En innumerables ocasiones se dice que los futbolistas son ídolos para muchas personas, que todos sus actos, gestos o palabras son seguidos por legiones de fans. Que se corta el pelo de una manera determinada, más de un fan lo hace; que estrena botas, pues una legión de niños (y no tan niños) acuden en masa a las tiendas a comprarse ese último modelo.

Dentro de ese ámbito, el de los niños, se comenta que los futbolistas deben ser un ejemplo para los niños. Que el fútbol es un deporte seguido a nivel mundial, por lo que aquellos que han conseguido llegar a la élite, deben ser un ejemplo para todos.

Los futbolistas son ídolos de los más pequqeños (Imagen: independent.co.uk)

Muchas ocasiones se puede ver en los medios de comunicación que los jugadores más importantes son los primeros en dar ejemplo a la sociedad. Por ejemplo, Cristiano Ronaldo no se tatúa para poder donar sangre, Lionel Messi creó una Fundación para ayudar a las personas más desfavorecidas, o más recientemente el caso del Xavi Hernández, que ha donado su yate a una ONG para que esta lo subaste y recaude fondos para ayudar a los refugiados en costas del mar Mediterráneo.

Pero hay un jugador en especial, que pese a no ser una estrella mundial, debería ser el mayor ejemplo para la sociedad. Su nombre es Charlie Davies, un jugador que por más entradas que le haya puesto la vida, él ha conseguido levantarse y continuar disputando el partido más importante, la vida.

Un inicio soñado

Charlie Davies comenzó a llamar la atención en su etapa universitaria, cuando jugaba para los Boston Colleges Eagles. Su última temporada universitaria la finalizó con 15 goles en 16 partidos disputados, lo que hizo que lograra ser finalista del Hermann Trophy, pero más importante que todo eso, firmó un contrato de Generación Adidas que daba a entender que sería elegido en uno de los puestos más altos del MLS SuperDraft 2007.

Buscó un futuro en el fútbol europeo para tener mayor progresión

Sus números y su capacidad de progresión le llevaron a ser llamado como uno de los delanteros más prometedores de los Estados Unidos. Esto hizo que varios equipos del Viejo Continente se fijaran en el joven goleador para incorporarlo a su plantilla. Tras probar en varios equipos, Davies firmó inicialmente con el Hammarby IF de la primera división sueca. Durante dos temporadas consiguió convertirse en un gran goleador, consiguiendo 21 goles en 56 partidos disputados. Esto hizo que en el verano de 2009 firmara con el FC Sochaux de la Ligue 1.

En ese verano Davies se encontraba en el mejor momento de su carrera. Formó parte de la selección que logró quedar finalista de la Copa Confederaciones, teniendo una participación activa y logrando uno de los goles que le dio a su selección la victoria frente a España en las semifinales. Sus actuaciones hacían que el delantero comenzara a ser uno de los fijos en el combinado y por ende, con muchas posibilidades de ser parte del combinado que jugara al año siguiente la Copa del Mundo de Sudáfrica.

Este año quedaría marcado para toda su vida, el primer ‘tackle’ que la vida le dio.

Volver a nacer

En octubre de 2009, al poco de firmar con su nuevo equipo, Davies se encontraba en los Estados Unidos, preparando un partido clasificatorio para la Copa del Mundo 2010, que les enfrentaría a Costa Rica.

El 13 de octubre, a las 3:15 de la madrugada, se vio involucrado en un accidente de tráfico cuando el coche en el que viajaba se chocó contra una barrera metálica en George Washington Parkway. El impacto dejó el coche dividido en dos, una de las dos ocupantes que viajaban con Davies falleció en el accidente; la otra persona (conductora) y el jugador fueron llevados al hospital en estado crítico.

Davies sufrió varias fracturas en diferentes partes de su cuerpo, que le llevaron a tener que ser operado en varias ocasiones para tratar de ayudar al jugador a recuperarse. En la primera de todas, la más dificultosa, fue operado de una laceración en la vejiga, fractura de fémur y tibia en la pierna derecha y de un sangrado en el cerebro. En las posteriores actuaciones quirúrgicas, se le fueron corregidas distintas fracturas faciales.

“Su rostro estaba hinchado. Mi hermano siempre fue mi héroe y verle así en la habitación… Fue lo más duro de ver”, dijo su hermano Justin Davies en una entrevista. “Verlo sufrir de esa manera fue lo más difícil para mí, no podía creer que fuera real. Parecía una película”.

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Tras todas estas largas operaciones, varios ‘recuerdos’ ha quedado marcados en el cuerpo de Charlie, como una cicatriz en abdomen, otra en la parte superior de la cabeza y la pierna derecha (la que sufrió las lesiones más graves), ligeramente más corta que la izquierda.

“Cuando desperté, vi mi estómago y vi unas grapas médicas por debajo del ombligo. Pensé que estaba en un hostal, en una película de esas, y que querían robar mis órganos. Me entró el pánico”, comentó Davies en una entrevista. “Pasó una enfermera y la pregunté el que hacía aquí, ella me contestó que fue a causa de un accidente”.

Una recuperación lenta pero milagrosa

La recuperación fue lo más complicado para el jugador. Algo que es tan simple para cualquiera como el caminar, fue un verdadero reto. Cada paso que daba, sobre todo el dejar caer la presión sobre la pierna derecha, era como si estuviera a punto de caer por un precipicio. No fue hasta casi cuatro semanas después cuando comenzó a caminar con ayuda de muletas. En una entrevista contó que cuando dio los primeros pasos rompió a llorar.

Cerca de cinco semanas después del accidente, Davies acudió a un rehabilitador que había trabajado con él en los USMNT, James Hashimoto. Le hacía caminar una distancia de 16 metros con muletas hasta el final de un pasillo y volver. El jugador creyó estar recorriendo un maratón, agotado, a punto de desmayarse. Cada movimiento le producía un dolor terrible, a causa de la rotura del tejido cicatrízal.

“Cuando me enteré del accidente, lo primero que pensé fue si estaría vivo, si estaría bien”, dijo James Hashimoto, fisioterapeuta de U.S. Soccer. “La siguiente pregunta en mi cabeza fue si sería posible que llevara una vida normal”.

En las siguientes semanas comenzó a realizar ejercicios atléticos. La pierna mejoraba, pero su codo estaba causándole grandes problemas ya que penas sentía la mano izquierda y no podía mover los dedos. Aunque tuvo la suerte de que un nervio del codo todavía le funcionase, lo que ayudó a su recuperación. Poco a poco comenzó a tener movilidad en la mano y después fue en el codo.

"Es una broma, estabas casi muerto"

En enero su recuperación estaba sufriendo unos progresos estratosféricos. Estaba consiguiendo correr en una cinta AlterG, que disminuye la presión en las extremidades. Parecía milagroso. En febrero sufrió la enésima cirugía, esta vez para corregir defectos en el codo. En esa misma época, Davies mandó un video a sus compañeros de selección, en donde aparecía realizando ejercicios de agilidad. Estos le contestaron: "Es una broma, estabas casi muerto, ¿qué has tomado?".

Al mes siguiente llegó uno de los momentos más difíciles, aunque a priori pareciese sencillo, volver a entrenar con los compañeros de equipo. Volvió a Francia, al Sochaux, pero tras tanto tiempo parado, sintió como si nunca hubiese jugado al fútbol. Al lado de sus compañeros se sentía ‘inutil’, aunque un mayor sentimiento le invadía, la frustración.

Davies recuperándose con el Sochaux (Imagen: theoriginalwinger.com)
Davies recuperándose con el Sochaux (Imagen: theoriginalwinger.com)

Desde el primer día de su recuperación, el sueño de Davies fue el de poder llegar a estar al 100% para disputar la Copa del Mundo. Pero el destino no le aguardaba una buena noticia. La federación estadounidense de fútbol se puso en contacto con el conjunto francés para preguntarle sobre la recuperación del jugador, a lo que respondieron que todavía no estaba bien.

“Cuando recibí la llamada de Bob, y me dijo que estaba orgulloso de mi progreso, pero que no estaba listo para el Training Camp, mi mundo se derrumbo”, dijo Davies. “Pero mirándolo desde una perspectiva más sensata, en mi corazón sé que no hubiera podido rendir a un nivel tan alto de exigencia. No hay plazos, estaré listo cuando lo esté”.

Volvió siendo el mismo

Entonces comenzó la nueva temporada. Charlie estaba cumpliendo los últimos plazos de su recuperación, hasta que en un partido a finales del mes de diciembre, fue convocado por primera vez con su equipo desde la lesión. Pero a inicios del año siguiente (2011), llegó la mejor oportunidad para el delantero, el DC United quería incorporarle a sus filas en calidad de cedido. Tras diez días en el que se realizaron varias pruebas, el club capitalino dio el visto bueno y el jugador se incorporó a su nuevo equipo.

El 19 de marzo, Davies volvió a sentirse un jugador de fútbol. En el primer partido de la temporada 2011 de la MLS que enfrentaba a su equipo contra Columbus Crew, Charlie Davies ‘volvía’ a conseguir un sueño, ser un futbolista profesional. En el minuto 59 entraba al terreno de juego y a los tres minutos consiguió anotar su primer gol. El comentarista televisivo sólo pudo expresar una frase: “Charlie Davies is back” (“Charlie Davies ha vuelto”). Pero ahí no termino, ya que todavía lograría anotar un segundo gol. Dos goles el día que volvía a vestirse de corto y pisar un terreno de juego. Ese día, Davies se convirtió en un héroe.

Esta fue la primera vez en la que Charlie Davies le ganó la partida a la vida. El primer ‘tackle’ que sufrió y que con constancia y trabajó demostró que se puede salir de cualquier situación. Un año atrás sufrió un accidente que pudo acabar con su carrera deportiva, incluso su vida, pero consiguió hacer lo que más quería, marcar goles.

Continuando un sueño

La carrera profesional de Charlie Davies continuó como si no hubiera ocurrido nada. En la temporada en la que estuvo cedido en los ‘capitalinos’, consiguió anotar tomar parte de 26 encuentros en los que anotó 11 goles.

Volvió al Sochaux, pero se mostró en desacuerdo con el staff técnico, haciendo que al finalizar la temporada 2012, buscara una salida, en busca de los minutos necesarios para continuar su carrera futbolística. Entonces llegó el momento de completar su última aventura europea, firmando con el Randers FC de la liga danesa. Pero en 26 partidos disputados no logró anotar ningún gol, lo que hizo que volviera a poner sus ojos en la MLS.

Volvió a sentirse futbolista en su regreso a la MLS, de la mano de New England Revolution

Los New England Revolution fue el equipo que le dio la oportunidad a Davies de demostrar toda su valía, y que el accidente ya era cosa del pasado, que podía volver a ser el mismo. En su primera temporada apenas le dio tiempo a jugar algunos partidos con los ‘Revs’. No fue hasta el siguiente año, que Davies logró tener un papel importante para el equipo. Disputó un total de 24 partidos en todas las competiciones, logrando diez goles. Dos de ellos fueron muy importantes, ya que ayudaron a su equipo a lograr proclamarse campeón de la Conferencia Este y disputar la MLS Cup 2014. Pero no todo fueron alegrías, y cayó derrotado en esa final frente a Los Angeles Galaxy. En su última temporada completa, Davies tuvo una gran participación con su equipo, llegando a disputar 33 partidos y anotar diez goles.

La presente temporada parecía que sería la de su consagración. Comenzó el año muy animado y realizando muy buenos partidos, que le llevaron a pensar que podría volver a ser llamado para jugar algún partido con los USMNT. Pero en el caso de Davies, cuando parece que le van bien las cosas, siempre hay algo que pone a prueba nuevamente.

La difícil aventura de ser padre

Empezaba un nuevo año, y tanto en lo personal como en lo profesional, parecía que la vida comenzaba a sonreírle a Davies. Sobre el mes de mayo-junio iba a ser padre por primera vez junto a su esposa a la cual conocía desde el colegio, Nina. Esperaban gemelos. Pero el delantero nunca lo ha tenido fácil y la vida volvía a realizarle un ‘tackle’.

El día de St. Patrick (17 de marzo), los padres recibieron la noticia de que sus hijos debían nacer en ese instante ya que su embarazo se había complicado. Con tres meses de antelación nacieron los dos hijos. Los médicos les dijeron que deberían ser cautelosos, ya que seis meses había sido un período de gestación muy corto.

Rhys Arthur y Dakota Charles llegaron al mundo el 17 de marzo de 2017.

“Sin ninguna duda llegaron al mundo demasiado pronto”, dijo Davies. “Rhys y Dakota son luchadores al igual que sus padres. Están progresando y eso es todo lo que se puede pedir”.

Charlie con sus dos hijos (Imagen: wcvb.com)
Charlie con sus dos hijos (Imagen: wcvb.com)

“Estan bajo la mejor atención del mundo, con las enfermeras y doctores que todos los padres quisieran tener en un momento como este”, expresó el futbolista. “Es muy reconfortante saber que tienen el mejor cuidado que un puede desear para sus hijos. Sólo tendremos que ir viendo como progresan día a día, semana a semana y verlos crecer”.

Con la salud de sus bebés mejorando día a día, Charlie y Nina fueron finalmente capaces de respirar aliviados por primera vez tras casi un mes. El jugador volvió a los entrenamientos con los ‘Revs’, pero su cabeza necesariamente estaba puesta en la salud de su mujer e hijos.

Además de los ánimos de doctores y enfermeras, Davies también recibió apoyo de sus compañeros de vestuario. Todos los jugadores le habían enviado un mensaje de ánimo, lo que hizo sentir el Gillette Stadium aún más como su casa.

“No podía ser una mejor situación para mí, estar en un mejor grupo que con estos compañeros. Soy muy afortunado de tener compañeros de equipo y entrenadores que se preocupen de mí y mi familia”, expresó Davies. “Tengo muchas ganas de volver al terreno de juego para ayudar de nuevo a mi equipo a conseguir las metas”.

No fue hasta el mes junio cuando los luchadores hijos de Charlie y Nina volvieron a casa, dándoles a estos padres la esperanza de volver a creer que en la vida todo es posible. Una alegría sobre todo para Charlie Davies, en otra de las circunstancias que más complicadas que vivió, y en la que meses después, el mundo del fútbol se enteraría que estaba viviendo.

El partido más difícil hasta la fecha

Con la salud de sus hijos todavía pendiente de un hilo, aunque mejorando, Charlie Davies volvió a participar con el equipo en los diferentes enfrentamientos de la temporada. El 29 de abril, en un partido que enfrentaba a su club con los Portland Timbers tuvo que retirarse en el minuto 35 a causa de una aparente molestia en los isquiotibiales, una lesión que se confirmaría días después y que sorprendentemente le salvaría la vida.

Charlie se retira en el partido frente a Portland (Imagen: thebentmusket.com)
Charlie se retira en el partido frente a Portland (Imagen: thebentmusket.com)

Cuando se dirigía a realizarse una resonancia magnética para conocer el alcance de la lesión, los médicos se sorprendieron al encontrar algo más de lo que esperaban, un tumor. Al instante le dijeron que fuera a ver a un especialista a Boston. Se trataba de uno de los cánceres más raros que se pueden conocer, liposarcoma. Charlie Davis sufría el enésimo varapalo en su vida personal, uno de los más difíciles a los que se podía enfrentar, un nuevo ‘tackle’ que la vida le ocasionó.

“Nunca he pensado, ¿porque? ¿Porqué yo?”, dijo Davies. “Pero después de esta noticia pensé que esto tenía que ser la prueba definitiva, es decir, cuantas pruebas puede uno soportar”.

Le tuvieron que extirpar un testiculo para detener el cancer

Con el fin de ponerse en acción lo antes posible, para poder eliminar el tumor, los médicos le comentaron al jugador que deberían de extirparle uno de sus testículos. Al principio el futbolista no se tomó a bien esta operación, pero con el paso del tiempo, consiguió revertir la situación y bromear con ella.

“Lo primero que le pregunte después fue si iría que parecer deforme. Qué por mi trabajo me tenía que ducharme con muchos compañeros”, dijo el futbolista en una entrevista. “Él me contestó que chistes empezarían. Le contesté que a partir de ese momento sería ‘One-Nut Chuck’ el resto de mi vida”

La batalla por recuperarse de esta terrible enfermedad continuó, y sólo los familiares y personas de club conocían por lo que Charlie estaba pasando. Una recuperación lenta en la que el delantero contó con la alegría de la vuelta de sus hijos al hogar, por primera vez desde que nacieron. Esto le dio unas fuerzas extras para continuar con este complicado partido que tenía por delante.

Tras varios meses de dura batalla, los médicos le dieron el visto bueno para que Davies volviera a pisar un terreno de juego. Parecía que por tercera vez, el futbolista estaba consiguiendo ganarle el pulso a la vida.

Pero no fue hasta el pasado fin de semana, cuando Charlie Davies, por redes sociales, dio a conocer que había sido diagnosticado con un cáncer, el cual estaba remitiendo. La noticia cogió por sorpresa al mundo del fútbol, después de conocer los dramáticos antecedentes del jugador.

Davies volvió a jugar con los Revs (Imagen: revolutionsoccer.net)
Davies volvió a jugar con los Revs (Imagen: revolutionsoccer.net)

También expresó su satisfacción por volver a entrar en la dinámica de grupo, siendo parte de la convocatoria para el partido que les enfrentaría a Orlando City SC. Todo hacía indicar que tres meses después de serle diagnosticada una de las peores enfermedades, Charlie volvería a vestirse de corto para hacer lo que más le gustaba, jugar al fútbol. A falta de 15 minutos para el final del encuentro, el Camping World Stadium se ‘vino abajo’ y rompió en aplausos para recibir al auténtico héroe americano.

Al día siguiente, salió a la luz una entrevista que Davies concedió a la cadena Fox Sports en donde hizo un repaso de estos tres últimos meses, explicando sus sentimientos y dando detalles de su recuperación. La mejor parte de la entrevista llegó al final, cuando le preguntaron lo que todo el mundo quería conocer. Una sonrisa iluminó y con emocionó pronunció: “I´m cancer free” (“Estoy libre del cáncer”).

Charle Davies, un futbolista que desde pequeño, como muchos otros luchó por un sueño. Pero a diferencia de muchos ha tenido que superar muchas y dificultosas adversidades, que a punto estuvieron de acabar son su carrera como profesional. Esto ha hecho que el delantero se le pueda considerar un auténtico luchador, un ejemplo para todo el mundo que demuestra que la esperanza es lo último que se pierde.