El serio partido que realizó el equipo texano se quedó en nada, debido sobre todo a la escasa capacidad que tuvo de generar peligro, o por el contrario, acertar de cara a gol. En la primera mitad tuvieron dos ocasiones claras con las que se pusieron por delante en el marcador, pero un gran inicio de segunda mitad por parte de los visitantes igualo el partido. A partir de ese momento el monólogo de los locales fue exagerado, y sólo la falta de acierto les privó de la victoria.

Máxima efectividad local

Inicio muy serio del conjunto texano que durante los primeros minutes supo aguantar el arreón de su rival. Poco a poco fue haciéndose con la posesión del balón, pero la poblada línea defensiva del United le impedía. De hecho, la primera ocasión de peligro llegó cerca del minuto 10, en un saque de esquina que Manotas remató a bocajarro, pero el guardameta sacó con una espectacular parada llena de reflejos.

Pero en la siguiente ocasión, el joven delantero colombiano no perdonó. Se aprovechó de un desajuste en el marcaje para recibir un centro desde la banda derecha y con un genial movimiento definió la jugada, mandando el balón al fondo de las mallas.

Manotas anotó el gol inicial de su equipo (Imagen: usatoday.com)

Tras este tanto los locales aprovecharon la inercia positiva que este les dio, y apretaron para lograr un segundo de manera seguida, que les permitiese asestar un golpe difícil del que poder levantarse a su rival. Pero estos, lejos de amedrentarse, fueron haciéndose poco a poco más importantes en el partido, buscando de manera constante a un Christian Ramírez que estuvo muy activo en el ataque, pero que no tenía suerte de cara a gol.

Este cambio en la dinámica del partido llevó a los locales a poner cartas en el asunto y volver a sentirse protagonistas teniendo el control de la pelota. Esto propició que en los minutos finales, consiguieron ampliar la ventaja en el marcador, gracias a un saque de falta lateral que Elis, anticipándose a la defensa, mando a guardar.

Pero las malas noticias para los visitantes no acabaron ahí, y en ese tiempo tuvo que realizar dos sustituciones por lesiones de sus jugadores. Primero fue Schüller que dejó su sitio a Ibarra, y más tarde el portero Shuttleworth que recibió un impacto en el segundo gol y tuvo que abandonar también el terreno de juego por una brecha en la frente.

Merecido empate

La segunda parte inició con una recompense para los visitantes, después de la insistencia en los primeros minutos. Un saque de esquina en el primer minuto de juego, fue rematado por Christian Ramírez en el segundo palo, apareciendo sin marca, tras haberse adelantado al defensor.

Este gol llenó de moral al equipo al Minnesota United, y a partir de ese momento se comenzó a ver un partido totalmente abierto, en donde dio la impresión de que cualquiera de los dos equipos tenía la posibilidad de anotar un gol. Y fueron los locales los que consiguieron este premio. Aprovecharon el desconcierto que se generó tras un cambio en los rivales, y Venegas introdujo el balón dentro de la portería, tras un centro del Molino.

Esta vuelta que le dio al marcador el conjunto visitante, despertó a los Dynamo de un letargo en el que parecían consumidos en los últimos minutos, y retomaron la iniciativa del juego. Buscaron con insistencia la portería de los visitantes, pero apenas conseguían realizar un disparo claro, debido a la poblada defensa de estos.

Ibarra salió desde la banca y completó un buen partido (Imagen: usatoday.com)

Los minutos pasaban y los locales comenzaban a desesperarse, ya que a pesar de desarrollar la totalidad de su juego en campo del rival, no estaban consiguiendo llevar el mínimo peligro a la portería de estos.

El Minnesota sin embargo continuó con su idea de no bajar los brazos, y con contraataques, buscó un gol que les diera la victoria. Molino estuvo a punto de conseguirlo al rematar un centro de Ibarra, pero el balón se marchó ligeramente fuera. En la siguiente acción fue el turno de los locales, pero Torres, no tuvo su día, y de nuevo volvió a fallar la ocasión.