En el fútbol, como en la vida, hasta el rabo todo es toro. Parecía que cuando McCauley anotó en su propia portería el segundo gol para los locales a falta de quince minutos, el conjunto dirigido por Guus Hiddink sería quien se llevara los tres puntos. A pesar de jugar en casa, el técnico holandés optó por un sistema 4-2-3-1 que fortalecía el centro del campo y favorecía el control del balón y, por tanto, el rumbo del partido.

Un pivote con John Obi Mikel, de corte más defensivo, y Cesc Fàbregas, el creador del Chelsea, escoltados por la intensidad de Pedro, la magia de Willian y el talento de Óscar que enganchaba a Diego Costa. Cuando estos jugones se juntan, difícil debería ser quitarles el balón. Sin embargo, el ímpetu de los Baggies pudo con la calidad blue

El partido empezó con los locales controlando el cuero, asociándose Fàbregas y Willian, quien ha asumido los galones de su equipo con la baja por lesión de Eden Hazard. El astro brasileño era el encargado de llevar a cabo las ocasiones más claras con disparos lejanos o internadas con centros que no alcanzaba a rematar Diego Costa. El West Brom se conformaba con defenderse y no encajar, aunque su táctica no cumplió sus expectativas.


En el minuto 20, el Chelsea trazó un ataque vertical que acabó con el primer tanto del encuentro. Diego Costa bajaba con el pecho el balón y, mientras lo protegía, devolvió a Willian quien realizó la apertura a la banda derecha, desde donde el serbio, Branislav Ivanovic, centró raso entre la zaga y el guardameta visitantes habilitando a Azpilicueta en el segundo palo para que el español solo tuviera que empujar el balón a la red.

Sin embargo, poco le dudaría la alegría a los aficionados del Bridge. Con el Albion despejando balones al campo del Chelsea, los locales intentaban ganar en confianza. No obstante, Pedro abusó de ella. Intentó deshacerse de dos contrincantes y perdió el esférico en el medio campo. El cuero le cayó en los pies a Gardner, quien pegó un derechazo ajustado a la portería de Courtois desde unos 30 metros para colocar el empate a uno en el electrónico antes de irse a los vestuarios.

Un Chelsea más incisivo

Los del Bridge salieron con un objetivo claro para la segunda miad: ponerse por delante. Con los fans un pocos contagiados por el frío londinense, el Chelsea luchaba por no dejar morir el partido. Buscaba una excusa para avivar el encuentro y así alentar a su público. Óscar conectaba con Diego Costa y Willian disparaba de lejos para volver a sacar aplausos y gritos de ánimo de su estadio.

Fue a falta de poco más de quince minutos, cuando Cesc Fàbregas habilitó a Willian en la banda derecha con un pase a la espalda de los defensas. Con un pequeña bicicleta, el crack brasileño dejó atrás a su marcador y colgó un balón al primer palo, donde entre Kenedy y McCauley lo metieron en la portería defendida por Myhill. La felicidad y las sonrisas volvían a las gradas de Stamford Bridge.

Los pupilos de Guus Hiddink trataron de controlar el partido. Con el paso de los minutos, los locales esperaban en su campo una oportunidad de contraataque para matar el partido. Como a todo conformista, el fútbol le muestra su cara más cruel. Casi sin apenas ocasiones en el partido, el West Bromwich aprovechó su oportunidad a falta de cuatro minutos para el pitido final. McClean recogía un rechace en el borde del área y lo ajustaba al palo de tal manera que se fuera alejando poco a poco de la mano del portero belga del Chelsea. Stamford Bridge enmudeció. 

Con este empate, West Bromwich y Chelsea quedan consecutivos en la tabla clasificatoria de la Premier; 13º y 14º respectivamente con una diferencia de tres puntos. El Albion suma con este 27 puntos, a 8 de Europa y a 9 de los puestos de descenso, mientras los blues, con 24, están más lejos de su nuevo objetivo para este año: la cuarta plaza. Para este próximo fin de semana, la Barclays Premier League nos deja una nueva y apasionante jornada de liga. En este caso, el West Bromwich Albion repetirá como visitante ante el Southampton, 12º y empatados a puntos, mientras el club londinense que dirige Guus Hiddink recibirán en Stamford Bridge al siguiente correlativamente, el 11º, que no es otro que el Everton

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Sobre el autor
Javier Alonso
Deporte y música en vena. Violinista, Periodismo y jugador de fútbol sala. Enamorado del ciclismo.