Alemania se encuentra a las puertas de un nuevo trofeo después de que en el Mundial de Brasil de 2014 se proclamara campeona del mundo. Así, con una generación más que renovada de futbolistas (sólo tres campeones del mundo: Mustafi, Ginter y Draxler), la selección alemana se ha plantado en una nueva final, esta vez en la Copa Confederaciones contra Chile.
"Ambas selecciones merecemos estar en la final"
De esta manera, Joachim Löw tendrá la oportunidad de sumar un nuevo título a las vitrinas de los germanos en una nueva final: "El ambiente para la final será fantástico. Estábamos muy felices después de ganar la semifinal ante México, merecemos estar en esta final, aunque también Chile; las dos selecciones merecemos llegar a donde hemos llegado". Por lo tanto, el seleccionador alemán cree que se dará un partido muy intenso y claramente igualado frente a la Chile de Juan Antonio Pizzi: "Los dos equipos queremos ganar este torneo y sabemos qué esperar del rival. Chile es una selección muy sólida y compacta, con gran experiencia y una perfecta química entre sus jugadores, por lo que deberemos dar nuestro 100% si queremos ganar a este equipo".
Chile, un rival de todo menos fácil
Joachim Löw alabó a su rival en esta final de la Copa Confederaciones, de la que resaltó su esfuerzo y constancia en los últimos años: "Admiramos a Chile. Es un país muy pequeño pero han ganado a 'gigantes' del fútbol como Argentina o Brasil; tienen al menos diez jugadores de talla mundial, además de que son muy versátiles la mayoría de ellos".
Una de las principales bazas, además, de la selección sudamericana es la presión que ejercen en campo contrario en tres cuartos de campo, algo que Löw, según ha confirmado, tendrá en cuenta para el encuentro, además del buen uso que realizan de la posesión de balón. Por tanto, en líneas generales, el seleccionador de la vigente campeona del mundo espera que sus chicos den el mismo o mejor rendimiento que en la victoria en semifinales ante México.