El misticismo, la épica, la ilusión, la victoria... son sentimientos que se dejan ver en cada partido disputado en el Estadio Santiago Bernabéu. Locales y visitantes chocan en este recinto mágico con un único objetivo en mente: salir vencedores y poder brindar a su afición un triunfo en uno de los más maravillosos coliseos del fútbol europeo, un campo de leyenda, un estadio en dónde la épica va muy unida al fútbol, es más, son hermanos inseparables.
Locales y visitantes chocan en este recinto mágico con un único objetivo en mente: salir vencedores y poder brindar a su afición un triunfo en uno de los más maravillosos coliseos del fútbol europeo
Hay pocos clubes en todo el mundo del calcio como Real Madrid y Nápoles; Nápoles y Real. La historia, los magníficos jugadores, dos aficiones entregadas, pasión, elegancia y voluntad de victoria brindan a los aficionados a la mejor competición del fútbol mundial a nivel de clubes un choque espectacular, que recuerda a otras épocas, que recuerda a tiempos en los que el balompié era ganar, ganar y solo ganar, daba igual cómo.
Bien conocen esta faceta del juego los 22 protagonistas que casi 30 años atrás saltaron al césped de un Bernabéu desierto para disputar la primera ronda de la entonces Copa de Europa 1987/88. Entonces no existían los grupos, ni los Malmö ni los Ludogorets, Rostovs o APOELs varios. Solo los campeones, solo los mejores tenían la opción de disputar la competición de las competiciones, el torneo de los torneos, la Copa de Europa de clubes.
Muchas cosas han cambiado desde entonces. Para los Blancos, estos últimos 30 años han implicado el final de la sequía en la máxima competición continental, las Champions en color: Séptima, Octava, Novena, Décima y Undécima, hasta completar una alineación de excepción, única en el Viejo Continente. Algo muy diferente le ha sucedido al Nápoles, que para volver a estar entre los grandes tuvo que caer al infierno de la desaparición y luchar en las categorías más débiles del fútbol italiano para regresar a la élite.
Sin embargo, hablar de la ciudad de Nápoles y del Nápoles es redundante en Italia. La afición de San Paolo nunca dejó y nunca dejará solo al mejor equipo del sur del país transalpino. De la magia del "Mamma, ho visto Maradona" se pasó a la Serie C. Pero el Nápoles, con Aurelio Di Laurentiis al frente, nunca se rindió, este es su premio, y puede ser solo el principio. Hasta el mismísimo Diego Armando acompañará a su equipo del corazón en su partido más importante, y es que, esta vez sí, el Santiago Bernabéu lucirá sus mejores galas para recibir al Rey del Sur.
Campeonar como única opción
Inexorablemente pasan los años y las ediciones de la Copa de Europa, pero hay algo que se mantiene inalterable. Sí, el Real Madrid vive una historia de amor con la competición más importante del mundo futbolístico de clubes y eso no parece cambiar. Sin embargo, campeonar en Europa no siempre es un camino de rosas. Todo seguidor madridista recuerda las largas e interminables temporadas en las que el equipo blanco caía eliminado en la primera ronda del KO, la de octavos de final. Arsenal, Bayern, Olympique de Lyon... cualquier equipo era capaz de eliminar al Madrid. Y, a pesar de todo, el club merengue seguía siendo el rey, siempre lo ha sido.
Campeonar en Europa no siempre es un camino de rosas.
Incluso los más veteranos recordarán la larga sequía de 32 años, -los pasados entre 1966 y 1998-, durante los cuales el Real no hacía honor a su nombre. Ni el Madrid de 'los García', ni siquiera la tan recordada 'Quinta del Buitre' pudieron seguir engordando las vitrinas del Estadio Santiago Bernabéu, que, pese a seguir siendo el recinto con más Copas de Europa del continente, necesitaba volver a su estado natural.
Ahora bien, las desgraciadas anécdotas de los años 70' y 80' dieron paso a las tres Ligas de Campeones conseguidas en cuatro años, -entre el 1998 y el 2002-, que sirvieron para apuntalar el título a 'Mejor Club del siglo XX' y para entrar en el nuevo milenio campeonando en Europa. Ahora, la afición madridista vive su nueva edad dorada en el Viejo Continente, pues se ha hecho con dos de las tres últimas ediciones de la competición. En la Champions, solo vale la "orejona".
Bajando a campos más terrenales, la situación del equipo blanco en Liga invita a soñar a sus seguidores con el trigésimo tercer entorchado. Los Merengues marchan primeros, con un punto de ventaja sobre el Barcelona y tres con respecto al Sevilla; además, cuentan con dos partidos menos que sus rivales, por lo que son actualmente los máximos favoritos para alzar el trofeo de la regularidad allá por mediados del mes de mayo.
Tras la eliminación copera en los cuartos de final a manos del Celta de Vigo, los Blancos siguen adelante en la Champions, donde tendrán que enfrentar a un Nápoles en plena forma que sí cumplió y logró el liderato de su grupo. No lo hizo así el Madrid, que, superado por el Borussia de Dortmund, tuvo que conformarse con la segunda plaza, algo que no sucedía desde la temporada 2012/13, cuando fueron precisamente las Abejas las encargadas de arrebatarle el primer puesto.
En su último partido, disputado este sábado, por lo que los de Zidane han contado con un día menos de descanso, el Real Madrid se deshizo, no sin sufrimiento, de un combativo Osasuna que le puso las cosas difíciles hasta casi el pitido final. Cristiano Ronaldo adelantó a su equipo a la media hora de partido, aunque los locales respondieron con un gran tanto de Sergio León, que batió a Keylor Navas con una gran vaselina y empató el choque. Ya en la segunda mitad, Isco hizo el 1-2 y Lucas Vázquez sentenció en el descuento para darle al Madrid su punto número 49.
Como un tiro en busca de eliminar al campeón
Llegar a los octavos de la Liga de Campeones es para el Nápoles un auténtico sueño. Después de tantos años de lucha, los partenopeos han conseguido el objetivo que tan lejano parecía en el momento de la refundación del club, allá por el año 2004. Di Laurentiis dijo en ese momento que el Rey del Sur volvería a ser grande y, mediante una nada despreciable inversión de 40 millones de euros, recuperó la ilusión y en tres años devolvió al equipo a la Serie A. Desde ese momento, volver a Europa era casi una obligación, y, tras varios años tanteando el terreno, esta edición 2016/17 es la buena. El Nápoles ya está aquí, y no llega a Madrid precisamente en solitario, puesto que hasta 10.000 tifosi partenopei se han desplazado a la capital de España para apoyar a su equipo. 10.000 más Diego Armando dicen algunos, el Pelusa no se ha querido perder este encuentro histórico.
En estos momentos, nada tiene que envidiar el Nápoles de Maurizio Sarri a los otros 15 equipos que han logrado el pase a los octavos de final de la Champions. El técnico partenopeo ha logrado tocar de nuevo las teclas necesarias para sobreponerse a las lesiones, sobre todo a la desgraciada pérdida de Milik durante varios meses, y busca llevar a su equipo lo más lejos posible en la competición continental. Lógicamente, los cuatro atacantes azzurri tratarán de hacer daño en Madrid. Callejón, que vuelve a la que fue su casa durante varias temporadas, Hamsik, Mertens e Insigne se postulan como los mayores peligros para la portería defendida por Keylor Navas, que a buen seguro tendrá que emplearse a fondo para evitar que las acometidas visitantes terminen en gol.
El conjunto partenopeo llega al Bernabéu en una situación inmejorable. Por ejemplo, la última derrota de los de Sarri se produjo a finales de octubre y frente a la todopoderosa Juventus en Turín. Desde entonces, el mal comienzo de temporada quedó atrás y los napolitanos solo saben sumar en todos sus partidos. Los Azzurri suman 51 puntos en sus 24 partidos de Liga y ya acechan la segunda posición que ocupa actualmente la Roma. En los últimos seis partidos, los de Sarri han sumado 16 puntos de 18 posibles para dar un golpe sobre la mesa y comenzar a apuntalar la tercera posición, por lo menos.
En la Coppa las cosas no marchan nada mal. El equipo partenopeo se ha desecho de Spezia y Fiorentina para colarse en unas nuevas semifinales del torneo del KO, que disputarán frente a la Juventus, vigente campeona de las últimas dos ediciones. En apenas dos semanas, los de Sarri habrán de enfrentar de nuevo a los turineses por un puesto en la gran final, que se disputará en el Stadio Olímpico de Roma el día 2 de junio.
En su último partido, disputado el pasado viernes, los napolitanos vencieron con comodidad al Genoa antes de su viaje a Madrid. Zielinski y Giaccherini pusieron los dos únicos tantos en San Paolo, que vio una nueva victoria de su equipo en Serie A.
Casi 30 años desde los dos únicos precedentes entre Real Madrid y Nápoles
Allá por septiembre de 1987 se disputaron los únicos dos precedentes de enfrentamientos entre madridistas y napolitanos. Fue en la primera ronda de la Copa de Europa 87/88. El partido de ida, disputado en un Santiago Bernabéu desierto de público debido a una sanción de la UEFA, finalizó con 2-0 a favor de los Blancos, que encarrilaron la eliminatoria con goles de Míchel, de penalti, y Tendillo. En el choque de vuelta, la fuerza de San Paolo no fue suficiente para dar la vuelta a la eliminatoria, aunque el Nápoles anotó y plantó cara al Madrid merced a un temprano tanto de Francini, que acabaría siendo igualado por Emilio Butragueño a dos minutos del final de la primera parte. Este vídeo recoge íntegramente el partido de ida.
Diego Armando Maradona lideró en el campo a ese histórico Nápoles, ganador de la Serie A 86/87, que disputó su primera edición de Copa de Europa hasta ese momento. Ambos partidos fueron muy disputados por los dos equipos, aunque el Madrid hizo valer su favoritismo y logró eliminar a los partenopeos.
Por otro lado, el Real Madrid se ha enfrentado en muchas ocasiones ante equipos italianos. En 65 partidos frente a escuadras de la talla de AC Milan, Inter, Juventus, Roma, Lazio o Torino, los madridistas se han llevado 33 encuentros, han empatado 12 y perdido 20. Sin embargo, a pesar de estas buenas estadísticas, últimamente el Madrid no se lleva bien con los transalpinos. De los últimos 17 choques solamente se ha llevado la victoria en cinco ocasiones, con siete derrotas y otros cinco empates.
Por su parte, el Nápoles tiene otros diez precedentes con equipos españoles, ocho de ellos en los últimos seis años, en los que ha sumado cuatro victorias -dos al Valencia y dos al Villarreal-, tres derrotas -dos frente al Villarreal y una frente al Athletic-, y tres empates -dos ante Villarreal y uno ante el Athletic-.
Jugadores clave: Luka Modric y Marek Hamsik
Por parte de los merengues, el metrónomo croata será el encargado de marcar el ritmo del partido para su equipo. Si los de Zidane quieren cuajar un gran encuentro y evitar las contras napolitanas, Modric deberá contemporizar el juego y dotar de balones a los hombres más adelantados de su equipo. A pesar de que hace poco tiempo que se recuperó de su lesión, el croata ya disputó el partido del pasado sábado en Pamplona frente a Osasuna, por lo que su desempeño será crucial este miércoles.
En el bando napolitano, el eterno capitán azzurro tratará de guiar a su equipo hacia una buena actuación en el partido del Bernabéu. El futbolista eslovaco, llegado a Nápoles en la temporada 2007/08, es el adalid del conjunto del sur de Italia y, a sus 29 años, sigue en el mejor momento de forma de su carrera. El papel de Hamsik en la elaboración de juego y en el aprovechamiento de los espacios al contraataque será capital este miércoles para el cuadro de Maurizio Sarri.
Declaraciones
El técnico local, Zinedine Zidane, compareció ante los medios en la previa del partido frente al Nápoles y, preguntado por Maradona, habló de la extraordinaria delantera del conjunto italiano: "Con todo el respeto a Maradona, que ha sido uno de los mejores, temo más a los que están en el campo y a los que jueguen mañana. Tenemos nuestras armas y va a ser un buen partido. Es lo que quiero ver mañana. Tienen jugadores rápidos, pequeñitos y con mucha movilidad. Tienen mucha técnica, pero nosotros tenemos también cosas para hacerles daño. Ellos van a tener mucha profundidad arriba. Vamos a sufrir y hay que estar concentrados todo el partido”.
Por su parte, Maurizio Sarri habló ante la prensa a su llegada a la capital de España y dijo: "Aún hay cosas que demostrar a nivel de personalidad, por ello, no aceptaré una actuación temerosa. No perderemos nuestra identidad, haremos nuestro fútbol". Por otro lado, acerca del rival de este miércoles, aseguró respecto al Madrid: "Está claro el motivo por el cual el Bernabéu es un estadio difícil: aquí juega el Real Madrid".
Damir Skomina dirigirá la contienda
El árbitro esloveno, de 40 años de edad, ha sido designado por la UEFA para arbitrar uno de los duelos más apasionantes de los octavos de final. Skomina ha sido durante estos últimos años uno de los árbitros con más regularidad, lo que le ha valido la nominación para el Mundial de Rusia 2018 por parte de la FIFA.
Skomina es un colegiado considerado poco o nada tarjetero, pues enseña una media de cuatro cartulinas amarillas en cada encuentro y solamente una roja cada cinco partidos, por lo que el espectáculo tendrá espacio en Madrid.
Convocatorias
Real Madrid: Navas, Casilla, Yáñez; Carvajal, Pepe, Ramos, Varane, Nacho, Marcelo; Kroos, James, Casemiro, Kovacic, Modric, Isco; Cristiano Ronaldo, Benzema, Lucas Vázquez y Morata.
Nápoles: Reina, Rafael, Sepe, Albiol, Chiriches, Maksimovic, Ghoulam, Hysaj, Koulibaly, Maggio, Strinic, Tonelli, Allan, Diawara, Giaccherini, Rog, Hamsik, Jorginho, Zielinski, Callejón, Pavoletti, Insigne, Mertens, Milik.
Posibles onces iniciales
