Sin sufrimiento no hay gloria. Sin pasarlo mal no se gana la eternidad y una eliminatoria no se decide hasta el último suspiro. Benfica lo sabe, y se ha puesto de moda en Europa por eso. Un par de meses atrás, los lisboetas eran terceros en Liga y habían perdido la primera plaza de su grupo en Champions. Ahora, en apenas cuatro días, el cuadro encarnado es líder en solitario de la Liga Portuguesa y ha certificado su pase para los cuartos de final de la máxima competición de clubes del planeta.

Pero sin sudor ni sangre no se ha podido lograr. Victoria con gan dosis de sufrimiento en San Petersburgo ante un aguerrido Zenit donde dos detalles han sido claves. El primero, un testarazo de Jonas en el descuento en el partido de ida. El segundo, otro testarazo y también sobre la bocina. Esta vez de Nico Gaitán, que empató el partido y castigó al cuadro ruso con la regla de goles fuera de casa.

Miedo e igualdad a partes iguales en la primera mitad

Era el partido clave de la temporada tanto en Portugal como en Rusia. El Benfica de Rui Vitória llegaba tocado. Muchas bajas para el cuadro encarnado incluso en la portería. Ederson sustituía al lesionado Júlio César y el centrocampista heleno Andreas Samaris tenía que hacer de central al no haber defensas disponibles en el primer equipo. El Zenit salía con toda su artillería, con el armamento más pesado que solo se explica con sus millones a golpe de talonario. Resaltaba en la punta de ataque Kokorin, la última adquisición del equipo ruso.

Fotografía: AFP//Getty Images
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Muy pocas ocasiones en el inicio de partido y en toda la primera parte. Como si de un espejo del choque de ida se tratara, el guión fue casi el mismo. El equipo local era el que llevaba la iniciativa, mientras que los encarnados buscaban la velocidad. A medida que pasaban los minutos, se pudo ver cómo la ansiedad se apoderaba del Zenit. Pocos recursos con el balón en su poder y siendo solo el capitán Danny el que tenía ideas en la cabeza.

Fue el brasileño Jonas el que dio el primer aviso. Disparo de falta directa del delantero y Lodygin que salva a los rusos con una buena parada a mano cambiada. Inmediatamente después, la réplica para el Zenit. Danny pone el pase interior y Dzyuba cruza demasiado su disparo que no cogía portería. No interesaba un partido loco a André Villas-Boas, aunque los tres goles que llegarían serían con el partido más abierto que nunca.

Al contragolpe también se pudo ver las mejores armas del Benfica. Rui Vitória orquestaba los movimientos del banquillo. Todo el juego tenía que centrarse en la izquierda, con Gaitán y Renato Sanches cayendo a banda. Fue el propio canterano de los encarnados el que tuvo la más clara de la primera parte. Disparo seco y duro de la joven perla del Benfica que se marcha rozando el palo. Pero el partido era una reencarnación de un gran terremoto. A la sacudida principal le seguían sus réplicas, y Dzyuba volvió a perdonar esta vez en un mano a mano con Ederson. El joven portero de los lisboetas estuvo felino para cortar el balón al delantero ruso cuando ya armaba su pierna.

Polémica arbitral y zarpazo de Hulk

Villas-Boas quería que Hulk cogiera más protagonismo. Su pasado portista le convertía en enemigo íntimo en Lisboa y en su arma más peligrosa. El brasileño no tuvo demasiado protagonismo en la primera parte y tras el descanso empezó a ganar galones hasta que puso el Stadion Petrovskiy patas arriba anotando el primer tanto de la tarde, ya helada noche ruso.

Fotografía: AFP//Getty Images
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Y el gol llegaría con polémica y con los jugadores del Benfica comiéndose casi literalmente a Viktor Kassai. El colegiado húngaro no vio falta de Zhirkov a Nélson Semedo en banda derecha y llegaría el tanto en esa misma jugada. El lateral ruso subió, progresó en línea de fondo, la puso con la derecha y como un tren entró Hulk para fusilar a Ederson de cabeza.

Se caía de euforia el Petrovskiy y Rui Vitória se la tomaba con el cuarto árbitro. La falta parecía clara y la impotencia llenaba la cabeza de los jugadores del Benfica. Quedaba poco más de veinte minutos para el final y con este resultado, el partido se iba a la prórroga.

Obús de Jiménez y oportunismo de Gaitán

No quería treinta minutos más Benfica. Rui Vitóra incorporó a Raúl Jiménez y a Eduardo 'el Toto' Salvio. Los lusos volvieron a coger la iniciativa del partido y quizás la ansiedad y el miedo a encajar otro gol se apoderó del equipo. Lo aprovechó durante los minutos siguientes el Zenit, con una jugada maradoniana de Dzyuba. Parecía increíble que con sus 1,96 metros pudiera zafarse de hasta cuatro defensores. El delantero ruso sorprendió a propios y extraños y se plantó en el mano a mano con Ederson. Al guardameta del Benfica no le tembló el pulso y ganó el uno contra uno.

Fotografía: AFP//Getty Images
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Aupaba el Zenit en la recta final del partido, y ese entusiasmo se transformó en pesadilla. Apareció el detalle, el disparo, el gol. Un obús de más treinta metros de Raúl Jiménez que buscó y encontró la escuadra. Lodygin se estiró y con una intervención soberbia sacó la mano. El balón se estrelló en el travesaño y botó en línea de gol. Y fue ahí cuando apareció Gaitán. El argentino entró en línea de gol y remató a placer con la cabeza.

Se silenciaba al Petrovskyi y hasta Ederson en su portería salió recorrió todo el campo para unirse al corro con sus compañeros. El tanto era importantísimo, obligaba al Zenit a marcar dos goles en menos de cinco minutos y casi sentenciaba la eliminatoria. Se desangraba por dentro el cuadro ruso y el Benfica lo aprovecharía en el descuento.

Talisca sentencia y certifica el pasaporte

Entró el joven brasileño Anderson Talisca en el descuento. Se habían añadido cinco minutos y el Zenit no resignaba. Pero Talisca tenía otra concepción. Fue el dueño absoluto de los últimos instantes del partido. Tuvo el balón en su poder y se dedicó a aguantarlo y a provocar faltas. Y a solo treinta segundos del final, se aprovechó de una pelota muerta de Gaitán para fusilar a Lodygin con una estupenda volea.

Fotografía: AFP//Getty Images
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Viktor Kassai pitó el final del partido nada más entrar el balón y el Benfica certificó así su pase a los cuartos de final. Se reedita lo que ocurrió hace cuatro años con los mismos protagonistas. Los encarnados se unen a Real Madrid y Wolsburgo y estarán en el sorteo de la siguiente ronda. El Porto se clasificó para cuartos la temporada pasada y en esta campaña le toca defender los intereses lusos en Europa. Portugal sigue de moda, Lisboa aún más.

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Sobre el autor
Nehemías Dorta
Periodismo en la ULL. Coordinador adjunto de las redacciones de la UD Las Palmas y Portugal. El fútbol portugués como gran pasión. Aprender haciendo lo que más quieres, eso no tiene precio. ¡Nos leemos!