Victoria con remontada para el New York Red Bulls que consigue de nuevo dar una versión más cercana al fútbol preciosista y a la garra de temporadas anteriores, que no a la desidia vista en algunas de las últimas semanas. En la primera mitad el rival se adelantó con un tempranero gol desde los once metros, pero la insistencia de los locales por anotar no tuvo efecto hasta llegada la segunda mitad. Fue en esta cuando el dominio local tuvo su recompensa con dos goles, frente a unos New England que poco más pudieron ofrecer salvo alguna contra sin demasiado peligro.

Gol y a guardar

Partido muy abierto desde el inicio que antes de que se cumpliesen los diez primeros minutos, los visitantes ya habían tenido una gran ocasión de gol y posteriormente anotaron. En la primera acción Rowe disparo a puerta desde el interior del área, obligando a Robles a estirarse para sacar el balón. En la siguiente, Fagundez fue derribado en el interior del área, obligando al colegiado a señalar un penalti que Nguyen se encargó de anotar.

Tras este tanto los New York Red Bulls se hicieron con el control de la pelota y manteniendo a su rival encerrado en campo propio y generando una gran cantidad de ocasiones de peligro. En todas ellas, el guardameta del los ‘Revs’ se presentó como el héroe momentáneo, ya que consiguió rechazar todos los disparos que su rival realizó.

Cropper detuvo varios disparos de su rival en la primera mitad (Imagen: usatoday.com)

Con el claro control del ritmo del partido por parte de los locales, a los New England Revolution sólo le quedaba la posibilidad de buscar el gol con contraataques, en los que apenas conseguía pisar área.

El dominio de los locales era totalmente absoluto y en los minutos previos al descanso, su rival ya ni tan siquiera conseguía salir de su propio campo. Todos los balones eran despejados y volvían a los pies de unos locales que no conseguían superar la poblada defensa de su rival.

En los minutos finales, los visitantes consiguieron sacudirse de la presión de los locales, pero la portería estaba muy lejana y el descanso llegó con la victoria parcial de estos por la mínima, un gol de diferencia.

Remontada de mérito

Con el inicio de la segunda mitad, llegó el gol que el equipo local tanto buscó en los primeros 45 minutos. Bradley Wright-Phillips se aprovechó de un fallo en el despeje del guardameta visitante, y con un taconazo lo superó, volviendo a poner la igualada en el marcador.

Este tanto tuvo un efecto positivo en los ‘Revs’, que en los siguientes minutos consiguió sumar una mayor cantidad de llegadas al área que en toda la primera mitad. Estaba logrando imponerse a un rival que con el empate en el luminoso, confiaba tener mayor suerte de cara a portería, que la tenida hasta el momento.  Aprovechó el momento en el que se encontraba su rival, teniendo que hacer grande el campo, para volver a apuntarse varias acciones de peligro.

Los minutos pasaban y con ellos el encuentro comenzó a abrirse de nuevo, con ambos equipos alternándose llegadas a una y otra área, aunque la falta de profundidad les impidió finalizar con un disparo sobre la portería.

Wright-Phillips anotó el gol del empate (Imagen: usatoday.com)

Y a penas a cinco minutos para el final del partido, los neoyorkinos sorprendieron a su rival con un gol que daba la vuelta al marcador. Por banda izquierda, Lawrence se aprovechó de un error de posicionamiento de la defensa rival para colocar un centro al segundo palo en donde Royer sólo tuvo que poner la cabeza para rematar a gol.

A partir de ese momento, los New England Revolution asediaron de manera continua la portería de su rival, pero a pesar de intentarlo, sus acciones finalizaban despejadas por la defensa o por el guardameta. De esta manera llegó la victoria de los neoyorkinos que parecía comenzar a dar una cara diferente a la de las últimas semanas, permitiéndole coger aire en la tabla clasificatoria.