David Beckham siempre será un icono del fútbol inglés. En el ojo del huracán tanto dentro como fuera del campo. Se ha convertido en uno de los jugadores a recordar en el mundo del balompié y así se lo ha querido reconocer la PFA (Professional Footballers' Association's). En la gala donde dicha entidad entregaba los premios de la temporada 16/17 donde, entre otros, Dele Alli  y N'Golo Kanté fueron galardonados, la presencia de David Beckham entre los premiados no paso desapercibida.

A  sus 41 años, David Beckham puede añadir un título individual más a su colección. Al igual que haría su ex compañero Ryan Giggs el año pasado, el Spice Boy fue premiado con el trofeo al Mérito. La PFA ha querido honorificar y elogiar su paso por el Manchester United, club que lo vio nacer y crecer, y por la selección inglesa.

Un Devil muy Red

Debutó en 1995 con el Manchester United de la mano de sir Alex Ferguson. Con el tiempo se haría indiscutible en la escuadra del Manchester United y heredaría el '7' de leyendas como George Best, Bryan Robson o Eric Cantona. La responsabilidad no le pesó más que la tela de la camiseta y pronto se hizo un ídolo de la afición. 

En la temporada 1998-1999 fue uno de los artíficies del famoso trébol formado por la consecución de Premier League, FA Cup y Champions League. En el logro de la Champions League jugó un papel estelar. La final se disputó en el Camp Nou y enfrentó al Manchester United de Ferguson al Bayern de Múnich de Omar Hitzfield. Los bávaros se impondrían en el marcador desde el minuto 6 gracias al gol de Mario Besler. Aunque Beckham tendría en sus botas la posibilidad de cambiar el destino.

El británico disputó los noventa minutos del partido y dos saques de esquinas botados por él dieron en el descuento la Champions League al Manchester United. El primero fue obra Teddy Sheringham para igualar el luminoso tras una serie de rechaces y el gol de la victoria lo anotaría instantes después Ole Gunnar Solskjær también tras un saque de esquina de Beckham donde peinó Sheringham para que el noruego hiciese el 2-1 final. Al final del partido, David Beckham fue reconocido como el hombre de la final. 

Beckham con la camiseta de los Red Devils | Foto: Standard

En la temporada 03-04 fichó por el Real Madrid a cambio de 35 millones de euros para convertirse en uno de los 'galácticos'. Aunque no pudo reconquistar la Champions League, marcó una etapa en la capital madrileña.

Capitán elegante

Lideró a su país en 3 Copas del Mundo y 2 Eurocopas. Es uno de los grandes baches en la carrera de Beckham ya que nunca conquistó ninguno a nivel de selección. No obstante, esto no mancha sus actuaciones defendiendo a Inglaterra. Nunca pasó de los cuartos de final en las competiciones, siendo la Copa del Mundo 2002, la Eurocopa 2004 y la Copa del Mundo 2006 sus máximos registros. 

La elegancia era una de las cualidades que desprendía David Beckham. Disponía de un golpeo a la altura de muy pocos y anotó goles verdaderamente maravillosos. Tanto en el Manchester United como en la selección inglesa dejó rastros de su fabulosa pierna derecha. 

Uno de los goles más recordados fue el anotado, precisamente, el Old Trafford, donde por aquel entonces era dueño y señor de la ciudad.  El diario digital Goal realizó una encuesta que terminó con casi un 50% de los votos nombrando este gol como el momento más memorable de la carrera de Beckham, por encima de su gol desde el centro del campo ante el Wimbledon. 

Un partido clasificatorio para el Mundial de 2002 enfrentaba a Grecia y a Inglaterra en Old Trafford. Los Tres Leones necesitaban conseguir el mismo resultado frente a Grecia que Alemania lograse frente a Islandia. En el descuento, los helenos se imponían por 1-2 e Inglaterra tendría que jugar un partido de repesca. Un despeje de la defensa inglesa terminó con Konstantinidis empujando a Sheringham en una falta que no dudó en penalizar el colegiado holandés de la contienda. Teddy Sheringham cogió el balón para lanzar el libre directo pero Beckham estaba en su estadio, en su casa, ante su afición, y como capitán, la responsabilidad era suya. 

El lanzamiento conocido ahora como la 'banana' superó en el minuto 93 a la barrera griega y se coló por la escuadra de la portería de Nikopolidis para garantizar un puesto en el Mundial de 2002. 

Foto: The FA
Foto: The FA

Un sutil francotirador que devolvió la alegría a todo un país. Defendió contra cualquier temporal a su país y a su Manchester United. Un niño que se convirtió en hombre sin salir de casa. Por ello, la PFA lo ha reconocido con el trofeo al Mérito, más que merecido, valga la redundancia.