Si bien falta todavía la final de la copa, los resultados de la Ligue 1 vuelven a mostrar una dictadura que ya raya en lo ridículo y que conlleva a mostrar el contraste en el que viven el resto de equipos franceses. Si bien el Mónaco trató de ser una competencia para el PSG esto no fue más que un espejismo porque los James, Kondogbia, Falcao, Moutinho y Kurzawa no pudieron competir contra la estabilidad del proyecto parisino. Por otra parte los otros grandes equipos como el Lyon y el Marseille no pueden o no quieren competir contra la poderosa chequera y sólo son comparsas que animan de vez en cuando el campeonato, de seguir así la Ligue 1 sólo será conocida por ser el surtidor del PSG o de los grandes equipos europeos.

Una tendencia peligrosa.

A lo largo de la historia del campeonato francés se ha podido observar que ha sido una liga donde no hay un equipo que domine por más de una década. El primer gran equipo que se dio a conocer fue el célebre Stade de Reims que de la mano del gran Raymond Kopa llegó a disputar la primera final de la Copa de Campeones cayendo contra el Real Madrid de Di Stefano, Rial, Puskas, etc. Con la salida del mago francés el Reims decayó rápidamente y nunca más pudo volver a figurar entre los grandes de Europa, a su vez la liga francesa no pudo formar grandes equipos para competir en lo más alto en la Copa de Europa o en la Copa de Ferias.

Sin embargo con el renacer de la liga debido a la interacción con otras culturas futboleras permitió que el fútbol francés empezara de nuevo a preocuparse por producir una nueva camada de jugadores y en la década del 70 el turno de dominador fue para el Saint-Étienne que pudo conformar un equipo con gran talento local con jugadores como Dominique Rochetau, Repellini, Gérard Janvion, Jacques Santini entre otros, y jugadores de afuera como Oswaldo Piazza y Christian López. Dominaron la liga y estuvieron cerca de ganar la Copa de Europa pero cayeron en la final del 76 contra un buen Bayern de München que privó a Francia de tener su primer campeón europeo. En este punto es cuando la Liga Francesa comienza a reactivarse como una buena fábrica de jugadores para las ligas más potentes.

Atisbos de cambios

La gran generación de jugadores franceses de finales de los 70 y principios de los 80 no se pudo consolidar en un único equipo y el campeonato fue parejo sin contar con un gran nivel comparada con las demás ligas importantes europeas, sin embargo con la llegada de Bernard Tapie al poder del Olympique de Marseille hizo que los acontecimientos tomaran otro rumbo. Tapie tuvo fama de ser un gran ejecutivo de Adidas, famoso por ser un playboy y tener comportamiento de magnate y con este pensamiento trajo algo desconocido para el fútbol francés: Glamour y dinero a raudales. Armó un Olympique con un entrenador espectacular como Goethals y con jugadores del calibre de Papin, Boksic, Völler, Boli, Tressor que se codearon de tú a tú con los mejores equipos de Europa, logrando alcanzar 2 finales de la Copa de Europa ganándola finalmente en 1993. En la Liga fueron amplios dominadores ganándola 5 años consecutivas.

Tapie fue inteligente y sabía que si sólo el Olympique iba a dominar la liga esta perdería emoción y por eso invirtió mucho en ayudar a que el PSG se convirtiera en la contrafuerza del Marseille ya que suponía también un enfrentamiento entre contrastes culturales entre las ciudades, añadiendo un canal televisivo para transmitir estos partidos en exclusiva: Canal +. Todo iba perfecto y el PSG inclusive con buen juego llegó a instancias decisivas en competiciones como la Recopa Europea pero se descubrió los desfalcos y escándalos de fraude de Tapie con lo que el Olympique se fue a la ruina y el PSG quedó en el limbo. Aprovechando esta situación llegó la hegemonía del Lyon dirigido por un buen dirigente como es Jean Michel Aulas que invirtió en el desarrollo de jugadores juveniles y fichando jugadores con un buen recorrido pero ajustándose a su presupuesto, el resultado fue una hegemonía de 7 años ganando la Ligue 1. En este periodo es justo mencionar la gran cantidad de jugadores que produjo la liga para exportar principalmente a la Premier League y la gran campaña del Mónaco en la Champions League del 2004, quedando subcampeón.

Presente y futuro.

Sin embargo con la llegada del grupo Qatarí a París de nuevo la brecha se quebró porque este grupo se adueñó de la televisión y con su gran dinero hizo imposible que los demás clubes le pudiesen competir y esto ha llevado a que la Ligue 1 se convierta en un torneo carente de emoción donde uno espera ver es las nuevas figuras juveniles que producen porque el resultado del torneo ya está escrito, ¿Pero cómo cambiar esta tendencia?

Si bien es difícil conseguir grandes inversores económicos hay equipos que pueden formar proyectos interesantes como el que propuso del Borussia Dortmund en Alemania donde se enfatizó en adquirir una cultura de juego y atraer jugadores bajo esta filosofía aun sabiendo que a futuro es difícil mantenerlos por las cantidades de dinero que se manejan en otros sitios pero sabiendo que esta escuela atraerá a jóvenes con ansias de aprender algo bueno para su desarrollo como jugador.

En este punto los Lyon, Marseille, Saint-Étienne, Bordeaux y Mónaco están cayendo porque cambian de proyecto deportivo o no son capaces de mejorar las bases que se tienen haciendo que a la menor sacudida todo se vaya al suelo. Los resultados son deplorables porque salvo el PSG, ningún equipo francés ha dado la talla en la Europa League y en la Champions League teniendo buenos jugadores para hacerlo porque la selección Francesa que disputará la Eurocopa cuenta con jugadores del torneo local y que han sido formados en las canteras de los equipos franceses, falta es un poquito de ambición y de ganas de querer salir del estancamiento que se tiene para que la Ligue 1 sea un torneo más global y así ganen todas las partes: Jugadores, aficionados y dirigentes. 

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