Anfield está preparado. Listo para albergar una nueva edición del Clásico del fútbol inglés. Desde que Liverpool y Manchester United se enfrentaran por primera vez, allá por 1894, ambos equipos han aducido ser, con mucha razón, los dos mejores equipos del fútbol inglés. Sin embargo, este domingo, a partir de las 15:05 horas, viviremos un “North West Derby” (Derbi del Noroeste de Inglaterra) con una peculiaridad que ya no lo es tanto en los últimos años: los dos equipos se encuentran lejos de la cabeza de la Premier League y su temporada se basa en la irregularidad.

El mejor posicionado es el que está sumergido en su peor momento. El Manchester United está fuera de las posiciones que dan acceso a las competiciones europeas y se encuentra a nueve puntos del líder, el Arsenal. Además, las críticas al pobre juego del equipo hacen que, una semana más, el puesto de Louis van Gaal penda de un hilo. Parecía que los ‘diablos rojos’ habían cortado la hemorragia pero el empate del pasado martes en el campo del penúltimo, el Newcastle, ha vuelto a poner a las dudas en el orden del día.

El Liverpool, por su parte, no se queda corto en cuanto a irregularidad esta temporada. Sin embargo, el relevo en el banquillo está funcionando. La ilusión que generó la llegada de Jürgen Klopp a Anfield se está viendo justificada. El técnico germano ha conseguido dotar a los ‘reds’ de intensidad y buen fútbol y, esta temporada, ya ha conseguido victorias de prestigio ante los grandes: goleó en sus visitas a Stamford Bridge y el Etihad Stadium.

Retomar la senda victoriosa

Pese a las victorias de prestigio que ha logrado el Liverpool con Klopp y, pese a la notable mejoría del equipo, en cuánto a juego y resultados, desde la llegada del alemán al banquillo de Anfield, los ‘reds’ necesitan volver a la senda victoriosa. El Liverpool tan sólo ha ganado tres de los últimos diez partidos. Tras vencer en siete de los diez encuentros que disputó entre octubre y noviembre, el equipo ha sufrido un bajón en los dos últimos dos meses. Actualmente, se encuentra noveno en la clasificación, a cinco puntos de los puestos de Europa League, a siete de los de Champions, a doce del líder y a tres de su rival del domingo.

Foto: Goal.com
Foto: Goal.com

Sin duda, las bajas no han ayudado a ‘The Kop’. Daniel Sturridge ha estado más tiempo lesionado que disponible para el técnico debido a las ya numerosas lesiones musculares – y recaídas- que ha sufrido esta temporada. Su sustituto natural, Benteke, tampoco ha tenido que quedarse fuera de la convocatoria en muchas ocasiones a causa de una lesión. Con los dos delanteros titulares en el dique seco, quién se echó al equipo a la espalda fue, claramente, Philippe Coutinho. El brasileño, que este año ha vuelto a dar un paso adelante, no podrá disputar el Clásico inglés por una distensión en el muslo que sufrió el pasado 5 de diciembre ante el Stoke City.

El camino a seguir para competir pese a las bajas es el del pasado miércoles ante el Arsenal. El Liverpool recibió al líder en un encuentro disputado y emocionante que acabó en empate a tres pero pudo haberlo ganado cualquiera. Roberto Firmino, con un doblete, tiró del carro de su equipo. Con Benteke, tocado, saliendo, por enésima vez, desde el banquillo, el brasileño fue el mejor de los ‘reds’ y volvió a marcar. Hasta entonces, Firmino tan sólo había anotado un tanto en esta temporada en la Premier.

Una de cal y otra de arena

El Manchester United sigue subido, como ya es habitual esta temporada, a su “montaña rusa” particular. Tras ocho partidos consecutivos sin conocer la victoria, los ‘diablos rojos’ lograron dos triunfos seguidos: vencieron por 2-1 al Swansea en Liga y por 1-0 al Sheffield. Pese a que el juego del United no había mejorado notablemente, los futbolistas tiraron de orgullo. La victoria ‘pírrica’ ante el Sheffield con gol de Rooney, de penalti, en el 92’, es la mejor muestra. Sin embargo, la “montaña rusa” ha vuelto a bajar. El Manchester se dejó dos puntos, el pasado miércoles, en Newcastle, en un partido que tenía ganado. Los errores defensivos volvieron a ocasionar un nuevo tropiezo del United, esta vez, en el campo del penúltimo.

Rooney celebra su gol ante el Sheffield. Foto: Manu
 Foto: Manu

Pese a ello, en Manchester tienen algunos motivos para ilusionarse. Wayne Rooney está en su mejor momento de la temporada. El capitán ha marcado cuatro goles en los últimos tres partidos y, tras su mal inicio goleador de temporada, parece que ha recuperado la pólvora. En Newcastle, fue el mejor. Marcó dos goles – uno de ellos, un auténtico golazo – y su participación en el juego fue notoria. Martial, en ese partido, partiendo desde la derecha, hizo un partidazo y David de Gea, pese a encajar tres goles, volvió a demostrar que está en un gran momento de forma y salvó los descosidos defensivos de su equipo.

Al Manchester United le volvieron a penalizar, una vez más, los errores defensivos. Los ‘diablos rojos’ son un equipo muy frágil atrás. El problema no es sólo que no pueda contener los ataques rivales; con sus errores, también propicia ocasiones contrarias en jugadas, a priori, fáciles. Young y Blind no están rindiendo a buen nivel esta campaña y las intervenciones de Smalling y De Gea están consiguiendo mantener en pie a su equipo. El United, que llegó a ser líder en noviembre, gracias a su buen rendimiento defensivo, ahora, se encuentra a nueve puntos del líder por culpa de las concesiones que hace atrás.

Altas y bajas

Ambos equipos llegan a este partido con un notable número de bajas. Jurgen Klopp no podrá contar con hasta nueve de sus futbolistas para este encuentro: Sturridge, Mignolet, Lovren, Joe Gómez, Danny Ings, Rossiter, Skrtel, Coutinho y Origi. Tres delanteros lesionados y el futbolista con más calidad de la plantilla, Coutinho, en el dique seco.

Louis van Gaal, por su parte, tendrá siete bajas para este encuentro: Rojo, Valencia, Shaw, Carrick, Schwensteiger, Jones, y el recién llegado Janujaz, que sufrió una pequeña lesión muscular en un entrenamiento.