Chicago Fire es, a día de hoy, el equipo más en forma de toda la Major League Soccer y, comandado por Bastian Schweinsteiger y David Accam, autor además de un hat-trick, derrotó a Orlando City por cuatro goles a cero. El dominio local fue aplastante desde los primeros compases del choque y solamente el desacierto de sus atacantes, unido a las buenas intervenciones de Joe Bendik, pudo evitar una goleada aún mayor. Con esta victoria, los pupilos de Veljko Paunovic se sitúan segundos en la Conferencia Este, a solo un punto del líder, Toronto FC. Por su parte, la franquicia púrpura pierde fuelle y, tras este choque, cae hasta la cuarta plaza, demasiado lejos de la cabeza de la tabla aunque sin peligrar, por el momento, su presencia en los PlayOff.

Demasiado fácil

Chicago Fire saltó al césped del Toyota Park con ganas de demostrar que puede ser la alternativa a Toronto City para acabar la temporada regular en primera posición. Toda la intensidad que pusieron los locales faltó en un Orlando City muy blandito y que concedió demasiadas facilidades a su rival.

Justo cuando se cumplía el minuto dos de partido, Accam deslumbró a todos los allí presentes con un certero taconazo que pillaba por sorpresa a Bendik y suponía el primer gol del encuentro. Una auténtica obra de arte. Desde luego el delantero ghanés estaba "enchufado".

En la siguiente jugada pudo llegar el segundo. Después de una recuperación de Schweinsteiger en el centro del campo y un pase al hueco de Accam, Nemanja Nikolic envío el balón directamente fuera en el mano a mano ante Bendik. Los visitantes debían estar agradecidos por seguir con vida… ¡Y eso que únicamente se habían jugado tres minutos!

Poco después, Accam iba a firmar su segundo tanto. Schweinsteiger destapó el "tarro de las esencias" y envío un pase medido desde su propio campo que dejo al de Ghana solo frente al portero. Con mucha sangre fría, Accam dribló al arquero y envió sutilmente el cuero al fondo de las mayas. 2-0 en apenas siete minutos.

David Accam festeja su segundo tanto // Imagen: chicago-fire.com

A partir de entonces, el Fire jugó prácticamente a su antojo y solo Bendik pudo evitar un descalabro aún mayor para los suyos con sendas intervenciones que amargaron la noche a Solignac y Nikolic. Tranquilos chicos, tendréis más oportunidades.

Sin piedad

El fútbol, como la vida, siempre da una segunda oportunidad. Nada más arrancar la segunda mitad, Nikolic se plantó nuevamente en el mano a mano con Bendik, Esta vez el ariete húngaro no falló y puso el tercero en el marcador. En apenas 50 minutos, el partido estaba más que sentenciado. Mención especial para Accam, que a estas alturas ya había anotado dos dianas y dado una asistencia.

A falta de media hora para el pitido final, llegaría el cuarto y último gol. Accam es arroyado por Scott Sutter en el interior del área y Jorgen Gonzalez, el árbitro del encuentro, señala con buen criterio el punto fatídico. El propio Accam se encargaría de transformarlo y firmar así su hat-trick. ¡Espectacular su partido!

Con calma

Solignac gozó de otra buena oportunidad para hacer su golito en el minuto 67. Sin embargo el delantero argentino no tuvo su día e incomprensiblemente envió el cuero muy por encima del travesaño cuando lo tenía todo a su favor para marcar. Su cara era un auténtico poema…

Los locales no quisieron hacer leña del árbol caído y, en los últimos minutos, apenas hubo acercamientos a la portería defendida por Bendik. Tampoco a la del otro arquero, y es que Matt Lampson ha vivido el que posiblemente sea el partido más tranquilo de su trayectoria profesional. Así da gusto.

El Toyota Park fue una fiesta al termino de los 90 minutos // Imagen: Chicago Fire
Imagen: chicago-fire.com