El partido comenzó con un ritmo muy bajo de intensidad, y con el conjunto de Ronald Koeman intentando dominar el partido, mientras que el Watford se mantenía replegado en su campo y mantenía a tres hombres en el terreno de juego rival, presionando una salida de balón que estaba siendo bastante fluida por parte de los Saints. Tras unos minutos, el equipo de Quique Sánchez Flores empezó a manejar la pelota en campo rival, y a combinar abriendo el balón hacia las bandas. Watson estaba participando mucho en la salida de balón del Watford pues estaba sirviendo de soporte a los hombres de banda antes de salir.

Koeman y Quique se saludan antes del encuentro. Foto: Premier League
Koeman y Quique se saludan antes del encuentro. Foto: Premier League

Dominio local, resurgir visitante

Shane Long hizo el 1-0 al rematar de cabeza dentro del área un centro de Targett desde la banda izquierda. Tras el primer tanto, el nivel de intensidad seguía siendo muy  bajo, y el equipo londinense estaba teniendo ciertos tramos de posesión fructíferos, en los que estaba moviendo la pelota a una buena velocidad, mientras que el conjunto local se dedicaba a jugar a la contra atacando por banda izquierda con Saido Mané que estaba consiguiendo desbordar. Pese a su buen hacer en ataque, el equipo aurinegro estaba siendo muy poco contundente en defensa, y los atacantes saints estaban consiguiendo robarles los balones en zonas comprometidas.

A la media hora de juego, empezó a diluviar, y el Watford lo aprovechó para consolidar su dominio, ante un conjunto rojiblanco que estaba teniendo más dificultades para sacar la pelota jugada. Ambas defensas se abrieron, se crearon más espacios, y los dos equipos empezaron a tener mucha claridad en ataque. Aunque a pesar de ello, el ritmo de juego con la pelota era bastante lento, y el Southampton consiguió mantener la ventaja al descanso.

Ritmo bajo de intensidad sin un dominador claro

El segundo tiempo comenzó con un nivel intermedio de intensidad, y con el equipo de Ronald Koeman llevando la iniciativa del juego, tocando el balón bajo un ritmo cansino, y presionando a la defensa de un Watford tímido que se limitaba a despejar los balones que el conjunto local bombeaba al área, y no salía de su campo en los primeros minutos. Su maniobra más ofensiva en ese momento, fue la de enviar a Ighalo a realizar un ligero seguimiento a los defensores rivales, aunque después de un tiempo Deeney se acercó a ayudarle, y el equipo se volcó más.

Tras unos minutos, el combinado saint siguió dominando la pelota en campo contrario, y fruto de la presión y de las prontas recuperaciones de balón, adquirió cierta continuidad en ataque a la hora de llegar a la portería rival atacando por las bandas. Aunque después de un par de llegadas sin un remate claro, el equipo del madrileño Quique Sánchez Flores empezó a tener más balón y más protagonismo en campo contrario con balones aéreos, pero justo cuando reaparecía el conjunto visitante, Tadic se encargó de encarrilar el duelo, marcando el 2-0 desde el punto de penalti tras juguetear con ambos centrales, y rematar con el interior de la pierna izquierda.

Los jugadores del Soton celebran el tanto. Foto: Premier League
Los jugadores del Soton celebran el tanto. Foto: Premier League

Tras el gol, el equipo londinense trató de recomponerse teniendo más el cuero en campo rival, al mismo tiempo que el cuadro local se dedicaba a jugar al contraataque, y ha anestesiar el partido con posesiones largas mientras que los atacantes del Watford le seguían impotentes y sin posibilidades reales de recuperar ese balón. En los últimos instantes, el equipo visitante seguía alternando entre el 4-4-2 y el 4-3-3, pues en un principio Ighalo y Deeney conformaban el ataque, pero cuando el Southampton tenía la pelota en área propia, Ibarbo se unía a los dos arietes. Los dos conjuntos estaban esperando el pitido final, pues el combinado aurinegro había cesado su actividad en ataque, y el conjunto de la rojiblanco había bajado los brazos pese a que de vez en cuando se gustaba saliendo al contragolpe.