Hertha y Augsburgo se enfrentaron en su primer encuentro de la segunda vuelta de la temporada tras el parón invernal al que llegaron en una situación completamente inversa a la que llegaban la temporada anterior. El Hertha en una más que merecida tercera plaza, luchando con los más grandes de la competición por un puesto que le dé acceso a competición europea, mientras que el Augsburgo deambula por la zona media-baja de la tabla pese a tener un mínimo colchón respecto a las plazas de descenso a segunda división.
Control del Augsburgo
A pesar de lo que la clasificación dictaba al inicio del encuentro, se pudo ver a un Augsburgo mejor, que quería llevar el peso del encuentro y en el que sus centrocampistas se encontraron muy cómodos pudiendo manejar los tiempos del partido a sus anchas, frente a un Hertha carente de tensión, agazapado atrás y cayendo demasiado en los desplazamientos en largo que no le llevaban a buen puerto.
La primera ocasión del encuentro la tenía un enchufado Caiuby, que remataba al centro un balón colgado al área. El portero local detenía sin demasiado esfuerzo el cabezazo del brasileño. Los berlineses no tardaban en responder, puesto que a la salida de un córner, Weiser tiraba un gran sombrero dentro del área para rematar de volea. Su disparo se iba rozando el poste. Dos buenas ocasiones antes de los cinco minutos de juego que no eran más que un espejismo ante el aburrido encuentro que se vería después.
Los aficionados no volverían a levantarse de sus asientos hasta cerca de la media hora, cuando de nuevo el brasileño Caiuby se elevaba en el área por encima de los defensas para rematar un gran centro de Esswein. Su cabezazo, pese a ir picado, no lograba batir a un atento Jarstein que los despejaba con dificultad. Era la mejor ocasión de la primera mitad, que tocaría a su fin tras un disparo fuera de Baier y un tiro flojo de Kalou desde dentro del área que no creó peligro alguno.
Bobadilla perdona al Hertha
La segunda mitad inexplicablemente decayó en intensidad y la impresión que daban ambos conjuntos era la de conformarse con el punto que les otorgaba el empate. Pese a ello, la ocasión más clara del encuentro llegaba cuando un despeje del visitante Max pillaba desprevenida a la defensa del Hertha y Bobadilla les ganaba la espalda, iniciando una carrera en la que solamente el portero podía evitar su gol. La velocidad de Brooks evitó que el paraguayo llegara todo lo cómodo que él deseaba pero con un recorte se deshizo fácilmente del central. Cuando todo se decantaba a su favor, disparó mordido y en dirección al primer palo y el balón se fue a centímetros del poste, dejando el inamovible cero a cero en el marcador.
Solamente una impresionante carrera de Ji por banda y su posterior buen centro acababa con remate fuera de Baier al cruzar demasiado el balón. Nada más. Juego estéril del Augsburgo, que tenía el balón, y basculaciones tapando huecos del Hertha que era incapaz de salir si quiera a la contra. Al final reparto de puntos que deja al equipo de Berlín con mal sabor de boca puesto que llegaban como favoritos. Pál Dardai tiene trabajo por delante si quiere verse en Europa la temporada que viene.
