El mundo del fútbol es uno de los lugares donde los soñadores y optimistas se mueven con más comodidad, y prueba de ello eran los miles de seguidores del Derby County que viajaron hasta Kingston upon Hull. No se escuchó otra cosa que sus cánticos durante los 90 minutos de partido, y sus jugadores sintieron la electricidad del ambiente convirtiéndola en una gran actuación sobre el terreno de juego. En 30 años de play-offs ningún equipo consiguió remontar una desventaja de tres goles, y Steve Bruce en su partido 200 al cargo del Hull City no pensaba permitirlo por primera vez. Con mucho más sufrimiento del previsto, los tigers sellaron su pase a la gran final de Wembley donde se enfrentarán al Sheffield Wednesday de Carlos Carvalhal haciendo valer el 0-3 de la ida.

Hughes y Hernández luchan por un balón. Foto: Reuters
Hughes y Hernández luchan por un balón. Foto: Reuters

Carneros con piel de león

Las alineaciones iniciales deparaban a un Hull City más defensivo con la sorpresa de Tom Ince en el banquillo visitante. El Derby County saltó con todo jugador ofensivo de que disponía en plantilla, Andreas Weimann, Chris MartinJohnny Russell en punta de ataque para presionar a sus rivales desde el primer minuto, y vaya si lo consiguieron.

En los primeros 9 minutos la posesión para el Derby County fue de un 78%, salieron a comerse el mundo en un estadio donde el dominio suele ser de color naranja. Liderados por un Will Hughes recuperado plenamente los rams tuvieron dos ocasiones en los primeros cinco minutos tratando de avisar. Da gusto ver al rubio centrocampista buscar pases en profundidad, superar líneas de presión con un primer toque o realizar controles imposibles. Su gravísima lesión en el primer partido de la temporada no ha afectado en absoluto a su juego y con ocho partidos disputados ha llegado a este tramo final de la temporada en unas inmejorables condiciones.

Russell abrió el marcador en el minuto 6 de la primera parteEl más activo en la primera mitad fue el extremo escocés Johnny Russell, que a los seis minutos abrió el marcador gracias a una grandísima jugada del lateral derecho Christie que tras recorrerse 50 metros de campo en una jugada personal, tuvo aún el suficiente empaque para poner un centro medido en la cabeza de Chris Martin. El gigantón inglés se la dejó en el área pequeña a Russell que en dos ocasiones y tras recoger el rechace inicial devolvía la ilusión a los visitantes.

Shackwell y Hernández se enzarzaron en varias ocasiones durante el partido. Foto: Reuters
Shackwell y Hernández se enzarzaron en varias ocasiones durante el partido. Foto: Reuters

El primer disparo al puerto del Hull llegó en el minuto 25En las gradas las caras de los seguidores locales parecían mostrar un cierto aire de preocupación, pues el escenario ideal para la remontada se estaba cumpliendo a la perfección, un gol tempranero y la creencia general de que podía ir a más, no tanto por una fragilidad local como por la energía y buen juego mostrado por el Derby County. En el minuto 17 de nuevo Russell estuvo cerca de hacer el segundo y no sería hasta el 25 cuando los tigers consiguieran liberarse un poco de la presión visitante con un disparo lejano (el primero del Hull a puerta) de Livermore.

Los de Darren Wassall parecían un equipo completamente diferente al que se marchó humillado de su propio estadio hace apenas unos días. Las instrucciones eran claras, finalizar todas las jugadas con un disparo a puerta. Chris Martin provocó una falta muy peligrosa en la frontal del área en el minuto 29 en la que Bryson estuvo a punto de duplicar la ventaja con un potente zurdazo lejano. El hambre de remontada del Derby County no solo se pudo observar en ataque, pues pasado el minuto 30 fuimos testigos de una acción en la que hasta cuatro jugadores visitantes se lanzaron a rechazar un disparo lejano de los tigers para enviar a córner un tiro peligroso.

A los 35 minutos los carneros dan un paso de gigante hacia el milagro con una gran apertura a banda de Russell y un centro magnífico del sueco Olsson con efecto que tras tocar en Curties Davies termina metiendo Robertson en su propia portería. La realización enfocaba a las gradas y en la cara de los seguidores se hacía notoria la preocupación. 0-2 al descanso y un partido completamente nuevo para los segundos 45 minutos.

Robertson introduce el balón en su portería. Foto: Getty Images
Robertson introduce el balón en su portería. Foto: Getty Images

Como tigres defendiendo a sus cachorros

La segunda mitad comenzó como terminaron los primeros 45 minutos, con una ocasión inmejorable para los visitantes que pudieron empatar la eliminatoria a las primeras de cambio. A los tres minutos Chris Martin se internó en la izquierda por velocidad para de tacón dejarle el balón a Weimann que se la pone a Bryson que sólo en el área pequeña delante del portero no consigue rematar con claridad enviando el balón desviado. La ocasión de los 100 millones de libras terminó en los pies de un centrocampista que no pudo concretar la asistencia del austriaco. 

Will Hughes ha disputado ocho partidos este año tras lesionarse de gravedad en el primer encuentro de la temporadaEl mensaje le llegó alto y claro al veterano Steve Bruce que decidió imponer desde entonces un ritmo de partido más bajo trabando el ataque visitante con faltas constantes. Los de Wassall entraron ocasionalmente en el juego de las provocaciones de hombres como Abel Hernández aunque seguían centrados por completo en conseguir el gol de la remontada.

El Derby seguía a lo suyo, que fue encerrar al Hull City en su campo, pues entre el minuto 55 y el 65 la posesión fue del 88% para los visitantes, y lo más preocupante de todo para los tigers es que fue en el último tercio del terreno de juego. Ante la acumulación de jugadores por detrás del balón, Chris Martin decidió intentarlo desde lejos y a punto estuvo de batir a Jakupovic con un derechazo ajustado con efecto.

Hughes y Livermore luchan por un balón. Foto: Getty Images
Hughes y Livermore luchan por un balón. Foto: Getty Images

Minutos antes Tom Ince volvió a pisar el césped del que fue su hogar y desde ese momento se convirtió en el centro de todas las iras de los seguidores locales. Cada balón que tocaba se acompaña de una sonora pitada, y cada disparo que no encontraba la portería iba seguido de una gran burla. Los asistentes al KC Stadium necesitaban estos momentos de alivio para canalizar la presión que estaban viviendo al acercarse los últimos minutos de partido. Un gol visitante les obligaba a jugar una prórroga con la moral por los suelos. 

Bruce cumplía su encuentro 200 al cargo del Hull CityEn los últimos 20 minutos el fútbol pasó a un segundo plano para dejar tan sólo imágenes de 22 hombres luchando con el corazón. Los locales se enzarzaron en una sucesión de despejes errados, entradas a destiempo y salidas en falso del portero, pues el Derby County no cesó en su empeño con mil y un centros laterales, disparos lejanos y arrancadas imposibles. El veterano Darren Bent entró en el terreno de juego para intentar un milagro que ya no se produciría, los carneros estuvieron a un paso de vencer a los tigres, pero en el fútbol como en el mundo animal, el más fuerte suele salir vencedor.

Los aficionados del Hull invadieron el campo tras el pitido final. Foto: Getty Images
Los aficionados del Hull invadieron el campo tras el pitido final. Foto: PA

El Hull City se medirá al Sheffield Wednesday en una final donde el cuarto y el sexto clasificado en los 46 encuentros  disputados superaron a sus rivales en la eliminatoria de los play-offs de promoción a la Premier League. Brighton and Hove Albion y Derby County han sido unos dignísimos rivales que bien podrían haber estado también en Wembley, aunque tendrán que esperar al menos otro año para conseguir el tan ansiado ascenso.