El Paris Saint-Germain vuelve a igualar a puntos al Mónaco, aunque con dos partidos más, a falta de otro par de encuentros para que concluya la Ligue 1. Pese a lo difícil que se antoja la gesta, los hombres de Unai Emery no tiran la toalla, y han goleado en la tarde de este sábado al Bastia por 5-0 en un partido en el que a los capitalinos les bastó con aumentar la intensidad en los minutos finales de cada mitad, ante el cansino ritmo por el que transcurrió el encuentro, que llegó a enervar incluso a la grada del Parque de los Príncipes.
Pese a la parsimonia local, el cuadro corso fue inferior en todo momento a un PSG que monopolizó el control del cuero gracias al gran posicionamiento del que hizo gala una vez más el joven Adrien Rabiot, y que dispuso de varias oportunidades para adelantarse en la primera media hora del choque, especialmente mediante un combativo Lucas Moura, que estrelló el balón en la cruceta tras un disparo lejano.
El PSG sentencia ante la inocencia visitante
Fue precisamente el brasileño el que pudo abrir la lata en el Parque de los Príncipes, tras una jugada muy desafortunada de la defensa del cuadro de Rui Almeida, que pecó de falta de coordinación y contundencia para actuar ante la ofensiva parisina. Blaise Matuidi cedió el cuero a Lucas para que el ex del Sao Paulo, en su regreso al once debido a la ausencia por sanción de Di María, transformara el primer gol de la tarde.
Sólo dos minutos después el PSG ya tenía encarrilado el encuentro, en una jugada que, eso sí, será pasto de debates sobre ética en el país galo, pero que denota falta de tensión competitiva y de tablas en el colista del campeonato. Blaise Matuidi se quedó tendido en el área del Bastia mientras el esférico salía de banda, y Leca, arquero visitante, se interesó por el estado del centrocampista francés. El conjunto local sacó de banda y, con toda la defensa corsa detenida y observando a Marco Verratti, el italiano soltó un disparo seco que besó la red de un Leca que pedía echar el balón fuera.
El lance fue muy protestado por todo el cuadro visitante, en especial por el propio Leca, alegando que se estaba interesando por el estado de un jugador parisino. Dejando a un lado el debate sobre el comportamiento de Verratti, la defensa del Bastia dio la jugada por terminada incluso cuando el centrocampista italiano se mostraba dispuesto a seguir con el ataque, mientras Leca, con balón en juego, dejaba libre su portería. A buen seguro, Rui Almeida tendrá algo que reprocharle a sus jugadores.
Primeros detalles de Lo Celso en Europa
Con el partido completamente controlado, el PSG se dedicó a mantener el dominio el cuero en el segundo acto. La lentitud y pasividad con la que los de Unai Emery llevaban a cabo la tarea enfadó a la parroquia local, que esperaba mayor competitividad de sus jugadores de cara a aumentar la renta.
Con los puntos en el bolsillo, el técnico vasco dejó ver en el último cuarto de hora a los dos fichajes invernales que no han tenido apenas protagonismo hasta ahora, los prometedores Gonçalo Guedes y Giovani Lo Celso. La entrada de los dos jóvenes jugadores, que se alternó con el primer tanto de Edinson Cavani en el encuentro, cambió por completo el ritmo del partido. Ávidos por mostrar el nivel que atesoran, el portugués y el argentino lideraron el ataque parisino en lo que fue un vendaval absoluto hasta el final del duelo, con tres goles y un penalti marrado en poco más de diez minutos de juego.
Mención especial merece, dentro de este intervalo, la irrupción del jugador rosarino. Ya había mostrado en la Copa Libertadores de lo que es capaz, pero en esta tarde de sábado se han visto en Europa las primeras pinceladas de lo que promete ser un jugador de tronío en el continente, y que el PSG comenzará a aprovechar a partir del próximo año.
En el primer balón que tocó, Lo Celso fabricó una extraordinaria jugada que desembocó en el tanto de Marquinhos, que empujó en la línea de gol un gran remate picado del argentino. Un par de destellos sucesivos cerraron una aparición breve, aunque deslumbrante, y fueron la principal atracción de un vibrante cuarto de hora final, que dio por finalizado Cavani con su segundo tanto de la tarde. El doblete del uruguayo cerró un encuentro plácido para un PSG que espera fallos del Mónaco para regresar a la lucha por el campeonato.