El encuentro comenzó con un ritmo muy bajo de intensidad y con dominio de balón del conjunto de Allegri que no estaba consiguiendo llegar a la portería rival, pues la presión de los locales estaban cerrando las opciones de pase, y le estaba permitiendo recuperar balones y acercarse al arco bianconero con cierta insistencia. Tras unos minutos, el conjunto del norte de Italia empezó a tener la pelota en campo contrario con más continuidad en las posesiones largas, y a llegar al área en alguna ocasión. El 0-1 llegó por medio de Paulo Dybala que materializó un libre directo desde la frontal del área. El segundo gol llegó unos minutos después por medio de Khedira que remató de cabeza en el segundo palo un centro desde la derecha.

Inicio igualado que la Juve desequilibra con dos goles

Tras el gol, la cadencia de intensidad descendió mucho, y la Juventus siguió manejando la pelota, y siguió jugando en campo contrario, mientras que el conjunto local se mantenía replegado y trataba de llevar el mando del partido cuando recuperaba el cuero. El 0-3 llegó por medio de Dybala que transformó un penalti sobre Mandzukic que le costó la expulsión al central Danilo. Tras el tanto, el Udinese trató de reponerse tocando en campo rival en ataques posicionales pero apenas conseguía profundizar en una defensa rosa que se mantenía inmutable.

En el último cuarto de hora, la escuadra de Allegri siguió dominando el encuentro, y llegando al área rival tocando sin dificultades, aunque estaba fallando en el remate ante la pasividad defensiva de los locales que estaban en la lona, ya que defendían sin contundencia, y eran inofensivos cuando llegaban al ataque, se topaban con una defensa de la Juventus que siempre estaba bien colocada. Con el balón controlado, sus centrocampistas y sus carrileros se estaban posicionando muy cerca de la zona de ataque para servir de apoyo a Dybala y Mandzukic. El 0-4 llegó por medio de Alex Sandro que recibió la pelota tras una apertura de Dybala, y batió a Karnezis con un disparo con el interior de la pierna derecha desde la frontal del área.

Control bianconero a ritmo de entrenamiento

El segundo tiempo comenzó con un ritmo muy bajo de intensidad, y con un dominio claro de balón de la Juventus, que estaba tocando en el centro del campo con mucha paciencia, y de vez en cuando estaba realizando algún ataque frontal que acaba con un centro al área sin peligro de Dybala o Mandzukic que estaban cayendo en banda con mucha asiduidad. El Udinese seguía noqueado, pues seguía deambulando por el campo sin un destino claro cuando tenía la pelota, que por otra parte, no le estaba durando mucho, pues el conjunto visitante estaba realizando una buena presión en campo contrario. 

Tras el primer cuarto de hora de juego, el conjunto local tuvo un tramo de posesiones largas en campo contrario con una circulación de balón muy lenta, bajo una cadencia muy suave de intensidad. Sin balón, el cuadro turinés se estaba defendiendo con un 4-4-2 con Chiellini de lateral derecho, y Lichtsteiner por delante. Pese a que el encuentro estaba absolutamente sentenciado, la Juventus todavía seguía teniendo alguna fase de presión alta, y de posterior posesión cansina jugando sin portería contraria. 

El último cuarto de hora de juego empezó con el mismo ritmo de entrenamiento de los últimos treinta minutos, aunque en ese momento, la Juventus estaba llegando con más insistencia a la portería rival, combinando y gustándose los jugadores del centro del campo se descolgaban de su posición para llegar al área y buscar su gol. Pasaban los minutos, y los jugadores de ambos equipos estaban esperando el pitido, pues mostraban mucha desidia en sus posesiones largas, como si hubieran firmado un pacto de no-agresión.