América y Tigres se citaban en el Azteca para disputar el partido de vuelta de la Liga de Campeones de la CONCACAF. Los visitantes tenían la difícil misión de intentar remontar el cero a dos encajado en su casa y, con ello, alzar su primera Liga de Campeones, mientras que los locales, tras los goles de Benedetto y Osvaldo Martínez en el encuentro jugado en el Universitario, esperaban levantar su tercer título consecutivo, séptimo en su historia.
Nada más iniciarse el choque los locales pudieron desnivelar el luminoso pero el disparo del delantero Benedetto fue atajado por el portero Guzmán. Los hombres de Ambriz no querían sorpresas y así lo quisieron demostrar desde el minuto uno. A continuación fue Darwin Quintero pero su tiro se marchaba ligeramente desviado. Los visitantes veían como no podían inquietar la meta local.
Poco antes de llegar al primer cuarto de hora, en el minuto 11, Tigres realizaba su primer acercamiento de serio peligro en un remate del central Juninho que no encontró el premio del gol. Después de un principio de encuentro un tanto flojo de los visitantes, empezaban a sentirse algo más cómodos sobre el césped. Cinco minutos después de cumplirse el primer cuarto de hora fue el delantero francés Gignac quien lo intentó pero no tuvo la precisión necesaria para batir a Durán.
El francés Gignac adelantó a Tigres
Los hombres dirigidos por el brasileño Ferretti estaban lanzados en busca del gol que les diera ciertas esperanzas de remontar una final que tenían muy lejos de su alcance. El centrocampista Pizarro fue el siguiente en avisar a América pero el portero, otra vez más, estuvo acertado para detener el disparo. Seis minutos antes de llegar al final de los primeros 45 minutos llegaba el tanto de Tigres. El delantero Gignac, tras otra gran parada del portero local, mandaba el balón pegadito al poste derecho de la meta de América para establecer el cero a uno.
Con la victoria por la mínima de Tigres se daba por finalizada la primera mitad del partido de vuelta de la final. Los visitantes estaban a un solo gol de forzar la prórroga ante un América que sabía que con un tanto finiquitaba todas las aspiraciones de los de Ferretti. Quedaban 45 minutos para conocer al campeón de la Liga de Campeones de la CONCACAF.
Michael Arroyo, nada más salir al terreno de juego, empató la final
La segunda parte comenzaba con los locales en busca del gol de la sentencia. El centrocampista Sambueza, en el minuto 52, fue el primero en poner cierta incertidumbre en los visitantes. El que no perdonó fue Michael Arroyo, el delantero que había entrado en el terreno de juego por un desaparecido Benedetto, no tardaba ni tres minutos desde su aparición en el campo, para anotar el tanto del empate tras sacarse de la manga un disparo lejano. Con el empate a uno América veía muy cerca la consecución del campeonato.
Tigres no tenía otra opción de lanzarse en busca de un tanto que les diera opciones en el final del partido. América, en las botas de Michael Arroyo, pudo lograr el segundo. El ex jugador de Atlante estaba siendo un quebradero de cabeza para la defensa visitante. Los felinos pudieron meterse de nuevo en la lucha por el título pero Fernando Fernández no estuvo todo lo preciso que hubiese querido para encontrar portería.
Cuatro minutos antes del final llegaba la jugada definitiva para el encuentro. Hugo Ayala derribaba a Samudio dentro del área y el árbitro decretaba el punto de penalti. Los azulcremas no perdonaban y por mediación de Osvaldo Martínez dejaban el encuentro y la final vista para sentencia.
América logra su séptima Liga de Campeones
Con los aficionados locales celebrando la consecución del título Tigres pudo empatar el partido pero Lucas Zelarrayan no logró su propósito. El choque no dio para más, con el resultado final de dos a uno para América el colegiado Guerrero señalaba el final de la Liga de Campeones de la CONCACAF.
América suma su tercer trofeo consecutivo, el séptimo en su historia, mientras que Tigres tendrá que esperar a la próxima temporada para lograr su primer título después de perder su primera final.