Ambiente de gala en el Saint Denis porque viajaron los marselleses a la capital para disputar la final con la ilusión de reivindicar en algo la temporada de pesadilla, porque los hinchas del PSG querían ejercer de local y seguir pavoneándose como el equipo más admirado de Francia, porque era la despedida del PSG de un ícono como Zlatan, porque la gendarmería iba a ofrecer el espectáculo de tocar la marsellesa para que el estadio la cantara a capela. Y salió un gran partido de fútbol entre los dos equipos más representativos de Francia, un 4-2 para el PSG algo largo que lograron ganar el triplete local: Liga, Copa de la Liga y la Copa de Francia.

Inicio de vértigo.

Comenzó el partido moviendo la pelota el Olympique y se notó desde un principio que tenía unas ganas enormes de disputarle de tú a tú el partido al PSG, esas ganas fueron originadas por la pésima temporada que comenzó con la salida de Bielsa en la fecha 1 y salvándose del descenso en las últimas jornadas. Al minuto 1 Barrada avanzó sólo sin oposición y sacó un remate desde unos 25 metros que se fue cerca del arco de Sirigu, en la respuesta Ibrahimovic controla el balón ante los dos centrales del Marseille y cede para Matuidi que dispara centrado, todo esto en apenas un minuto pero faltaba lo mejor. Arrancón de Di María ante Rekik que saca un centro y Matuidi sólo ante Mandanda y ante la atenta mirada de Isla se cuela para adelantar a los parisinos.

Golpe fuerte para el Marseille que sin embargo se encomendó a un venerable Lass Diarra para mantener la calma y seguir adelante, el PSG intencionalmente se retrasó 20 metros y puso a todos sus jugadores por detrás de la línea del balón, Cavani estaba de carrilero izquierdo y Di María como carrilero derecho mientras Rabiot hacía de mediapunta y Zlatan era el pivote del equipo. En el Marseille, Thauvin y Barrada jugaron muy separados entre sí porque fueron extremos pero tenían como puente a Lass y a Isla, en ocasiones Fletcher se tiraba a una banda para crear la superioridad y liberar a Batshuayi

Sufría Stambouli que no podía con Lass que manejaba los tiempos en el Marseille aunque en las basculaciones el PSG no sufría al tener a Di María y a Matuidi en los relevos a Aurier y a Maxwell. Pero al minuto 12 Lass finalmente logra filtrar un gran balón entre líneas para Thauvin que se tiró a la zona del mediapunta y girando fácilmente sobre Maxwell encuentra un perfil para rematar y con un leve desvío de Thiago Silva ponía el empate 1 a 1. Qué partido el que se vivía en Saint Denis y todavía lo que faltaba, el Olympique creando más anarquía fue capaz de hacer alargar al PSG que veía como Cavani perdía una guerra estéril en la banda izquierda ante Manquillo porque Maxwell tenía que proteger bastante a Thauvin y por el otro costado Mendy era una amenaza para Aurier por lo que Fletcher o Batshuayi quedaban mano a mano con los centrales.

Pausa necesaria.

Alrededor de los 20 minutos el PSG fue adelantando líneas y cesó la presión alta del Marseille pero a los parisinos le faltaba mucho un conductor como Verratti o en su defecto Pastore para saber en qué preciso cambiar el ritmo del juego o darle mayor verticalidad al ataque y es por esto que todo terminaba en esfuerzos inútiles donde se derrochaba bastante físico pero la ganancia era nula. Eso sí teniendo en cuenta que por la calidad de los jugadores en cualquier individualidad podía el PSG generar ventaja y eso fue justo lo que sucedió en el minuto 35 cuando en un cobro de Di María cabecea Marquinhos para Zlatan que define a las carreras sobre Mandanda pero se encuentra con las manos de Thauvin que sacan el balón, pero el árbitro no señaló el claro penal.

El resto del primer tiempo fue un querer y no poder de los dos equipos, el Marseille quería recuperar fuerzas después del esfuerzo titánico de los primeros 15 minutos y al PSG le faltaba una velocidad más que no se la podía dar Di María por el excelente trabajo sobre él de Lass y de Barrada, Rabiot como mediapunta no podía romper líneas ni en velocidad ni en pase y Cavani no generaba los desmarques de ruptura deseados porque de extremo era muy complicado que le ganase en velocidad al joven Manquillo. Así finalizaba la primera mitad.

Dos puntillazos parisinos.

No estaba todavía la totalidad del estadio sentada para el inicio de la segunda parte cuando se quiebra el partido con la acción infantil de N’Koulou al hacerle una zancadilla a Matuidi en el área que Zlatan transformó en gol. El Olympique reaccionó con Thauvin que tenía mareado a Maxwell y al no recibir ayudas de nadie quedaba mano a mano con el veloz extremo y en el 52 asiste para Fletcher que definió horrible, era el empate. En este momento el PSG decide mandar a Di María a la derecha y retroceder a Rabiot para que jugase más cerca de Stambouli y ayudara a contener los arrancones de los extremos marselleses.

Pero la falta de jerarquía le cobró otra pasada al Marseille, en el minuto 56 Isla pierde un balón saliendo que Di María da a Zlatan y este ve sólo a Cavani ahora si de centro delantero para que ante la salida de Mandanda definiese por abajo y pusiera una distancia irrecuperable para los de Passy. El PSG le quiso dar el balón al Marseille consciente de las debilidades en el ataque estático y retrocedió unos metros buscando la contra con Di María como conductor, Franck Passy al ver esto decide ingresar a Remy Cabella por un inédito Steve Fletcher pero el sacrificio de Matuidi y de Rabiot para acompañar Stambouli hacían que siempre el PSG ganase por el centro, y por las bandas ya el Marseille no generaba la superioridad salvo con Thauvin pero en el minuto 69 tuvo que salir Barrada por lesión y en su lugar ingresó Brice Dja Dje Djé que pasó a jugar de carrilero por derecha por lo que Flaurin pasó a ser armador junto a Cabella.

El Olympique quería pero no podía y Blanc aprovechó para modificar al equipo con la entrada de un velocista puro como Lucas Moura por Cavani para garantizar la transición rápida y de David Luiz por un agotado Stambouli para ganar más físico y altura. El plan salió perfecto porque el Olympique por izquierda no generaba nada y por derecha Dja Dje Djé terminaba mal las jugadas, no se veía como podía el Marseille meterse en el partido y para colmo de males en el 82 Rabiot rompió la presión de Isla y de Lass para que Matuidi asistiera a Zlatan que aprovechó que N’Koulou no sabe que es un achique para irse mano a mano y definir ante Mandanda y poner un 4-1 largo para el desarrollo del partido.

El Marseille siguió luchando como muy raras veces hizo en la temporada en la liga y en el 82 Batshuayi se encontró con Sirigu después de una gran asistencia de Dja Dje Djé hasta que en el 87 el belga tuvo su premio ante un rechace del portero italiano a un remate de Mendy que Michy mandó a guardar para el 4-2. Acto seguido Blanc decide homenajear a Zlatan y lo sustituyó ante el delirio de la grada parisina que despidió al crack sueco de pie, al igual que sus compañeros. Después de esto Moura falló un mano a mano ante Mandanda y después del pitido final vino la celebración de los jugadores y de los aficionados del PSG ante la desolación de un dignísimo Olympique de Marseille que mostró una gran actitud pero que se demuestra que lamentablemente sigue a varios peldaños de su gran rival, y parece que la distancia crece más y más.

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