En el partido disputado en Vicarage Road el lunes por la noche, se acercaban Liverpool y Watford al final del añadido de la primera mitad de un encuentro reñido, donde ambos conjuntos se habían repartido las pocas ocasiones, con un cero cero en el marcador.

Hasta que el centrocampista del Liverpool, Emre Can, protagonizó un momento de gran calidad abriendo la lata antes del pitido del árbitro; rematando de manera acrobática en el aire un envío de Lucas Leiva a la mismísima escuadra. El gol fue una muestra clara de la diferencia de calidad de ambos equipos, que fue lo que marcó el devenir del partido, y después del encuentro, Emre Can bromeó diciendo que nunca anotará "un gol igual".

"No pensé demasiado, siendo sincero. El balón me llegó, fue un gran envío de Lucas Leiva, y sólo lo hice, y me alegro de que entrara", declaró.  "No podía hacer nada más, porque el balón se me quedó un poco atrás y no podía rematar de cabeza".

"No pensé mucho la acción, me salió solo, y cuando vi que entrara pensé que nunca marcaré un tanto igual", bromeó. 

"Fue un gol muy especial, pero estoy más contento por los tres puntos, eso fue lo más importante. Pero ha sido el mejor gol que he marcado, un gol increíble", dijo.

"Es un gran, gran paso hacia las posiciones de Champions League, queremos volver a esa competición, pienso que si jugamos como lo venimos haciendo en los últimos tres partidos ganaremos los partidos y nos meteremos en Champions la temporada que viene", añadió.

"Nuestra meta es jugar la Champions League porque con la calidad que tenemos dentro de la plantilla y la grandeza del club, tu meta tiene que ser esa, jugar la mejor competición de clubes, y daremos lo mejor de nosotros para conseguirlo", finalizó.