Los Hornets aseguraron un lugar en la cuarta ronda del torneo más antiguo del mundo con una victoria de 1-0 sobre el Toon en Vicarage Road. El capitán del Watford, Troy Deeney, capitalizó un error de Georginio Wijnaldum para marcar el único gol del partido justo antes del descanso.
El Newcastle, que suma cinco derrotas consecutivas en la tercera ronda de la Copa, generó la mayoría de las oportunidades pero, nuevamente, falló en el momento de definir para acumular su cuarto juego sin marcar.
Pan con lo mismo
Sorpresivamente, Quique Sánchez Flores dejó en el banquillo al hombre gol del Watford. Odion Ighalo, anotador de 14 goles esta campaña, ocupó un lugar en el banquillo; mientras que Obbi Oulare recibió la oportunidad de debutar con la elástica amarilla.
En el banquillo opuesto, Steve McClaren mantuvo la promesa hecha a los aficionados de dar importancia a las competiciones coperas al alinear al mejor once que tuvo disponible, a pesar de batallar en zona de descenso en la Liga. El único cambio en la oncena visitante fue la alineación de Kevin Mbabu en lugar del lesionado Jack Colback.
El estratega de los Magpies, además, experimentó con una formación 3-5-2 en un intento por contener a la pareja ofensiva de Deeney y Oulare, lo que funcionó casi todo el primer tiempo.
El Newcastle, que ahora suma cinco derrotas sucesivas en la Copa, se mostró mejor en la primera parte, sin embargo los blanquinegros otra vez estuvieron chatos al frente. Heurelho Gomes fue el primer guardameta en ver acción cuando le negó el gol a Daryl Janmaat con una gran atajada cerca de los diez minutos.
Poco después, el brasileño fue llamado a la acción nuevamente para detener un intento de Wijnaldum al primer poste. Sin embargo, en la mejor oportunidad del Toon, no hubo héroe, sino villano. Ayoze Pérez recibió el balón tras una gran jugada de Sissoko por la banda derecha, el español pudo poner al frente a los suyos pero su disparo se fue desviado.
El que perdona pierde
Una ley no escrita del fútbol dicta que gol fallado es gol en contra, las Urracas lo aprenderían a la mala en Vicarage Road. Cerca del entretiempo, Wijnaldum intentó un pase retrasado que no alcanzó el objetivo deseado. Deeney tomó el balón, se quitó a Rob Elliot y mandó un pase a la red de la meta vacía con el lateral interno de su bota; fue su séptimo gol de la temporada.
Las Urracas dejaron la cancha rumbo al vestidor con la mirada baja, saboreando la hiel de su cuarta derrota en fila por la mínima diferencia y les sería imposible dar la vuelta al marcador en el complemento.
La segunda parte fue la confirmación de la pesadilla geordie que se vivía en Watford. Los aficionados blanquinegros dieron la espalda a sus jugadores con cánticos que dejaban de manifiesto su inconformidad con otra actuación para el olvido.
Con 20 minutos por jugarse, Sissoko se internó en el área rival y cedió el balón a Florian Thauvin, el francés disparó pero Gomes estuvo atento para impedir el empate. Sin embargo, la falla del volante estuvo de más pues el asistente había levantado su bandera, un resumen de la noche sufrida por la visita.
Llegó el silbatazo final de Roger East sin mucho que agregar. El Watford continúa sorprendiendo en su regreso a la máxima categoría del fútbol inglés y han llevado su buen estado de forma a las competencias coperas. Mientras tanto, la campaña terminó para los seguidores del Newcastle que sólo tienen por delante otra batalla por la permanencia.