Emocionante derbi de Viena el que se presentaba para la tarde de este domingo, a priori mas igualado que nunca. El ambiente era inmejorable y se esperaba un gran espectáculo futbolístico.

Foto de skrapid.at
Foto de skrapid.at

El Rapid, tras empatar en su estadio ante el Sassuolo en el duelo europeo del jueves, llegaba al derbi situado en la quinta plaza de la Bundesliga austriaca. Encadenaba cinco partidos sin ganar entre partidos ligueros y europeos, pero en la competición doméstica no caía derrotado en su feudo desde el pasado mes de marzo. 

Por su parte, el Austria, después del meritorio empate en un campo muy complicado como el de la Roma, afrontaba el derbi colocado en la cuarta plaza, sólo una posición por encima de sus eternos rivales. Los blanquivioletas llevaban cuatro partidos sin perder, pero por otra parte acumulaban tres derrotas seguidas ante el Rapid, algunas de ellas muy dolorosas como el reciente 1-4 de hace dos meses o el 0-3 de febrero, así que había ganas de revancha. 

Dominio claro hasta el penalti

El derbi de Viena empezó vibrante y tenía un dominador claro: el Rapid. Con la ventaja de jugar de local y el fantástico ambiente que se vivía en el estadio, los verdiblancos dominaban la posesión y atacaban más que sus rivales. 

Pero en el minuto 37 sucedió una acción que cambiaría el devenir del partido. El árbitro señaló un penalti a favor del Austria de Viena que se encargaría de transformar Holzhauser, poniendo el 0-1 en el marcador y desatando la locura de su afición, que lo celebraba con bengalas. Los visitantes habían conseguido lo mas difícil, adelantarse en el marcador con un escaso porcentaje de posesión. 

Foto de skrapid.at
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Se llegó al descanso con el 0-1, a pesar del gran dominio de un Rapid de Viena que no fue capaz de transformar las oportunidades de las que dispuso, hecho que iba a acabar pagando caro.

Un comienzo inmejorable para los visitantes

Tras el descanso, el Rapid buscaba el empate que le metiera de nuevo en el partido, pero en un mal despeje del guardameta local el Austria aprovechó para hacer una rápida jugada colectiva que acabó con el pase de la muerte de Kayode para que Grunwald, solo en el segundo palo, únicamente tuviera que empujarla (0-2).

Ese gol fue un golpe muy duro para los verdiblancos, que se veían dos goles abajo, un resultado muy complicado de remontar y al cual no se supo sobreponer, a pesar de intentarlo con empeño.

Asedio sin premio del Rapid

Después del gol de los blanquivioletas, el técnico del Rapid agotó los cambios y buscó la remontada. A pesar de las grandes ocasiones de las que dispuso el Rapid, que disparó nada más y nada menos que 18 veces en la segunda parte (30 en el total del partido) no logró perforar ni una sola vez la portería de Hadzikic, que hizo algunas intervenciones de mérito.

Los delanteros locales estaban muy desacertados y desperdiciaron una cantidad de ocasiones exagerada, que les hizo perder el partido.

Foto: apa/oczeret
Foto: apa/oczeret

Tras esta derrota, los locales reafirman su crisis de resultados y se hunden en la clasificación, ya que se sitúan a 12 puntos del Sturm Graz, líder de la Bundesliga de Austria.

El Austria de Viena se lleva el derbi y, aparte de la inyección de moral que eso conlleva, se meten en la lucha por el título, colocándose a siete puntos del líder y a sólo un punto de los segundos clasificados.