El Stoke City y el Hull City protagonizaron esta tarde un duelo sumamente igualado en el Britannia Stadium que acabó con un marcador favorable para los locales (3-1), pero que tuvo a un Hull City luchando hasta el final, tal como había advertido su entrenador Marco Silva. El resultado le sirve al Stoke para regresar al camino de las victorias, pero condena al Hull City a mantenerse al borde de la zona de descenso.

Los locales llegaban encadenando cuatro derrotas consecutivas y cinco partidos sin ganar, desde el 4 de marzo (victoria ante el Middlesbrough), por lo que el partido significaba un bálsamo para recuperarse ante uno de los últimos de la tabla. Los tigers, por otra parte, venían de caer ante el Manchester City, y tal como había advertido su entrenador, buscarían sacar puntos en condición de visitante. No lo lograron finalmente y con la derrota de hoy suman tres caídas (todas como visitante) por tres victorias en sus últimos seis partidos.

El partido inició con buen ritmo y apenas a los seis minutos los locales ya estaban abriendo el marcador por intermedio de Arnautovic. Tras un pase filtrado de Shaquiri desde la media cancha, el austriaco controló el balón en la frontal del área y se acomodó tras eludir a dos defensas para soltar un potente remate de derecha que se clavó en el fondo de las redes, sin posibilidades para el portero Jakupovic. 

De inmediato los locales tuvieron la oportunidad de aumentar la ventaja tras un pase aéreo de Shaqiri directo al centro del área que Arnautovic remató de volea sin dejar caer el balón, pero terminó enviándolo por encima del arco, perdiéndose así el gol cantado. 

Foto: Stoke City
Foto: Stoke City

Los Tigers comenzaron a apretar hacia mediados del primer tiempo pero no consiguieron generar peligro real en el arco contrario. Así finalizó el primer tiempo, con el Stoke ganando parcialmente por la mínima, pero ante unos rivales que controlaron ligeramente más el balón.

Apenas iniciado el segundo período, los visitantes salieron con mayor claridad ofensiva y al minuto 51 ya estaban consiguiendo la igualdad en el marcador (1-1) gracias a una jugada algo accidentada. Un tiro de esquina ejecutado en corto y un pase filtrado a la zona derecha del área para Clucas derivó en un centro que Ranocchia no pudo conectar con una tijera, aunque sí logró desviar la trayectoria del balón para dejarlo servido a los pies de Maguire, quien remató solo a contra pique desde la izquierda del área chica, enviando el balón directo al palo izquierdo para que se metiera al fondo de las redes.

Sin embargo, la alegría no le duró mucho a los hombres de Marco Silva, pues al minuto 66 una jugada de contraataque que inició Arnautovic con un pase largo para Walters, y un posterior centro de este desde la banda izquierda, culminó con un certero cabezazo de Peter Crouch a las puertas del área chica, para batir al portero y colocar el 2-1 momentáneo en el marcador.  

Foto: Stoke City
Foto: Stoke City

El Hull City siguió buscando el gol a como diese lugar y, tras un par de intentos y terminar con el equipo fracturado en la zona central, acabó fulminado por un potente zurdazo de Shaquiri desde fuera del área para colocar el 3-1 definitivo. Así acababa el partido, con un Stoke más contundente pero menos dominador.

Stoke, a pensar en la temporada siguiente

Los dirigidos por Mark Hughes alcanzan momentáneamente la décimo primera posición de la tabla general con 38 puntos, y aunque se hallan a 11 de la zona del descenso, también se han quedado sin posibilidades de pelear por un puesto de clasificación a competencias europeas. The Potters acaban con su mala racha de derrotas, y deberán preocuparse por conseguir todos los puntos posibles en lo que queda de temporada, aunque puede que ya tengan la mirada puesta en la próxima campaña.

Hull, a matar o morir en las jornadas restantes

Los hombres de Marco Silva no se hallan en la zona de descenso tras esta derrota únicamente porque el Swansea City también cayó derrotado frente al Watford. Ocupan la décimo séptima posición con 30 unidades, con solo 2 de ventaja sobre los galeses (décimo octavos y últimos en descender), por lo que deberán jugar a matar o morir las próximas cinco jornadas para definir si su futuro estará en la Premier o en la Championship la temporada que viene.