La Juventus ha podido dar el último golpe a la Serie A en el Artemio Franchi. Tras la victoria por 1-2 frente a la Fiorentina, los bianconeri podrían proclamarse campeones de su quinto Scudetto consecutivo, si el Nápoles no consigue ganar mañana a la Roma en el Olímpico.
Dominio estéril
Salió la Fiorentina algo más metida en el partido. Durante los primeros minutos, la mayor parte del juego se concentraba en terreno juventino. Los violas tenían la posesión del balón pero no conseguían generar ocasiones contra la meta de Buffon. De hecho, fue la Juventus quien llegó con peligro al área por primera vez, en un gol anulado a Khedira, quien aprovechó una prolongación de Mandzukic tras un centro al área de Lichsteiner, para rematar al fondo de la portería en posición antirreglamentaria.
Pocos minutos después, la misma situación se dio en el lado contrario del campo, solo que esta vez, el tanto debió subir al marcador, pues el gol de Bernardeschi a pase de Ilicic era legal. El gol, pareció espolear a la Fiorentina, pues tan solo un minuto después, el propio Bernardeschi hizo emplearse a fondo a Buffon, que rechazó con el pie un rechace de uno de sus defensores a un centro del italiano.
Pero poco a poco, los bianconeri iban creciendo en el partido. Los de Allegri masticaban poco a poco el encuentro. Y, tras una gran parada de Buffon a un remate de media distancia de Tello, llegaba el gol de Mandzukic, tras una genial dejada de cabeza de Pogba tras un centro desde la derecha.
En los últimos minutos, los viola tuvieron un último arreón contra la portería bianconera. Así, Marcos Alonso tuvo la mejor oportunidad de su equipo en la primera mitad al rematar de cabeza un córner. El canterano del Real Madrid, se quejaba al árbitro de un agarrón de Rugani, por el cual el árbitro debió señalar penalti.
La Juventus encerrada en su campo
El inicio de la segunda parte pareció seguir el mismo guión que el de la primera. La Fiorentina salió en busca del gol del empate e hizo que se volviera a jugar en terreno juventino. Aunque el primero en llegar a portería fueron de nuevo los bianconeri, con una cabalgada de Pogba que remató fuera el uno contra uno frente a Tatarusanu.
Sin embargo, esta vez los viola consiguieron generar mayor peligro que en la primera, y de esta forma consiguieron echar atrás a los de Allegri, que cada vez más, se iban replegando. El primer remate peligroso de los de Paulo Sousa fue obra de Mauro Zárate, cuando unos instantes después de reemplazar al lesionado Ilicic, hizo un disparo raso y ajustado al palo que Buffon desvió a córner con una gran estirada.
Unos minutos más tarde, Kalinic disparó fuera tras plantarse sólo frente al meta italiano en una gran contra lanzada por Marcos Alonso. Se iba acercando la Fiorentina cada vez con más peligro a la portería juventina. La siguiente ocasión llegaría de nuevo de las botas de Zárate, que realizó un gran disparo desde fuera del área, que se marchó por poco fuera. Conforme iba pasando el tiempo, el empuje de la Fiorentina iba a más, y así fue como llegó el empate, cuando Kalinic aprovechó una pérdida de balón de Bonucci en la salida, para marcar un gran gol.
Oficio bianconeri
Sin embargo, la alegría en el Artemio Franchi no duraría mucho, pues pocos minutos después del empate del croata, Morata hizo el segundo de la Juventus tras una serie de rechaces en un cçorner. De esta forma, los bianconeri conseguían rehacerse y volvían a acariciar el Scudetto.
Los minutos finales, fueron un continuo asedio de los viola a la portería de Buffon, que volvió a demostrar porqué es uno de los mejores porteros de la historia, al parar un penalti a Kalinic con una gran estirada, y desviar también el remate tras el rechace. Finalmente, el croata volvió a tener el empate, esta vez en su cabeza, al rematar contra el larguero un córner.
Finalizaba así un partido eléctrico que deja sentenciada la serie A a favor de la Juventus, quien ha conseguido 70 de los últimos 72 puntos jugados. Una locura que hace pensar, cual podría haber sido la marca de este equipo, si no hubiera tenido el desastroso arranque liguero que tuvo, el peor de toda su historia.