Temporada 2008/09, el Leicester City cae por primera vez en su extensa historia a la League One, tercera división del fútbol inglés. La situación deportiva y financiera del club es insostenible y el fantasma de la desaparición está a la vuelta de la esquina, más cerca que nunca. Por aquel momento, los propietarios del club tenían una deuda acumulada que alcanzaba unos peligrosos 150 millones de libras. Una deuda a la que Srivaddhanaprabha haría frente, aunque no de la forma más ortodoxa, como se analizará unos párrafos más abajo.

Tras la vuelta a la Championship el año siguiente, el Leicester volvía a ser equipo de segunda división, aunque con la necesidad de dar varios pasos adelante en los terrenos económico y deportivo para volver a aspirar a los play-off que les devolvieran a la Premier League. Y ese salto vino de oriente, de Tailandia para más señas.

King Power, ejemplo del "milagro tailandés"

Año 1989. La empresa de reciente creación, King Power, adquiere su primera tienda en la Bangkok. A partir de entonces, su crecimiento es imparable, con apertura de varias tiendas libres de impuestos. Sin embargo, el mayor crecimiento de la empresa llegaría con la adjudicación de todos los duty-free del nuevo aeropuerto internacional Suvernabhumi, en Bangkok y por donde pasan cada año más de cinco millones de viajeros. Este monopolio, mantenido un año después con una gran maniobra del chairman tailandés, se suma a los más de 12.000 metros cuadrados con los que cuenta la compañía en el centro financiero de la capital del país.

El mismo 'chairman' del Leicester manifestó su voluntad de poner al equipo entre los cinco mejores de Inglaterra

Y fue en 2010 cuando el grupo, por indicación del presidente decidió hacerse con el Leicester City de la segunda división inglesa. Por 40 millones de libras (unos 50 kilos hablando en euros) los Foxes pasaron a ser propiedad del grupo, produciéndose el cambio de nombre del estadio entre otras muchas cosas. El mismo Srivaddhanaprabha (cuesta escribir el apellido) manifestó su voluntad de poner al Leicester entre los cinco mejores equipos del país en el momento en el que su equipo logró ascender a la Premier League en la campaña 13/14. La hazaña del histórico equipo inglés es innegable, pero las comparaciones son odiosas: ¿se puede calificar de modesto a un equipo que ha recibido más de 200 millones en inversiones por parte de su presidente? Pues la respuesta es claramente sí, aunque sin King Power, el Leicester no estaría aquí, y claro, sin su presidente tampoco.

Vichai Srivaddhanaprabha, a self-made man

Parecían destinados a encontrarse, aunque de un lado al otro del mundo. Se puede decir que ambos empezaron desde cero y que han logrado llegar arriba, muy arriba. Y es que el Amancio Ortega tailandés atesora ya más de 2.900 millones de dólares en concepto de fortuna personal. King Power, beneficiada en muchas ocasiones por diversos círculos monárquicos del país y por el propio rey, que les reconoció como "empresa Real" en el año 2008, es indudablemente la compañía líder en los establecimientos libres de impuestos del país asiático, parte clave en el llamado "milagro tailandés". Y su "chairman" es un hombre cuanto menos peculiar, aunque con una enorme y contrastada visión de negocio.

Una visión de negocio que no ha compatibilizado con otras áreas como la política, que en Tailandia siempre es turbulenta. Sus relaciones con diversos círculos monárquicos del país sí es conocida, como estima Pavida Pananond, profesor de la Universidad Thammasat de Bangkok: "Vichai es visto a menudo al lado de famosos tailandeses o internacionales, y de miembros de la familia real, lo que confirma que es difícil tener mejores relaciones que él".

"Es difícil tener mejores relaciones públicas y políticas que Vichai", dice un profesor de la Universidad de Bangkok

A pesar de su enorme riqueza, Vichai no es un millonario al uso, sino un hombre hecho así mismo que destaca por detalles que lo hacen harto diferente. Conocido es su gusto por el polo. A sus 58 años, el elitista tailandés acostumbra a mostrarse cercano con los hinchas del Leicester, regalando cerveza y aperitivos en el estadio del club, como hizo este mismo fin de semana ante el Everton, lo que como no puede ser de otra manera le reporta una gran popularidad entre los hinchas foxes.

El 'chairman' tailandés acostumbra a aterrizar su helicópetero en el mismo terreno de juego del estadio | Foto: Mirror
El 'chairman' tailandés acostumbra a aterrizar su helicópetero en el mismo terreno de juego del estadio | Foto: Mirror

Destaca también por su ferviente budismo, no dudando en trasladar a Leicester a monjes tailandeses para que bendigan a los futbolistas o al propio estadio.

Vichai ha llegado a llevar a Leicester monjes budistas para bendecir a los jugadores y al estadio

Sin embargo y a pesar de esta popularidad, Vichai es una persona enigmática y con poco contacto con los medios de comunicación, prefiriendo dejar a su hijo Aiywatt,  conocido por el apodo de "Top" y vicepresidente de la entidad, en la primera línea mediática. De esta forma se refería a su padre recientemente: "Es un empresario próspero, que ha luchado para conseguir lo que tiene. Hace apenas dos o tres años dijo que quería que el equipo consiguiera buenos resultados en la Premier League y aquí están".

La economía del club: del fair play financiero al maniobrado saneamiento 

El salto de calidad de los Foxes, primero económico y después deportivo, llegó con la compra del club por parte del millonario tailandés en agosto del 2010. Desde entonces, Vichai fue inyectando decenas de millones de euros, sin hacer mucho ruido ni comprar superestrellas, a diferencia de otros equipos adquiridos en los últimos años por millonarios

La llegada del grupo King Power contrastaba con otras inversiones millonarias en clubes de la Premier League. El mismo Srivaddhanaprabha explicaba nada más lograr el ascenso a la Premier en 2014 el porqué de su interés en el Leicester, que en ese momento estaba en Championship, y no en un club de primer nivel: “Cuando compramos el Leicester City hace cuatro años, mucha gente me preguntó por qué no compramos un club de la Premier y mi respuesta fue que eso no representaba un reto para mí. Comprar un equipo del Championship era más difícil. Mi objetivo era llevarlos a la Premier League y ahora estamos aquí”.

Vichai y su hijo 'Top' | Foto: King Power
Vichai y su hijo 'Top' | Foto: King Power

Pero el saneamiento del club no fue nada fácil. La inversión de 70 millones de libras en los primeros años puso al club al borde del temido fair play financiero. Sin embargo, el exitoso magnate tenía una bala en la recámara en forma de emisión artificial de 103 millones de acciones por valor de una libra. Esta estrategia financiera es muy común entre las empresas con problemas económicos. Lógicamente, el comprador de estas acciones no fue otro que King Power. De esta forma, el empresario logró sanear el club, aunque esta operación le obligó por tanto a comprometer y ligar el futuro de su empresa con el del Leicester, en un movimiento cuanto menos arriesgado.

King Power emitió 103 millones de acciones con valor de una libra, que fueron compradas por el magnate tailandés, para sanear el club

Pero salió bien. Y además este saneamiento económico coincidió con la salida del pozo de la Championship y el regreso a la máxima división del fútbol inglés, más de diez temporadas después y tras haber desperdiciado dos claras oportunidades de ascenso en las campañas 11/12 y 12/13.

El éxito deportivo se hizo esperar

Tras la llegada de King Power al Leicester, las cosas cambiaron pronto. En primer lugar, se cambió el nombre del estadio, después de una gran remodelación, y acudió a Sven Göran Eriksson, héroe de aquella Lazio campeona de Italia para guiar al equipo a la Premier League, pero el técnico sueco no cumplió con las expectativas por lo que, a la temporada siguiente, fue cesado. Regresó Pearson, quien había subido al Leicester de la League One a la Championship, y los dirigentes decidieron confiar en él para un proyecto deportivo a varios años. Tres cursos pasaron pero en la campaña 2013/14, el Leicester logró el ansiado ascenso tras desperdiciar dos temporadas en los play-off marcando el récord de puntos en el campeonato (102).

Recién ascendido a la Premier, el excéntrico presidente del club hizo estas declaraciones llenas de ambición que mucha gente tomó a broma: “Se necesitará una gran cantidad de dinero para llegar a los primeros puestos, posiblemente unos 200 millones de euros. Eso no nos desanima, solamente pido tres años y estaremos ahí”, afirmó Vichai.

El resto, ya lo saben. La primera temporada no fue como estaba previsto y, pese a la llegada de jugadores de calidad como Cambiasso, Ulloa, Nick Powell o Kramaric, el Leicester estuvo al filo del descenso toda la temporada aunque finalmente se logró la permanencia con una racha de seis victorias en las últimas siete jornadas. 

Imagen de la presentación de Claudio Ranieri | Foto: King Power
Imagen de la presentación de Claudio Ranieri | Foto: King Power

Durante la celebración del ascenso en Tailandia, multitud de escándalos sexuales provocaron la expulsión del técnico Pearson y de varios jugadores. Bendito escándalo que provocó la llegada de un Ranieri que parecía, tras su fracaso sin paliativos en la selección griega, acabado. No estaba tan acabado el arquitecto de un equipo que, ahora sí, es historia viva del fútbol.