Uno de los hechos memorables de este 2016 fue sin duda el bullado Brexit. La retirada del Reino Unido de las Unión Europea fue motivo de muchas críticas, producto del costo económico que supone la salida de una de las grandes potencias del bloque y por el precedente que marca para otros movimientos separatistas. El mundo del fútbol, se hizo recurrente durante el transcurso de la campaña un chiste relacionado con este asunto político, que ilustra una triste realidad. Cada vez que un equipo inglés abandonaba una competencia internacional, incluyendo a la selección, de pobre desempeño en a Eurocopa, las risas estallaban entorno al famoso Brexit que dicho equipo acababa de desempeñar por su propia cuenta.

Y es que lo que parecía ser un mito, cada vez es más próximo a la realidad. Los equipos ingleses, acompañados siempre de una poderosa chequera, gracias al lucrativo contrato televisivo que beneficia a los clubes de Premier League, fracasan en el escenario europeo. Esto puede parecer contraproducente para el espectador del fútbol, en vista de que los objetivos de muchos equipos del país isleño implican llegar a competencias europeas, para luego despedirse en el amanecer de la competencia. Ejemplos como la temprana salida del Tottenham de la Champions League, o la eliminación del West Ham en etapas previas de la Europa League por el Astra Girugiu son clara muestra de que proyectos competitivos, al ser puestos a prueba en un escenario internacional, suelen caer estrepitosamente, mientras los de otros países, no tan respaldados por los beneficios de la televisión, gozan de mejor suerte. Ahí aparecen más ejemplos, como el éxtio de los equipos españoles.

Sin embargo, haciendo un análisis cercano, se puede concluir que hay razones bastante lógicas por las que esto ocurre con los equipos ingleses, y hasta razones por las que puede ser conveniente quedar fuera de estas competencias. Los motivos económicos, la feroz competencia interna, la pobre competencia interna en otras ligas y el ajustado calendario inglés son algunas de las causas que afectan en este ámbito, y que a continuación, se analizan más en detalle.

Bendita TV

A comienzos del año 2015, la Premier League hizo historia. La firma de un nuevo contrato televisivo con Sky Sports y BT Sports que trasformaba a la liga inglesa en la más millonaria del mundo, por un amplio margen, en este aspecto. El contrato contaba entre sus principales cualidades, no solo con su carácter lucrativo, sino también con su equidad, algo que lo diferencia de las otras ligas.

De esta forma, los clubes se aseguran de que todos obtengan un jugoso corte del monto total del contrato, y por lo tanto, se permite incrementar los presupuestos internos, mejorar los fichajes, los servicios dentro de los estadios, y en fin, incrementar en líneas generales la competitividad de la liga.

En resumidas cuentas, el 50% de la totalidad del monto del contrato se reparte en iguales cantidades entre los clubes. Es decir, tanto el colista como el campeón, recibirán la misma cantidad de este producto del acuerdo. Las cosas cambian dentro de la cantidad restante. A ese 50% ya repartido, se suma un 25% que se reparte acorde al lugar en la tabla en la que cada club finaliza. Ahí es, entonces, donde obtener un buen lugar obtiene su recompensa. La cantidad restante se reparte en base a las audiencias de los equipos a lo largo de la temporada.

Tabla de ingresos de la temporada pasada (Crédito: Daily Mail)

Aquí entonces, se desliza un factor bastante importante de analizar. El premio económico por terminar bien posicionado en la tabla tiene una mayor significancia económica que los que son ofrecidos por las competencias internacionales. Para muestra de un botón, la Champions League entrega al campeón del torneo un premio total de 54 millones de euros. Mientras tanto, el colista de la Premier League, podría recibir una cantidad mínima de 130 millones de euros. Esta cantidad, percibida únicamente por la participación en liga, es cercana a la que reciben Barcelona y Real Madrid en la liga española. Esto demuestra que la liga inglesa se encuentra un peldaño por encima de cualquier otra en lo que a premios económicos se refiere. ¿Es posible, a caso, culpar a los clubes ingleses por priorizar la competencia interna, cuando son esas las cifras que se mueven? En el fútbol actual, desafortunadamente para los hinchas, el honor y prestigio de determinados títulos a quedado en un segundo plano frente a la capacidad de los clubes de generar dinero. Y, para los equipos ingleses, el dinero se genera en la Premier League.

La mitad de las ganancias del contrato se reparten equitativamente entre todos los clubes de la Premier League

¿Y cuál es la consecuencia de todo esto? Pues que los entrenadores, en sus rotaciones, prefieran utilizar sus suplentes a mediados de semana, para mantenerse competitivos en en la liga. Que los torneos internacionales sean cada vez menos relevantes a los ojos de las directivas del fútbol, alterando los objetivos internos de los clubes. Suena extraño pensarlo de ese modo, pero para los clubes ingleses, el premio por quedar en una mejor posición liguera es mucho más alto que el de siquiera ganar la Champions League.

Un último ejemplo de lo mismo se vivió en la última final de la Champions League. Mientras se disputaba la final en la que el Real Madrid se alzó con su undécimo título, y el mundo se paralizaba entorno a su televisor para ver como Cristiano Ronaldo anotaba el penal del triunfo, en Inglaterra se disputaba la final del ascenso inglés. Resulta que el equipo que ganara ese último duelo, por el puro hecho de ascender, y asumiendo que la temporada siguiente, terminaría como colista de la Premier League, ya tenía acceso a un premio económico mucho mayor que el Real Madrid por ganar la Champions. Pensarlo suena irreal e ilógico, pero no por ello, es menos cierto.

La Premier League: una jaula de leones

Habiendo visto ya el aspecto económico, es momento de centrar el análisis en lo meramente deportivo. Como se mencionó anteriormente, la posesión de un contrato tan lucrativo para todos los clubes de la liga no solo beneficia las arcas de los diversos clubes, sino que les permite invertir en proyectos deportivos mucho más competitivos que los que puedan formar clubes de situación similar en otras ligas.

El nuevo estadio del West Ham (Foto: West Ham)

Para probar aquello, he aquí un pequeño experimento. En el puesto número 11 de la Premier League, marcha el West Ham. Este club londinense experimentó un gran crecimiento hacia esta campaña. En primer lugar, se mudaron al Estadio Olímpico de Londres, mucho más amplió que su anterior casa en Upton Park, lo que ya significó un importante esfuerzo económico. Además, durante el mercado de fichajes, fueron capaces de retener a sus principales figuras, entre las que se cuenta Dimitri Payet, titular indiscutido y gran figura en la Eurocopa de la selección francesa. Pero no solo eso, también pudieron moverse de gran forma. Grandes figuras, como el promisorio artillero argentino Jonathan Calleri o Edimilson Fernandes llegaron al club. No dudaron, tampoco, en gastar poco más de 20 millones en traer a André Ayew, el goleador y gran figura de un club rival de la misma liga, como es el Swansea City.

Dimitri Payet, figura de la selección de Francia, logró ser retenido por el West Ham.Por otro lado, posicionado en el lugar número 11 de la tabla de la liga BBVA, se encuentra el Málaga. Uno de los equipos revelación la pasada campaña en la liga española, fue incapaz de retener al capitán de su proyecto, el entrenador Javi Gracia, que partió atraído por los millones a Rusia. Con él, partieron algunos jugadores , y a la vez fueron hartas las llegadas. Entre estas últimas, solo pagaron por la llegada del mediocampista Keko, procedente del Eibar a cambio de 4 millones, y por Koné, defensa del Lyon que llegó por 1 millón. Mientras, el West Ham compraba a Ayew por 20 millones.

Finalmente, un caso más sería revisar la Serie A italiana, donde undécimo en la tabla marcha el Chievo Verona. Esta escuadra italiana perdió el mercado a un total de 26 jugadores. Las llegadas contabilizan un total de 9 jugadores, sin grandes nombres entre ellos, siendo la llegada de Paul José Mpoku, valorada en 4 millones, la única que significó un costo.

Las comparaciones son odiosas, es cierto, pero permiten darse una idea del nivel en el cual cada liga se disputa. El West Ham tiene un poderío superior en todo aspecto al que poseen sus equivalentes en otras ligas. Quizá el único comparable sería el del Schalke 04, undécimo en la Bundesliga, pero que pudo invertir harto gracias a la millonaria venta de Leroy Sané. ¿A dónde? Al Manchester City inglés.

Por esto mismo, el nivel interior de la liga inglesa es mucho más feroz en cuanto a competencia. Lo decía Pochettino, entrenador del Tottenham, una vez, diciendo que el Real Madrid llegaba a la Champions y luego debía llegar a endosarle ocho goles al Elche, mientras ellos debían competir con los equipos de Manchester, o el Liverpool, Chelsea, Arsenal, el mismo West Ham. Un nivel incomparable, y por razones ya descritas, los entrenadores están tendiendo a priorizar la competición interna.

Sobre el Boxing Day

En estos días, el mundo se encuentra envuelto en la vorágine de las fiestas. Compras navideñas, celebraciones de año nuevo. El mundo se paraliza para descansar después de un ajetreado año. Todos, menos la Premier League.

El famoso, y muchas veces criticado Boxing Day, transforma a la Premier en la competencia con el calendario más apretado de todas. Como ejemplo, el Southampton comenzó a mediados de esta semana una secuencia de tres partidos en un margen de seis días.

Este increíble esfuerzo al que se someten los clubes ingleses año tras año, lo termina perjudicando al minuto de competir contra otros equipos extranjeros, que llegan frescos y descansados tras este receso festivo.

Esto podría explicar por qué muchos equipos de las islas suelen caer en competencias europeas en el sector de octavos de final. Sorteos desafortunados aparte, esta es la época del año en el que las piernas empiezan a pesar, y nadie lo siente más que los equipos ingleses, sometidos a un asfixiante calendario.

El Boxing Day sin duda es una de las tradiciones que hace a la Premier una liga tan atractiva para los espectadores, pero si los clubes ingleses quieren mejorar su rendimiento en la escena internacional, entonces realmente deben replantearse ese calendario que poseen.

Estas son algunas de las principales razones que permiten explicar el repetitivo fracaso inglés a nivel internacional. No hay forma de explicar tanta ambición exterior cuando todo lo necesario esta ahí, en la competencia local. El fútbol hoy respira y bombea dinero, y esa será la motivación principal de los equipos en todo momento. Para los ingleses esta en su casa, así que por el momento, a la invitación europea, la respuesta seguirá siendo: no, gracias.

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Sobre el autor
Enzo Rivera Cienfuegos
chileno, seguidor de la Premier League.