Empate con sabor a derrota el conseguido por el Arsenal ante el Paris Saint Germain en el quinto partido de la fase de grupos. Los ingleses quedan en la segunda posición del grupo tras este reparto de unidades en el Emirates Stadium. Parece complicado pensar que los franceses vayan a perder esa privilegiada posición cuando recibirán en la última jornada al Ludogorets, mientras que el Arsenal tendrá que viajar a Suiza para medirse al Basilea. Por un lado resulta halagüeño pensar que el equipo de Wenger lleva dieciocho partidos consecutivos sin perder pero, por otro, es preocupante el hecho de saber que el equipo no consigue ganar a los grandes rivales. Empataron ante el Tottenham antes del parón internacional, hicieron lo mismo ante el Manchester United en Old Trafford y, como no hay dos sin tres, volvieron a igualar el marcador ante el equipo de Unai Emery.

En un partido marcado por el centro del campo, los parisinos se pusieron por delante gracias a un gol de Cavani. Antes de acabar el primer acto fue Giroud quien igualó el tanto desde el punto de penalti para que, después del descanso, el italiano Verratti anotara en su propia portería. Las desdichas no acabaron ahí y Alex Iwobi concedió el empate tras cabecear hacia atrás un balón que podría haber atajado Ospina. Precisamente, a este hecho se refirió Wenger en la rueda de prensa posterior al encuentro. Catalogó este error de “frustrante”, pero admite que “es algo que puede suceder”. “Iwobi es el más decepcionado por lo que ocurrió, pero es parte del juego”, concluyó el galo.

“Fuimos dominantes hasta el 2-1 y después no mantuvimos la presión y pagamos por ello”

En cuanto al partido, el entrenador del Arsenal ve diferentes momentos a lo largo de los noventa minutos. Cree que “el inicio del partido estaba a favor del Paris Saint Germain”, algo que sucedió porque su equipo les dejó jugar cómodamente. Fue ese momento el que aprovecharon los visitantes para ponerse 0-1, aunque durante los últimos veinte minutos de la primera mitad el Arsenal volvió a parecerse a ese equipo eléctrico que trae de cabeza a su rival en el borde del área: “Hemos empujado hacia arriba y nos pusimos 1-1”. Ya en la segunda parte, Wenger vio “un comienzo fuerte” por parte de su equipo, que logró adelantarse en el luminoso hasta que rebajaron la presión: “Fuimos dominantes hasta el 2-1 y después no mantuvimos la presión y pagamos por ello”. Finalmente, el técnico piensa que “el resultado es justo” teniendo en cuenta las ocasiones de uno y otro equipo.

En cuanto a sus jugadores, reconoce que “no encontraron la posición correcta sobre el terreno de juego al principio”, pues dudaban entre “jugar por alto o profundo para bloquearlos”. En esa duda, que admite que “no es buena”, se quedó un Arsenal que no funcionó del todo bien con una pareja de centrocampistas formada por Coquelin y Ramsey. Lo cierto es que el conjunto en sí no funciona como en los primeros meses de competición, por lo que Wenger se ve obligado a aceptar que han perdido “un poco el impulso ganador”.

“Hay un noventa por ciento de posibilidades de terminar segundos”

Habrá que ver si recuperan ese impulso del que habla el francés en el próximo encuentro ante el Bournemouth en Premier League y lo mantiene hasta ese partido ante el Basilea en Suiza, cuando se juegan realmente el ser primeros o segundos del Grupo A. Wenger es poco optimista de cara a conseguir la primera posición, pues cree que hay “un noventa por ciento de posibilidades de terminar segundos”. Se queda con “no haber perdido ningún partido en la fase de grupos por el momento” y cree que el trabajo “está bien hecho” al llegar a este punto. Tampoco se atreve a catalogar de bueno o malo el hecho de acabar en la segunda posición, pues aún se desconocen los rivales a los que se puede enfrentar el conjunto gunner. La ventaja de acabar en lo más alto que saca el técnico es “jugar el segundo partido en casa”, pero no cree que vaya más allá.