La Bundesliga pasa por ser una de las competiciones más atractivas y vibrantes del fútbol europeo y mundial. Posee su propio estilo, que combina poderío físico con capacidad técnica y; cada semana la pelota genera intensas pasiones que se incorporan formando una parte esencial de la cotidianidad de sus seguidores. Pero en otro tiempo este balón que hoy hace vibrar abarrotados estadios de fervientes seguidores y que gracias a un Milagro sucedido en Berna en 1954, se convirtió en uno de los iconos de la reconstrucción alemana, estuvo considerado como el absurdo objeto de “una tontería inglesa”. Aquella estupidez inglesa sobre la que un profesor de alemán y lenguas clásicas en Braunschweig, llamado Wilhelm Carl Johann Konrad Koch, construyó uno de sus grandes sueños. Su figura la del ‘evangelizador’ de un juego que posee su sello y razón de ser absolutamente identificable en la marcial enseñanza deportiva de la clase estudiantil y trabajadora alemana.

Padre del fútbol alemán

Konrad Koch / Foto: https://alchetron.com
Konrad Koch / Foto: https://alchetron.com

Nacido un 13 de febrero 1846 en Braunschweig, en esencia Koch fue un excelente profesor que trató de ejercer su docencia transmitiendo a sus alumnos una enseñanza basada en el humanismo clásico de Wilhelm von Humbold, la belleza e importancia de la citada pedagogía que el pueblo griego convirtió en patrimonio histórico de la humanidad. Ejerció su magisterio en la escuela Martino-Katharineum de Braunschweig desde 1868 hasta su muerte en 1911, un periodo en el que paradójicamente un conservador cambió la historia del deporte alemán con sus ideas reformistas y su pedagogía, revolucionando el orden clásico y la férrea disciplina de las escuelas alemanas de la época. En 1872 fundó los Juegos Escolares, y aunque algunos historiadores apuntan a Dresde y la fecha de abril de 1874, como la perteneciente a la celebración del primer partido de fútbol de la historia en suelo alemán, los datos históricos parecen apuntar a la de otoño de 1874 como la más veraz y a Konrad Koch como responsable de la organización del mismo.

Cuentan que Koch junto a su compañero y asistente August Hermann, en uno de aquellos ejercicios habituales de relajación y tonificación para motivar a sus alumnos a estudiar las lenguas clásicas, les reunió en la “Kleinen Exerzierplatz“, de la calle Rebenstraße (ahora Rebenring). Lugar en el que lanzó un balón de rugby inglés, que había conseguido Hermann, para que los chicos comenzaran a experimentar sin conocer una sola de sus reglas. Un experimento considerado como el nacimiento del fútbol en Alemania, primer paso que precedió a un deporte con el que Koch construyó uno de sus pedagógicos sueños. A través de él logró captar el interés de sus alumnos, que sin poseer la sutileza que caracterizaban por entonces a los estudiantes y futbolistas ingleses, comenzaron a encontrar placentera la práctica del citado deporte.

Con el nuevo juego, el joven maestro logró ganarse el corazón de sus alumnos, aunque también las burlas de otros muchos que no vieron en él más que un “estúpido entretenimiento inglés”. Un juego que consideraban en muchos de los casos, perjudicial para la moral, pero por el que luchó fundando en 1875 el primer equipo de fútbol en la escuela Martino-Katharineum. Koch identificó en el juego importantes valores éticos como el espíritu de disciplina colectiva, su capacidad para unir, para hacer fuerte el espíritu de colaboración de equipo y el compañerismo. En 1888 se organizaron los primeros enfrentamientos ante equipos de Gotinga y Hannover y, en 1894 la evangelización de Koch dio como resultado los primeros partidos internacionales ante equipos de Gran Bretaña y Holanda.

“La enfermedad inglesa”

Foto: http://descubriendoelmundoo.blogspot.com.es
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Por iniciativa de la Fundación Konrad Koch fue fundada en 1890 en Berlín, la Federación Alemana de Fútbol y la Liga de Cricket. Además, Koch en 1891 fue precursor y dio origen al “Raffball”, predecesor del balonmano y baloncesto moderno. La fuerza y el poder de los hechos disiparon las dudas y esclarecieron la razón por la cual el fútbol se extendió tan rápido en Alemania, pero para ello Konrad tuvo que luchar mucho y soportar el duro menosprecio de un sector de la sociedad, que llegó a calificar el fútbol como una enfermedad inglesa. Hay que ubicarse en el contexto histórico para conocer con mayor profundidad el tremendo rechazo que generaba lo inglés en Alemania en aquella época. A finales del siglo XIX con la conquista de nuevas colonias la naturaleza crítica del pueblo alemán para con el pueblo inglés se exacerbó. Y aquel deporte no encajaba con la tradición alemana del culto al cuerpo; los gimnastas y profesores estaban diametralmente en contra de aquel absurdo y grosero pasatiempo anglosajón. Tanto es así que cuentan que Koch llegó a ser amenazado con su expulsión de la escuela de seguir con su ‘disparatada idea’ y, que en las escuelas de Baviera llegaron a ser expulsados estudiantes por practicar fútbol en una fecha tan tardía como 1912.

Concepción marcial del deporte

Foto: HELICON - WordPress.com
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El concepto tradicional del deporte y la gimnasia alemana no aceptaba aquella herejía, la concepción marcial del entrenamiento físico quedaba muy lejana de aquel juego, considerado como un peligroso elemento de distracción que discapacitaba a los jóvenes para servir en el Ejército. Konrad Koch nunca lo vio de la misma forma, aun siendo patriota y conservador en un imperio de una clara mentalidad militarista, de alguna manera fue también un reformador gracias al fútbol, el rugby y el cricket. En un claro intento de alejar su fútbol del concepto anglosajón llegó a elaborar su propia terminología futbolística, absolutamente marcial y militar, empleando términos como defensa, ataque, ariete, pena máxima, que han perdurado hasta la actualidad.

Fútbol como elemento integrador del ocio en la gimnasia

El profesor Koch jamás pretendió sustituir la gimnasia por los citados juegos, sino todo lo contrario, de hecho un año después de introducir el fútbol en Braunschweig, implantó sus propias reglas ‘alemanas’, basadas en la ideología de Jahn, “el padre de la gimnasia”. Fundamentando su idea en cuatro palabras: “fresco-devoto-alegre-libre“, interpretando que el citado deporte era un excelente elemento integrador de ocio en las monótonas clases de gimnasia. Posiblemente nunca imaginó un fútbol profesional, pues en aquellos inicios los juegos que dinamizaron sus clases de gimnasia fueron una variante mixta entre el rugby y el fútbol, en cuyas reglas aún estaba permitido recoger el balón ovalado con las manos en determinadas circunstancias. Luego con el paso del tiempo comenzó a regirse por las reglas de la “Football Association“.  Konrad Koch consideró que el fútbol como elemento lúdico constituía una eficaz herramienta para que los jóvenes de la época no se alejaran del deporte para acercarse cada vez más a los bares.

Creador de un estilo

Aun así el fútbol estuvo prohibido bajo amenaza de multa tanto a estudiantes como profesores durante muchos años en Alemania. Así fue hasta 1927, cuando el balompié fue legalizado en las escuelas bávaras. Su evangelización balompédica resultó imparable, el fútbol con toda su grandeza y pequeñez se impuso a los juicios y prejuicios morales de la sociedad alemana. Desde entonces y como sucedió por todo el planeta, el veneno del fútbol fue inoculado, en esta ocasión por obra y gracia del que posiblemente intervino con mayor incidencia en el estilo absolutamente reconocible del fútbol alemán, siempre sobresaliente en el concepto físico y notable en el aspecto técnico. El de un deporte generador de emociones y pasiones inexplicables, aquellas que hoy explosionan en la Bundesliga, competición tras la que subyace la historia del padre del fútbol alemán. Una historia llevada al cine a través de la película “Der ganz große Traum von Konrad Koch”, “El gran sueño de Konrad Koch”, aquel al que se le recuerda en Braunschweig desde el año 2006 con una placa y un estadio en su honor, pero sobre todo con una buena cantidad de goles, emociones y frustraciones cada fin de semana.