de la FA Cup en tres ocasiones, siendo además finalista en otras dos ediciones. La fortaleza de la entidad les hizo superar la conocida como 'la tragedia de Burnden Park', el desastre con mayor número de muertes en un estadio de fútbol hasta lo vivido en Ibrox Park en 1971. 

El 9 de marzo de 1946, con los ingleses tratando de volver a la normalidad tras la guerra, en la primera edición de la FA Cup disputada tras el parón bélico, el Bolton se encontró con el Stoke City en semifinales y una sobre excitada ciudad se paralizó para presenciar el partido. Hasta en 85000 personas se estima que se sobre pasó el aforo máximo del estadio, con gente saltando las vallas de seguridad, y obligando a los espectadores con entrada a saltar al campo para evitar el aplastamiento. En esas circunstancias, 33 personas perdieron la vida y otras 400 terminaron gravemente heridas en uno de los días más negros del fútbol británico.

Burnden Park, el día de la tragedia donde 33 personas perdieron la vida. Foto: Dvi-forensic

Tras la tragedia, el club vivió otros 40 años de insignificancia y nimiedad futbolística, sufriendo varios descensos y encadenando temporadas sin apenas éxitos deportivos. Fue en aquellas campañas, disputando muy diferentes divisiones cuando desarrollarían sus rivalidades más importantes, ante sus vecinos del Bury y Blackburn Rovers.

Cambio de estadio, vuelta a la grandeza

Tras las múltiples catástrofes en los estadios con espectadores en tribunas de pie, en 1992 la decisión de hacer todos los recintos completamente de asientos, hizo que la directiva del Bolton no contemplase como una opción viable remodelar el viejo Burnden Park. Una novedosa forma en aquellos años de financiar semejante proyecto, fue vender el 'alma' del club a las multinacionales, firmando un lucrativo acuerdo con Reebok por el patrocinio de las camisetas y el nombre del estadio. Durante 22 años, la firma creada en Bolton esponsorizó los uniformes del equipo, y en 18 temporadas, el hogar de los trotters fue el Reebok Stadium, en un nuevo y moderno complejo con capacidad para 23000 espectadores que volvió a situar la reputación de la entidad a la vanguardia del deporte inglés. Con el ascenso de nuevo a la Premier League en 1995, grandes nombres comenzaron a engrosas las filas de los wanderers aunque nunca fue suficiente para establecerse de manera definitiva en la máxima categoría. 

Allardyce consiguió en la temporada 2004/05 la sexta posición que les clasificó para la Copa de la UEFAUna decisión casi tan importante como la del patrocinio del estadio fue sin duda el nombramiento de Sam Allardyce como entrenador en 1999, firmando un contrato por diez años. 'Big Sam' se hizo cargo del equipo en octubre de 1999 y de su mano alcanzaron las semifinales de nuevo de la FA Cup, consiguiendo tres ascensos a la Premier hasta ser capaces de permanecer en ella de manera definitiva. Además el club alcanzó su primera final en décadas, la de la Copa de la Liga, en la que cayeron derrotados por el Middlesbrough. En la temporada 2004/05 el equipo consiguió su mejor clasificación histórica, sextos en la tabla a tan solo un punto del Liverpool, campeón ese año de la Champions League. Esa sexta posición les sirvió para, por primera vez en su historia, clasificarse para competiciones europeas.

Allardyce con Anelka el día de su presentación. Foto: The Sun

En su primera temporada en Europa, el Bolton consiguió superar la fase de grupos aunque resultaron eliminados en la primera ronda a doble partido ante el Olympique Marsella. En la Premier League lograron terminar octavos, volviendo a alcanzar la clasificación para la Copa de la UEFA la temporada siguiente, en el que sería uno de las mejores momentos en la memoria del aficionado trotter. Tras la marcha de Allardyce en busca de trofeos, Sammy Lee primero y Gary Megson después se hicieron cargo del equipo. Encuadrados en un grupo con el Bayern Munich y el SC Braga, los de Allardyce pasaron de ronda como terceros y tuvieron que enfrentarse al Atlético de Madrid en la que se preveía sería la eliminación del club de la competición. Sin embargo en el encuentro de ida en el Reebok Stadium la expulsión de Agüero dio alas a los ingleses que vencieron gracias a un gol de El Hajdi Diouf. En la vuelta, un gran Jussi Jaaskelainen (leyenda viva del club, tercer jugador con más encuentros disputados con su camiseta con un total de 530 apariciones) dejó su portería a cero clasificando a los suyos para octavos de final. Con una peligrosa situación en la Premier League, coqueteando con los puestos de descenso, el técnico del Bolton decidió darle prioridad al torneo local, y en la eliminatoria ante el Sporting CP de Lisboa, los ingleses, últimos representantes de su país en competición europea, cayeron por un global de 2-1 ante los lusos.

Diouf anota el gol de la victoria ante el Atlético de Madrid. Foto: The Sun

Eddie Davis y las promesas incumplidas

El filántropo y hombre de negocios nacido en Bolton se hizo accionista mayoritario en 2003, y aunque de su mano llegaron algunos de los mejores momentos de la historia reciente del club, siempre será recordado como el hombre que arruinó la entidad. Los ascensos del club y el negocio con la marca deportiva ya mencionada hizo que tanto aficionados como directiva quisiesen más tras repetir competición europea y probar su dulce sabor entre 2006 y 2008. Esta situación hizo que el club rompiese en dos temporadas consecutivas su récord de dinero invertido en un jugador, primero con la llegada de Nicolás Anelka procedente del Fenerbache, y más tarde con Johan Elmander, del Toulouse.

Anelka y Elmander son los traspasos más elevados en la historia del BoltonEran años en los que el Bolton firmaba jugadores procedentes del Liverpool, como  Diouf o N´Gog, o el internacional Gary Cahill, firmado desde el Aston Villa. Nakata, Fernando Hierro, Iván Campo, Borgetti o Djorkaeff vistieron en la década de los 2000 la camiseta de los Wanderers, pagando en sueldos una cantidad mucho más elevada de lo que la entidad podía permitirse, al igual que ocurrió en el resto de sectores de la economía previa a la crisis que aún a día de hoy azota el viejo continente. En 2012 y tras varios años en la Premier League, el club selló su descenso en lo que sería el comienzo del fin de la era dorada del Bolton, y que años después, aún siguen saliendo datos escabrosos de deudas e impagos de aquella época de lujo y desenfreno.

Fernando Hierro en las filas del Bolton en la temporada 2004/05. Foto: Premier League

El mundo del fútbol británico se despertó el 12 de octubre de 2014 con la sorpresa de la contratación de Neil Lennon como técnico de los trotters. El norirlandés es uno de los técnicos jóvenes más prometedores de Europa, y tras cuatro años exitosos como entrenador del Celtic de Glasgow en los que consiguió tres ligas y dos copas, volviendo a hacer competitivo al club en la Champions League, decidió abandonar las Scottish Premiership. Tras su partida, el club escocés no consigue asentarse en la máxima competición continental, poniendo en perspectiva la difícil tarea a la que se enfrentó en su día Lennon. La rumorología de la prensa inglesa siempre había situado al mánager en equipos de la parte alta de la Premier League, y sin embargo el ex jugador de Manchester City y Leicester entre otros, eligió hacerse cargo del Bolton. Lo que parecía una gran alianza destinada a triunfar, ha terminado por ser un problema para ambos. 

La actual crisis y los escándalos

De confirmarse la administración judicial, el Bolton vería deducidos doce puntos de su total de 14 unidades tras 22 jornadasEddie Davis se convirtió en propietario del club a través de la empresa de la que es accionista mayoritario; compañía que acaba de declarar una deuda superior a los 180 millones de libras. Además, la Hacienda Pública británica acaba de anunciar que el Bolton Wanderers tiene atrasos por un total de 600.000 libras en pagos de impuestos, por lo que salvo milagro de última hora, la administración concursal se hace prácticamente imposible de evitar. La situación es desesperada y los jugadores llevan además dos meses sin cobrar sus sueldos, circunstancia que inevitablemente está afectando al rendimiento en los terrenos de juego.

El dueño del club anunció recientemente una opción que puede ser la última posibilidad de salvar al Bolton: él se hará cargo de la deuda de su empresa, si alguien está dispuesto a hacerse con el equipo por unos 20 millones de libras. Ante este nuevo escenario, dos viejos conocidos de los trotters como Dean HoldsworthStelios Giannakopoulos encabezan los conglomerados empresariales rivales que intentan hacerse en estos días con el control del club. Renombrados especialistas en refinanciación de deuda e insolvencia empresarial han tomado las riendas de las negociaciones y esperan que la venta del club pueda llevarse a cabo en el mes de enero, única posibilidad que tendría la nueva directiva de acceder al mercado de fichajes para intentar reconducir la situación de una entidad avocada al abismo.

Para añadir más hierro al asunto, el hombre tranquilo del equipo, el entrenador Neil Lennon, nexo de unión entre club y jugadores, ha sido fruto de un escándalo de cosecha propia en los últimos días. El norirlandés ha sido protagonista de uno de esos romances que tanto gustan en los tabloides británicos que incluyen amenazas con arma blanca a su amante para intentar que esta no destapase la historia de su relación fuera del matrimonio. Tanto el club como la policía han abierto una investigación paralela para tratar de depurar responsabilidades y llegar al fondo del asunto. Días convulsos en Bolton dentro y fuera del terreno de juego, muy lejos de la grandeza de uno de los clubes más importantes del noroeste de Inglaterra.

Neil Lennon, entrenador del Bolton. Foto: Telegraph
Neil Lennon, entrenador del Bolton. Foto: Telegraph

Para colmo, de confirmarse la administración judicial por las sanciones fruto de la deuda con Her Majesty's Revenue and Customs (HMRC, la Hacienda Pública inglesa) el Bolton vería deducidos doce puntos de su haber, y pasaría a quedarse con tan solo dos unidades tras 22 partidos de Championship. Tras esta sanción, pocos pondrían en duda que el descenso sería ineludible a estas alturas de temporada, entrando en una dinámica más autodestructiva aún si cabe.

Un resquicio de esperanza: jugadores sobre los que construir el futuro

El gran activo del Bolton siempre ha sido por un lado su afición, y por otro su cantera. En los momentos de crisis es donde surgen las mejores oportunidades de cambiar el curso de los acontecimientos, y en este caso los jóvenes del equipo juvenil tienen que liderar el cambio. El club recurrió a la desesperada al mercado de fichajes la campaña pasada en busca de veteranía capaz de arreglar la complicada situación y evitar el descenso, cosa que ocurrió en las últimas jornadas terminando diez puntos por encima del ante penúltimo clasificado. Tras acumular un total de 21 derrotas, Neil Lennon apeló a los veteranísimos Emile Heskey y Eidur Gudjohnsen que a sus 37 años formaron pareja de ataque en el segundo tramo de la temporada. Titulares en la mayor parte de los encuentros, apenas llegaron a anotar seis goles entre ambos, cinco el islandés y uno el inglés, aunque su trabajo para el resto del equipo y experiencia les sirvió para liderar al equipo en los momentos difíciles.

Clough se entró en el Bolton a los 8 años y anotó el gol de la victoria en su debut a los 19 ante el WiganEsta temporada el panorama ha cambiado ligeramente, y a pesar de que Heskey aún permanece en el club, su papel es más secundario, y varios jóvenes jugadores han dado un paso adelante para implantar un nuevo orden jerárquico en la plantilla.  Zach Clough es uno de esos jugadores que enamoran a la afición, pues además de ser un delantero especial, veloz e insolente, es capaz de encarar al rival dentro del área y de intentar pases imposibles cuando la situación requiere de tranquilidad y balones fáciles o más prácticos. Pelea cada balón como solo hacen los enamorados del escudo que defienden, y eso en una división como el Sky Bet Championship, repleta de veteranos internacionales, es llevar la mitad del camino recorrido. Su golpeo de balón ha deparado grandes tardes en el Macron Stadium desde el día de su debut a los 19 años, cuando anotó el tanto de la victoria ante los rivales y vecinos del Wigan Athletic. La temporada pasada, la de su lanzamiento al estrellato, sufrió una lesión que le apartó gran parte de la temporada del once inicial, por ellos sus números goleadores aún no reflejan la importancia que se le intuye en el equipo en los próximos años: 9 goles en 20 partidos.

Zach Clough celebra un tanto con el Bolton. Foto: The Mirror
Zach Clough celebra un tanto con el Bolton. Foto: Mirror

Max Clayton, internacional sub 19 con Inglaterra, era el delantero más prometedor del fútbol británico hace dos temporadas, cuando el Liverpool vio rechazada una oferta de un millón de libras por el jugador del Crewe Alexandra de League One. Clayton renovó su contrato con el club en el que se crio y al que consiguió ascender desde League Two, aunque una desafortunada lesión en su tobillo le hizo desaparecer del mapa por un tiempo, quedando libre al final de su contrato. El Bolton aprovechó la situación a pesar de tener que pagar unas 300.000 libras al ser menor de 24 años en derechos de formación, y aunque la temporada pasada comenzó a asentarse en el once inicial, otro prolongado periodo de baja cortó su progresión. Esta campaña ha disputado ocho encuentros con el equipo, en todos ellos jugando como media punta por detrás de Clough, en la que sin duda deberá ser la pareja de futuro sobre la que se sienten las bases del nuevo Bolton Wanderers.

Vela rechazó una gran oferta del Liverpool a los 17 añosDe nuevo el Liverpool como en el caso de Clayton ofreció poco más de un millón de libras por hacerse con los servicios de Josh Vela a los 17 años. El joven canterano del Bolton apostó por renovar su contrato con el club y poco después debutaba con el primer equipo, en principio como lateral derecho, aunque tras la llegada de Lennon, comenzó a despuntar en su nueva posición. El ex entrenador del Celtic vio potencial en el jugador como medio centro de corte defensivo, ya que en el costado derecho su influencia en el juego resultaba mucho menor de lo que la calidad del jugador hacía aconsejable. Tras una breve cesión al Notts County, consiguió asentarse definitivamente en el once titular y a sus 22 años ya suma la nada desdeñable cantidad 61 partidos oficiales con la camiseta del Bolton. 

Josh Vela en un encuentro con la camiseta del Bolton. Foto: Dailymail

Ben Amos es apenas un recién llegado a la disciplina trotter, pero los aficionados del Bolton puede estar tranquilos sabiendo que tienen una auténtica perla bajo los palos. A sus 25 años el guardameta no consiguió hacerse un hueco en el Manchester United, club en el que se crio deportivamente y con el que llegó a disputar siete partidos con el primer equipo. Como todo jugador novato criado en una sociedad tan grande, las cesiones fueron una constante en su carrera, pasando por Peterborough, Carlisle, Oldham Athletic y Hull City, antes de llegar el pasado mes de enero al Bolton. En el Macron Stadium disputó nueve encuentros en el complicado tramo final de la pasada campaña, y tras no renovar su contrato con la entidad de Old Trafford, no dudó en firmar por cuatro temporadas con el club de Greater Manchester. Un veterano de la categoría a su temprana edad, ya ha disputado más de 80 encuentros oficiales, y rápidamente se ha convertido en titular indiscutible para Lennon, aunque el mal momento del equipo solo le ha permitido dejar su puerta a cero en cinco ocasiones de los 22 encuentros disputados esta campaña.

Okocha y Djorkaeff con el Bolton. Foto: Mirror
Okocha y Djorkaeff celebran un gol con el Bolton. Foto: Mirror

El fútbol inglés es el más atractivo del mundo, el producto más seguido y el que más pasiones mueve, pero también tiene una cara oculta, esta que aleja a las aficiones de sus clubes y a los jóvenes jugadores de la ilusión de llegar a defender el escudo de su equipo. El futuro del Bolton Wanderers está en peligro, y todos los aquellos que disfrutaron en los años 90 y 2000 de los pases imposibles de Djorkaeff, los goles de Okocha, las paradas de Jääskeläinen, los cortes de N'Gotty o los remates de Kevin Davies derraman una lágrima al contemplar el panorama al que se enfrentan sus seguidores. La navidad es un tiempo de ilusión y esperanza, así que confiemos en que el rescate del club llegue a tiempo, y el Bolton deje de vivir la cara más sucia del fútbol.