El conjunto de Van den Brom quería escenificar su buen momento de forma, después de vencer a domicilio al Roda en la última jornada. Distinto panorama tenía el Feyenoord, después de sufrir un duro varapalo al perder 0-2 contra el PSV en el partido estrella de la última fecha. Una victoria hubiera apretado la lucha por la segunda plaza, y a la postre presionar al Ajax para disputarle el liderato. Dos derrotas seguidas eran demasiado para un equipo que aspira al título, por lo que los de Giovanni van Bronckhorst querían volver a la senda de la victoria.

El Feyenoord golpea primero

Ambos equipos llegaban con urgencias, pero la ambición era la de siempre, pues un partido de este calibre siempre genera expectación. El duelo no pudo empezar mejor para los intereses de van Bronckhorst, ya que en el minuto 12 una gran contra conducida por Vilhena, fue aprovechada por Kramer para anotar el 0-1. Rochet no atajó bien el disparo de Karim El Ahmadi y el delantero solo tuvo que empujarla a la red. El gol no cambió los planes de Van den Brom, ya que poco a poco fueron tomando la iniciativa y encerraron al rival en su área. Solo diez minutos necesitaron para igualar la contienda después de una gran jugada colectiva, finalizada por el capitán Henriksen. Un gran centro desde la banda izquierda llegó a los pies del noruego, que tras recortar a Nelom introdujo el balón a la portería con un sutil toque.

A partir del empate, los locales se vinieron arriba y hasta el descanso dieron una lección de fútbol que dejó maravillado a los valientes que desafiaron el frío del AFAS Stadion. A cualquier aficionado le gusta el fútbol directo, creado a base de contras y pocos toques. Pues esto es lo que se pudo ver en el segundo gol, en el que Jahanbakhsh aprovechó su velocidad para poner un centro medido a Janssen, que solo tuvo que definir ante Vermeer. La euforia se desató en los locales, que supieron gestionar la ventaja hasta el descanso. El Feyenoord mostró un intento de reacción y tuvieron ocasiones para igualar la contienda, pero parecía que no era el día de los de van Bronckhorst. Simon Gustafson y Dirk Kuyt tuvieron oportunidades para empatar, pero sus disparos no vieron portería. De esta manera se llegaba al descanso tras una primera parte intensa con multitud de ocasiones para ambos equipos.

Los locales sentencian

La segunda parte arrancó con un Feyenoord desconectado por todos lados. Este hecho lo aprovecharon los locales, con un Janssen inspirado, y en diez minutos los locales dejaron el partido sentenciado. Corría el minuto 53 cuando Janssen en jugada personal, regateó a Van Beek y su disparo al lado izquierdo de Vermeer fue imparable. Sin duda alguna, fue el gol de la tarde por su ejecución, además de poner tierra de por medio y enderezar la victoria. Dos minutos después llego la sentencia definitiva tras un error infantil de Van Beek; un despropósito en el rechace de un córner lo aprovechó Souza para regalarle el hat-trick a Janssen que sentenció el partido.

A partir de entonces, los locales se divirtieron tomando el control total del partido manejando el tiempo del encuentro. El Feyenoord no mostró sensación de reacción hasta el minuto 72, cuando Vilhena conectó un fuerte disparo desde 25 metros; de poco sirvió el gol, ya que el partido estaba visto para sentencia. Los últimos minutos se hicieron muy largos para los de Rotterdam, que deseaban irse a las duchas y olvidar la dura derrota, al contrario que el AZ, que alegraron a la afición en una gélida mañana.

Con esta derrota, el Feyenoord tiene al acecho al Heracles, viendo peligrar la tercera plaza, resulta sorprendente que en dos semanas sus opciones para luchar por el título se hayan ido prácticamente por la borda. El AZ encadena dos victorias consecutivas, con lo que han empezado con buen pie el nuevo año. La próxima jornada, que se disputa entre semana, el AZ recibirá al Cambuur, y el Feyenoord cerrará la vigésima jornada recibiendo al Heerenveen con la necesidad de no descolgarse más de Ajax y PSV.  

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