Gianni De Biasi es un tipo de emociones fuertes, es 'heavy metal' puro como buen italiano enfermo por el fútbol. El miércoles pasado luego de la derrota de la selección albanesa en Marseille ante Francia reaccionó violentamente y de mala manera contra uno de sus asistentes. Tras vencer a Rumanía, disfrutó del juego con la intensidad que origina estos encuentros y si bien reconoce que no es fácil que Albania esté en los octavos de final, el triunfo para él es una cuestión de orgullo y de merecimiento por el buen fútbol que habían mostrado el día de hoy.

Situación dificil pero no imposible

De Biasi reconoció la emoción que es para una nación como Albania ganar su primer partido en una Eurocopa, teniendo en cuenta los conflictos históricos que ha tenido este pequeño país en el último tiempo: "Estoy seguro de que los albaneses en el país y en todo el mundo están felices. Sin embargo, fue en una situación difícil, pero hasta ahora no hemos logrado hacer que esta victoria sea más histórica de lo que ya es".

De Biasi es conocedor perfectamente de las limitaciones de su selección y en todo momento se ha sentido orgulloso del desempeño de sus dirgido: "Somos concientes de que nuestras expectativas en este grupo eran muy pocas, pero considero que hemos dado la cara en todos los partidos ante rivales superiores y esta victoria fue una liberación desde todos los puntos de vista, porque el gol nos ayudó a sentirnos mejor en el campo".

El seleccionador de origen italiano que ha sido adoptado como un albanés más destacó la dificultad que generó la selección rumana el día de hoy en Lyon: "A pesar de que no hayamos producido muchas ocasiones de gol, creo que hemos producido un juego de calidad y siempre estuvimos fuerte mentalmente. También fuimos capaces de contener a nuestro oponente".

Fuertes en todo momento

De Biasi sabía que su selección no fue inferior ni a Suiza ni a Francia en sus dos anteriores encuentros y por eso vio el triunfo de sus dirigidos como algo merecido: "Después de nuestra derrota contra Francia, podríamos haber acusado el golpe de la derrota, pero encontramos la energía suficiente para levantar la cabeza".

Al ser cuestionado por dejar a su capitán y hombre más reconocido, Lorik Cana, el seleccionador respondió lo siguiente: "Fue una decisión muy difícil. Le informé de mi decisión hoy, después del almuerzo. No he hecho muchos cambios con respecto al partido contra Francia, por lo que he sacrificado a Lorik. Pero sigue siendo muy generoso y un gran líder. Es verdaderamente un hombre que se entrega para el equipo. Antes del partido, ayudó a otros jugadores en el aspecto motivacional. Me quito el sombrero por su comportamiento".

Si bien Albania aún no está segura para los octavos de final, este equipo y su entrenador demostraron que no vinieron a la Eurocopa de paseo y a conocer los campos franceses sino que con arrojo y orden pudieron competir optimizando sus virtudes y minimizando sus errores.