El Stuttgart ya va perfilando, poco a poco, su plantilla de cara a la próxima temporada 2016-2017, en la que el descenso a la segunda división del fútbol alemán ha condicionado en gran medida la continuidad de alguno de sus mejores futbolistas. El último en salir ha sido el centrocampista de Costa de Marfil Serey Dié.

Imprescindible en el Stuttgart

Desde su llegada en febrero de 2015 el futbolista fue un fijo para sus entrenadores, que siempre contaron con él como el complemento perfecto para Gentner en el centro del campo. Su veteranía, su corrección táctica y su intensidad a la hora de robar el balón siempre fueron bien acogidas en un equipo que veía como Oriol Romeu o Carlos Gruezo eran incapaces de aportar la jerarquía que su demarcación demandaba.

De esta manera Serey acumulaba minutos en una de las ligas más potentes de Europa y solamente la acumulación de amarillas debido a su ímpetu le impedías hacer prácticamente el pleno de minutos con los entrenadores que fueron pasando por el Stuttgart en esta etapa.

Únicamente en su tramo final el futbolista sufriría una lesión que lo apartaría de los terrenos de juego durante un tramo considerable de la competición. Un tendón desgarrado privó al jugador de terminar la última temporada, dejándolo ausente de los últimos seis partidos de liga, en los que su equipo no cosechó ni un solo punto.

Las estadísticas en esta última temporada en Bundesliga en cuanto a resultados según sus apariciones y ausencias en el equipo son demoledoras a favor del futbolista, lo que nos lleva a pensar que con más continuidad en el equipo el Stuttgart hubiera tenido muchas más opciones de alcanzar la salvación.

Vuelta al punto de partida

Con el descenso del equipo a la segunda división se contaba con la enorme posibilidad de que el futbolista encontrara un destino más atractivo en cuanto a categoría y abandonara la disciplina del Stuttgart y así fue como ocurrió. El Basilea, club del que procedía en el momento de su incorporación al Stuttgart quiso contar de nuevo con el poderío físico de Dié y lanzó una oferta de aproximadamente 1,20 millones de euros que el club alemán no rechazó. Pese a perder al jugador, que había llegado por 600 mil euros, el equipo obtuvo beneficios.

Serey vuelve por tanto al equipo que lo consagró como futbolista en Europa (con permiso del Sion) y en el que estará dispuesto a demostrar todo lo adquirido en una liga tan potente como la alemana.

Dié en su anterior etapa en Basilea. | Fuente: uefa.com
Dié en su anterior etapa en Basilea. | Fuente: uefa.com

Antes de irse, el marfileño quiso agradecer su paso por el club: "doy las gracias a los responsables del Stuttgart, a mis compañeros de equipo y a los aficionados. Fue una gran etapa en Stuttgart, que por desgracia se ha ido con el descenso y mi triste lesión del final de temporada. Me gustaría desearle al equipo todo lo mejor para el futuro y la esperanza de un rápido retorno de a Bundesliga".

Pese a la dolorosa pérdida en lo deportivo el Stuttgart tendrá que afrontar el reto de ascender con la ilusión que por el momento aportan jóvenes futbolistas como Ristl o Grgic, dispuestos a convencer al míster de que son ellos los encargados de tapar el agujero enorme que deja Dié. La tarea desde luego no será ni mucho menos sencilla para ellos.