En el Velodróme sigue el ambiente de guerra, afortunadamente esta vez podemos hablar de una guerra futbolística en el estadio y no de aficionados disfrazados de paramilitares destruyendo todo a su paso. Hungría llegaba dejando una fantástica imagen ante Austria donde su idea de juego asociativo dejó anonadados a propios y extraños, mientras que Islandia venía de mostrar su férrea defensa en el segundo tiempo contra Portugal y de sobrevivir del juego largo y las segundas jugadas. 

Los vikingos saben presionar

Comenzó el juego moviendo Islandia y lanzando un pelotazo para que Hungría saliese desde atrás con Guzmics y Juhász ubicándose de forma bastante abierta y sin embargo rápidamente Sigthórsson y Bödvarsson fueron a presionarlos conociendo las carencias en técnica de los centrales húngaros para de esta forma hacer que el circuito de juego fuese cortado desde la raíz.

Presión de los delanteros islandeses sobre los centrales húngaros

Sin embargo los volantes islandeses pronto decidieron dimitir de jugar en campo rival y retrocedieron dejando una gran parcela que pronto fue ocupada por Nagy y por Gera que jugaban y combinaban a placer con Dzsudzsák y con Kleinheisler los cuales a su vez estaban encargados de hacer permutas con el fin de aprovechar su velocidad y su desborde para asistir a Priskin que era el único punta  que fijaba a Sigurdsson con Árnason. En ocasiones el centro delantero magiar se tiraba a la banda para que Stieber ocupase su puesto y se llevara consigo al lateral derecho Saevarsson.

Pero Hungría empezó a atascarse por las bandas debido a que Bjarnason y Gudmundsson jugaban demasiado juntos a sus laterales haciendo que Balasz Dzsudzsák y Stieber quedasen en inferioridad numérica y si bien jugasen con perfil cambiado hacían que Kleinheisler y Gera viviesen en medio de todo el mediocampo islandés con lo que el juego interior de Hungría había desaparecido gracias al esfuerzo en las basculaciones de Bjarnason y Gudmundsson. A los 9 minutos Islandia aprovechó un saque de banda y Bödvarsson le ganó en fuerza a Guzmics y cabeceó sólo por encima de Király.

El mediocampo islandés haciendo densidad y bloqueando a Hungría

Islandia se adelanta en el marcador.

Los laterales magiares salían con facilidad en los primeros 25 metros pero claramente Lang aportaba mayor profundidad que Kádár por su categoría y nivel técnico por lo que el flanco derecho era más peligroso para contener por parte de Islandia hasta que Bjarnason empezó a marcar a Balasz al hombre. Por otra parte Nagy se incrustaba como tercer central una vez daba el primer pase y evitaba que Islandia quedase en superioridad numérica en las transiciones.

Islandia si bien no tenía el balón aprovechaba cualquier transición para ganarle a los flojos defensas húngaros, a los 30 minutos Gudmundsson le gana la espalda a Kádár pero definió muy mal ante el achique de Király. La respuesta húngara no se hizo esperar  y a los 33 Kleinheisler con un lindo enganche y remata afuera hizo exclamar a la afición magiar, pero a los 38 minutos un error de Király en la salida dejando el balón suelto hace que Kádár le cometa una zancadilla a Gunnarsson y el árbitro señalase penal para Islandia que Sigurdsson aprovecha para adelantar a Islandia con un magnifico cobro. A partir de este momento inoperancia de Hungría para romper las líneas por dentro, mucha lateralización y Gera desaparecido por lo que Islandia hizo superioridad en el medio aislando a Kleinheisler. 

Misma tónica en la segunda parte

Ante la carencia en velocidad de ejecución de Gera los islandeses lograban bloquear los pasillos interiores para evitar que el juego de Hungría se hiciese fluido. El 4-4-2 en forma lineal lograba hacer sentir mal a los magiares que no tenían como romper las bandas y su única opción de llegada eran centros a la cabeza de Sigurdsson y Árnason que se hacían inexpugnables ante el pobre Priskin que le tocaba luchar contra 5 jugadores islandeses. De vez en cuando este delantero lograba pivotear y combinar con Balasz y con Kleinheisler para sorprender, pero sus remates siempre encontraban una pierna islandesa. 

Islandia aislando a Nagy y a Gera

A los 65 entra Hallfredsson por Gudmundsson con lo que al ser el primero un jugador de mejor conducción, Islandia pudo tener un poco más el balón y hacer posesiones en campo rival con el fin de defenderse con el balón y no sólo con la potencia física para causar impotencia en Hungría. Balasz que nunca se cansó trató por medio de un tiro libre empatara pero su remate fuerte fue atrapado por Halldórsson. En el minuto 67 Bernd Storck quiso cambiar la suerte del partido ingresando al centro delantero Böde por Priskin y a otro delantero centro, Nikolíc por Stieber, pero lo único que hizo fue acumular más jugadores en el área a los que no les llegaba el balón en condiciones óptimas. En Islandia con Hallfredsson en cancha se mueve hacia el centro Bjarnason. 

Partido cortado con final inesperado

Al minuto 69 entra Finnbogason por Bödvarsson para refrescar la delantera ya que los dos atacantes se habían partido el alma presionando a los centrales húngaros. Pero con el correr de los minutos la intensidad en el juego aumentó y pronto se hizo presente el juego brusco que fue bien castigado por el árbitro que amonestó a Finnbogason, Saevarsson por Islandia y a Kádár y Kleinheisler por Hungría. Mientras tanto el técnico de Islandia Lars Lagerbäck hizo entrar a Eidur Gudjhonsen para que se ganase la ovación merecida del respetable por Sigthórsson, ya que el ex Barcelona y Chelsea entre otros iba a jugar los primeros minutos en un torneo oficial con su selección. 

Storck quemó su último cartucho con la entrada de  Szalai por Juhász con lo que sacaba a un central que no marcaba a nadie y sumaba un hombre que podía jugar por fuera. Al minuto un centro de Nikolíc que le gana a Hallfredsson la espalda termina con autogol de Saevarsson desatando la locura en Marseille de los hinchas húngaros que se desbordaron. Los islandeses no lo creían porque su despliegue fue espectacular con unas basculaciones perfectas y cerrando el centro del campo, trataron de ir por el partido y en el segundo minuto de reposición  Gudjhonsen remató desde la frontal pero su disparo fue rechazado por Guzmics dejando con sinsabor a los islandeses.

Aun así Islandia depende de sí mismo para pasar ya que de ganarle a Austria podría pasar como segundo o uno de los mejores terceros, mientras que Hungría deja con 4 puntos una buena renta y seguramente estará en los octavos de final. Un equipo que tiene mucha fe en sus recursos y ha sabido potencializar la idea de Storck a pesar de que no tenga jugadores fuera de serie.