El fútbol, como la vida en general, da muchas vueltas. Hace tan solo cuatro años, Ucrania y Polonia estaban organizando juntas una Eurocopa en la que ninguna logró pasar de la primera fase. Esta misma tarde, el destino quiso que fuesen los ucranianos los encargados de certificar desde el césped como los polacos superaban por primera vez la fase de grupos del torneo. No fue un partido brillante, pero es sin duda historia de un país cuya selección aún puede darle más alegrías en este campeonato. Invictos y sin haber encajado un solo gol, los de Nawalka sueñan ya con la posibilidad alcanzar los cuartos de final.

Sin embargo, no es un día para desatar la euforia. Solo una calamidad habría dejado a los polacos fuera de la siguiente ronda, y en la alineación el técnico dejó claro que tenía la mente más puesta en el próximo partido que en el de hoy. La suplencia de hombres importantes como Piszczek, Blaszczykowski o Grosicki, sumada a la falta de tensión que se vio en los hombre rojiblancos sobre el césped, evidenció que el cuadro ucraniano era la última preocupación de los polacos. No era un día para desgastarse físicamente o arriesgarse a una lesión. Ninguno estaba dispuesto a que un sobresfuerzo le costase perderse la histórica cita que vivirán en unos días.

De más a menos

Pese a todo, la floja salida de Ucrania concedió a Polonia un asedio de cinco minutos que a punto estuvo de tener consecuencias en el marcador. A base de balones a la espalda de los centrales, los rojiblancos disfrutaron de claras ocasiones nada más empezar: la primera, un mano a mano de Milik ante Pyatov en el minuto tres que salvó el guardameta ucraniano. Pocos segundos después, Lewandowski, que está viviendo muy marcado en esta Eurocopa, logró por fin recibir solo en el área, pero su remate de primeras a centro del propio Milik no vio portería. Fue una de esas ocasiones que el punta del Bayern no suele desaprovechar. Le ha costado ser él mismo en esta primera fase.

Las ocasiones polacas sirvieron para despertar a los de Fomenko, que poco a poco comenzaron a hacerse con el balón y a tomarle el pulso al partido. Tras un inicio claramente dominado por los de Nawalka, el guión cambió de forma repentina, y el control del juego pasó a manos de los ucranianos, que pudieron adelantarse en el minuto 10 en un mano a mano de Zozulya ante Fabianski. El del Dnipro recibió con ventaja, pero tardó en armar la pierna y Pazdan logró taponar su disparo con una buena estirada.

Pese al fallo, la tendencia del choque era clara. La posesión se fue haciendo exclusivamente ucraniana, pues con su presión adelantada obligaba a Polonia a abusar de los balones en largo, que, pese a la altura de Lewandowski y Milik, no era capaz de ganar. Ucrania tocaba con calma y presionaba con ferocidad, y en un error de salida de balón polaca tuvo una nueva ocasión para adelantarse, pero Yarmolenko, que se plantó solo ante Fabianski, dirigió muy mal su disparo, que se fue muy desviado.

Foto: UEFA
Foto: UEFA

Tras unos intentos 25 minutos, la primera parte decayó en ritmo y se hizo muy lenta

No obstante, con el paso de los minutos el ritmo fue poco a poco bajando hasta el punto de que los últimos compases del primer tiempo parecieron un amistoso de verano. Los de Fomenko seguían siendo dueños del balón, pero más por falta de ganas de los polacos de tenerlo que por mérito propio, mientras que los de Nawalka, que sabían que el empate les garantizaba el segundo puesto, esperaban cómodamente replegados. El gol de Mario Gomez para Alemania en el minuto 30 del otro encuentro del grupo les permitía serlo incluso perdiendo, y, por lo que se vio en el terreno de juego, la noticia les llegó. Los minutos pasaron sin que nada ocurriera. Al descanso, el duelo parecía haberse convertido en un amistoso de verano.

Blaszczykowski no entiende de trámites

Nawalka, lejos de conformarse con unos soporíferos 45 minutos, optó por dar entrada a Blaszczykowski al descanso, y con ello dio alas a los suyos. El de la Fiorentina contagió de energía a sus compañeros con sus internadas por banda derecha, y en una de ellas cedió el balón a Jodlowiec para que disparase y forzase en el minuto 53 el córner que dio lugar al único tanto del partido. Tras una maravillosa jugada de pizarra, el propio Blaszczykowski recibió el balón dentro del área, recortó a su defensor, y batió a Pyatov con un potente disparo. Casi sin querer, ya mandaba Polonia.

Foto: UEFA
Foto: UEFA

El tanto fue un mazazo para Ucrania, que un minuto después pudo recibir el segundo en un mano a mano de Kaputska que se marchó desviado, pero, con más fe que cabeza trató de levantarse. Los polacos retomaron el plan pasivo de la primera mitad, y los ucranianos volvieron a ser controladores del partido aunque sin demasiado peligro. A base de disparos lejanos y de internadas por la banda pusieron en algunos apuros a la zaga rival, pero nunca dio la sensación de que el empate fuera inminente. El cansancio y el golpe moral habían debilitado en exceso a los de Fomenko.

Polonia ni siquiera quiso hacer sangre a la contra, y se dedicó a esperar el pitido final para celebrar, ya de manera oficial, el pase a los octavos de final. Es la primera vez que supera la fase de grupos de una Eurocopa, algo que, pese a que se daba prácticamente por hecho antes de iniciar el torneo, es un importante motivo de celebración. El 25 de junio a partir de las 15:00 se encargarán, junto a Suiza, de abrir los octavos de final. La historia se seguirá escribiendo entonces.