Cinco goles le llevó Columbus Crew en su visita a territorio canadiense, en el partido en el que se jugaban la Trillium Cup. En la primera mitad, los canadienses consiguieron dos goles en muy pocas llegadas, sabiendo posteriormente saber aguantar los envites de su rival. En la segunda parte los visitantes lograron mover el resultado para su favor, pero no lo consiguieron, y sin embargo lo que si recibieron fueron tres goles más que redondearon el resultado a favor de los canadienses,

Destellos

Buen inicio del equipo local, que comenzó realizando una presión a campo entero para impedir que su rival pudiese salir con el balón jugado. Esto les permitía recuperarlo y buscar con insistencia la meta visitante. De esa manera, a los cinco minutos Ricketts superó en velocidad a Mensah, pero el central lo derribó dentro del área. El español Víctor Vázquez fue el encargado de transformar la pena máxima.

Este gol tuvo un efecto revitalizante en el rival que empezó a acumular llegadas al área de su rival, pero apenas conseguía finalizar las acciones con un disparo a puerta. Los canadienses sin embargo, cada ocasión en la que generaban un disparo a puerta, este significaba llevar el ‘uy’ a las gradas del BMO Field.

Víctor Vázquez anotó dos goles  (Imagen: @TorontoFC)

Conforme pasaban los minutos, el Columbus Crew se había convertido el dominador del balón, y durante un tiempo mantuvo a su rival encerrado en campo propio, pero la buena defensa de estos les impidió que ni tan siquiera pudiese realizar un disparo a puerta.

En los minutos previos al descanso, los locales habían empezado a sacudirse la presión a la que su rival les estaba sometiendo. De esta manera, consiguieron recuperar un balón cuando su rival estaba tratando de salir, lo que propició una clara ocasión de gol. Spencer abrió a una de la banda izquierda por donde se incorporó Morrow para con un disparo muy potente, superar al guardameta.

En los minutos finales, los visitantes trataron de lograr anotar para recortar distancias, pero su juego no fue tan efectivo como el que hubiesen necesitado para lograrlo.

Sin oposición

Con el inicio de la segunda mitad, el Columbus Crew buscó ser de nuevo el dominador de la pelota, pero al presión que su rival ejerció de nuevo, le hacía que tuviesen pocas ocasiones de llegar a su portería. Sólo con un trabajo táctico y un buen posicionamiento, los canadienses estaban consiguiendo que su rival apenas consiguiese disparar a portería.

A escasos minutos para que se llegase a la hora de partido surgió una jugada polémica que acabó con final feliz para los canadienses. Delgado fue derribado en la línea del área, pero el árbitro concedió libre directo, retrasando el balón unos centímetros. Apareció entonces Víctor Vázquez para con una genialidad superar a la barrera con un disparo raso que sorprendió a todos y puso el tercer gol en el marcador.

A partir de este momento, los visitantes buscaron con ahínco el gol que les acercase en el marcador y les diese la oportunidad de por lo menos sacar algún punto. Pero desde el inicio un problema les estaba impidiendo llegar con claridad. Los pocos jugadores que tenían en el centro del campo apenas pudieron superar a una nutrida defensa de los canadienses, haciendo que sólo con las acciones a balón parado pudiesen llegar a crear peligro.

Celebración de uno de los goles de Toronto (Imagen: @TorontoFC)

A diez minutos para el final del partido, el Toronto FC se quedó con un jugador menos a causa de una entrada a destiempo de Marky Delgado sobre Will Trapp, que a punto estuvo de causarle una lesión de gravedad.

En los minutos finales, con los visitantes totalmente rendidos, llegó el cuarto gol para los canadienses, obra de Jonathan Osorio. El futbolista canadiense aprovechó un falló en el repliegue de los visitantes y se presentó dolo frente al guardameta, al que superó con un disparo entre sus piernas.

Los visitantes aprotaron buscando un golde la honra con la que ‘dibujar’ el marcador, pero fueron los locales los que colocaron un resultado difícil de olvidar. En prácticamente, la última acción del partido, Edwards colocó un centro al segundo palo donde apareció Hamilton, para sólo tener que empujar el balón al fondo de la red.