El anfitrión de esta Copa América Centenario logró el pase a las Semifinales, después de derrotar a la selección de Ecuador. La primera mitad estuvo muy disputada, con ambos equipos logrando generar acciones de peligro, pero sin que ninguno se mostrara superior a su rival. En la segunda parte, los estadounidenses lograron anotar un segundo gol que les ponía en el camino a semifinales, pero un gol de los ecuatorianos hizo que estos trataran de empatar el partido hasta el final, pero no lo consiguieron.

El de siempre

Desde el inicio se vio un partido muy intenso, en donde se veía que los dos equipos conocían la importancia del mismo. Ello llevó a que se vieran dos equipos muy activos en tareas ofensivas, aunque era el conjunto anfitrión el que poco a poco fue controlando el ritmo del juego. Esta situación dejó a los ecuatorianos un planteamiento que se amoldó a lo que esperaban en donde con rápidas transiciones de defensa-ataque, buscaban sorprender al equipo rival.

Con el paso de los minutos la posesión el balón volvió a ser para ambos equipos, en donde el centro del campo se convirtió en la zona del campo donde se desarrolló gran parte del juego. Esto dio paso también a que se vieran llegadas a portería de los dos equipos, aunque las generadas por los sudamericanos parecían entramar mayor peligro.

Cuando el partido llegó al ecuador de la primera mitad, los estadounidenses aprovecharon su primer disparo a puerta para sorprender a su rival y adelantarse en el marcador. Una acción individual de Wood descolocó a la línea defensiva, lo que dio la oportunidad a Jones de centrar el balón al punto de penalti. En esta posición apareció Dempsey libre de marca para conectar un cabezazo al fondo de la red.

Este tanto obligó a la selección ecuatoriana a adelantar varios metros sus líneas con la intención de buscar el gol del empate. Esta situación iba a permitir a los anfitriones a encontrar muchos espacios a la espalda de la defensa, que fueran aprovechados por sus extremos.

En los minutos finales de esta primera parte, los sudamericanos trataron de imprimir a su juego algo más de intensidad para irse al descanso con un marcador más positivo para ellos. Sin embargo fue su rival el que contó con las mejores oportunidades para haber ampliado la ventaja.

Orgullo estadounidense

La segunda parte comenzó con un combinado ecuatoriano muy intenso, que asedió la portería de Guzan, pero sin apenas conseguir poner en problemas a su rival. Pero cuando el partido apenas superaba los 50 minutos, una agresión de Valencia sobre Bedoya, le costó al ecuatoriano la segunda amarilla y la expulsión. Aunque los estadounidenses también se verían con unos menos ya que Jones fue expulsado a causa de la tangana que se montó tras la agresión de Valencia.

Esta acción hizo que el partido se le fuera de las manos al árbitro ya que en los siguientes minutos se vieron entradas muy feas entre los dos equipos que hubieran sido merecedoras de una amonestación.

Esta circunstancia hizo que el conjunto norteamericano le imprimiera mayor intensidad a su juego, espoleados por una afición entregada, y en los siguientes minutos tuvieron muchos acercamientos peligrosos sobre la meta ecuatoriana,

Y no fuehasta que el partido superó los 60 minutos, cuando una jugada dentro del área entre Dempsey y Zardes, finalizó con un disparo del delantero local (Dempsey juega en Seattle Sounders), que Zardes empujó en la línea de gol para asegurarse de que el esférico no golpeara en el palo y saliera.

A 15 minutos del final del partido, Ecuador consiguió recortar distancias en el marcador, gracias a una jugada ensayada de un saque de falta lateral. Arroyo recibió un balón sólo en la frontal, después de un gran desmarque y su disparo se introdujo en el fondo de la portería entre la marea de piernas que tenía por delante. Este resultado hizo que el seleccionador estadounidense diera entrada a Beckermann por Dempsey, para así de esa manera volver a tener el control del balón en el centro del campo.

Pese a estos cambios, los estadounidenses no conseguían controlar el ritmo del partido, ya que su rival estaba consiguiendo encerrarles en campo propio, sin apenas oportunidades de salir con el control del balón.

Hasta el último minuto, la selección ecuatoriana lo intentó, pero la defensa rival rindió a un gran nivel. Impidiendo muchas de las acciones y dando el pase a semifinales al anfitrión de esta Copa América Centenario, por segunda vez en su historia.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.