Hace unos días España goleaba a una débil Corea del Sur. Los asiáticos, hambrientos tras la dura derrota, vencieron por la mínima a una desordenada República Checa. En el último amistoso antes de la Eurocopa, los centroeuropeos no han demostrado que están preparados para enfrentarse a la vigente campeona, algo que puede cambiar en el transcurso de la próxima semana.

No comenzó bien el partido para los de Vrba, los coreanos se mostraron muy ofensivos e intentaron destruir el sistema de ataque del seleccionador. Lo consiguieron por primera vez en el minuto 26, Yoon Bit-Garam abrió el marcador con un buen gol de tiro libre, el meta gunner no pudo hacer nada frente al gran tiro del asiático. Al contraataque se produjo el segundo gol de los visitantes, el veterano Rosicky perdió el balón en el centro del campo y los surcoreanos montaron rápidamente la jugada de contra que culminó Suk Hyun-Jun en la portería de Cech.

Cuatro cambios introdujo en total Pavel en el descanso, se dispuso a ir a por el partido al ataque. Con un centro del campo muy veterano (Rosicky y Plasil) llegó el primer y único gol de los checos. Justo en el arranque de la segunda mitad, Suchy, que acaba de entrar por Kadlec, disparó desde lejos. El balón rebotó en Tae-Hwi y entró ante la impotencia del guardameta asiático. Tras la expulsión de Gebre Selassie a la hora de partido, el equipo europeo perdió intensidad y se apagó. Pese a la derrota, los europeos superaron a los asiáticos en posesión levemente y en tiros con una diferencia de ocho. Los checos también disfrutaron de ocho saques de esquina más, los visitantes hicieron un total de veinte faltas frente a once de los locales. La única expulsión del partido fue para la República Checa. Tras el pitido final, Vrba y los suyos comenzaron a pensar en el partido contra España.

El 13 de junio será el estreno de los checos en el campeonato de Francia, una semana y un día separan el amistoso contra Corea del Sur y el primer partido de la Eurocopa, llega la hora de la verdad para Vrba que llegó a la selección en 2014, no jugó el Mundial de Brasil pero consiguió clasificarse para la Eurocopa con creces. Probablemente será el último gran campeonato de jugadores como Cech, Rosicky o Plasil, una generación plagada de estrellas que da su relevo a otra prometedora generación.