Dicen que los números están en todos los ámbitos de la vida. Por supuesto, el fútbol no sería nada sin las estadísticas ni las matemáticas que lo rodean. Se trata de dar sentido, de dar con conclusiones a través de la lógica, puesto que hay actos que se repiten una y otra vez, como patrones. A esto es a lo que se agarra el uruguayo Paolo Montero, defensa de la Juventus entre 1996 y 2005, para referirse a las opciones de la Juventus de cara a la final de Cardiff ante el Real Madrid.

En una entrevista en ‘La Nación’, el actual entrenador de Rosario Central refleja esta curiosa secuencia de títulos que han protagonizado en los últimos años los conjuntos de la Serie A: “Para mí la Juventus es la candidata a ganar esta Champions, está muy bien defensivamente. Un equipo italiano gana la Champions League cada 7 años: Milan en el 89, y después Juventus en el 96, Milan en 2003, Inter en 2010... y estamos en 2017. Ojalá se les dé, tengo muchos amigos ahí”, reconoce. Además, el Milan la ganó también en 1990, 1994 y 2007, por lo que la secuencia no es estrictamente consecutiva.

Sobre Gianluigi Buffon también tuvo unas palabras de cariño. “Tiene casi cuarenta años y es un ejemplo de profesionalidad y vigencia”, reconoce. Al ser preguntado sobre ‘La Joya’ Dybala, su tocayo Paolo fue claro: “Es un crack. Ha sido la explosión más grande del fútbol de los últimos 25 o 30 años. Lo tiene todo para triunfar”.

Diez años jugando en Italia

En dicha entrevista, Paolo explica su filosofía de vida, reflejada en su etapa como jugador en la Serie A (récord de expulsiones en Italia), teniendo delante a cracks a los que defender como Van Basten, Baggio, Ruud Gullit, Mancini, Rijkaard, Gascoigne o Ronaldo. “A mí nunca me expulsaron por protestar”, reconoce. “Yo vengo de otra escuela, de pensar ‘le pego y me voy’, porque lo que te puede es la impotencia”. “Siempre tuve buena relación con mis compañeros, en la Juventus aprendí que un suplente es sagrado”, afirma Paolo Montero. “Debes motivar al que tienes detrás, tienes que decirle que te tiene que quitar el puesto. Ahí se ve el grupo”, sentencia.

Sobre los entrenadores italianos que le dirigieron a lo largo de su carrera (Ancelotti, Lippi y Capello), Paolo reconoce que le convencían “con los hechos, y también hablando. No eran dictadores”. “Nunca se sentían los dueños de la verdad, buscaban discutir”, relata Paolo Montero. Esa es la filosofía que dice aplicar en sus métodos: “me gustan los jugadores rebeldes, que confronten conmigo, pero sin faltar el respeto”.