Seattle Sounders parece haber resurgido en las últimas semanas, después de un inicio de temporada que le llevó a pelear por los últimos puestos de la clasificación. En esta ocasión consiguió superar a unos ‘Loons’ que no fueron rival, y por mucho que buscasen la portería visitante, estuvieron muy fallones en todas sus líneas. Durante los 90 minutos, los Sounders se mostraron muy superiores, tratando de, manera constante y sin competer fallos, de percutir la portería de su rival. Consiguieron dos goles en los primeros 15 minutos, que ya decantaron el partido a su favor, y en la segunda mitad, cuando los locales se volcaron en el ataque, con dos contraataques anotaron otros dos goles que dieron el partido por finalizado.

Seattle saca provecho de los errores

Los primeros minutos del partido fueron un constante ir y venir de una portería a otra en donde ninguno de los dos equipos consiguió estar acertado de cara a portería. Ambos consiguieron generar varias ocasiones manifiestas de gol, que sólo la mala puntería de los delanteros, dejaron el marcador sin variación.

Sin embargo cerca del minuto 10, la pólvora del Seattle Sounders en el ataque quedó patente. En la enésima llegada a portería, Will Bruin se hizo con un balón tras un desmarque entre los dos centrales y ante la salida del portero local, lo superó con un disparo cruzado que dejó a este sin capacidad de reacción.

Este gol apenas trastocó el planteamiento de los locales, que continuaron buscando ser protagonistas del partido y buscando el control de la pelota, consiguieron enlazar dos acciones de peligro casi continuadas, pero Molino no estuvo acertado de cara a portería.

Los visitantes se dedicaron entonces a aguantar los arreones de su rival, y aprovechar la ya conocida debilidad defensiva de estos para generarles peligro a la mínima ocasión que pudiese. De esta manera, los Sounders consiguieron poner mayor distancia en el marcador tras un despiste en un saque de esquina. Marshall cabeceó un balón en el segundo palo para que Dempsey, en la línea de gol, sólo tuviese que empujar el balón para asegurarse el tanto.

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A partir de ese momento, el Minnesota United tuvo que ponerse el mono de trabajo y buscar con insistencia la portería de los visitantes, que apenas pudo volver a poner en riesgo. Esto hizo que los Sounders se encontrasen con un panorama muy cómodo en el que tuvieron mucha facilidad para defender el resultado.

Hasta que en los últimos minutos de la primera mitad, la intensidad del juego incrementó por parte de ambos equipos, llevando al partido a una situación similar a la del inicio. Esto significó que los dos equipos gozaron de una gran cantidad de ocasiones, pero que ninguno de ellos estuvo acertado de cara a portería.

Crónica de una muerte anunciada

Desde el inicio de la segunda parte, se vio a unos Seattle Sounders claramente dominadores en todos los aspectos del juego. Mantuvieron alejado a su rival de su propia portería, mientras que de manera constante percutían la de estos. Para ellos adelantaron mucho las líneas del equipo, llevando a que se jugase el partido en la mitad del terreno de juego correspondiente a los locales.

Esta situación generó también que se creasen espacios a la espalda de los defensores visitantes, lo que llevó a Minnesota United a generar dos contraataques en los que Danladi no estuvo acertado en el momento de la definición.

A partir de este momento, la dinámica del encuentro cambio y los locales pasaron a manejar el ritmo del partido, jugando casi la totalidad del tiempo en campo de su rival. Esto originó que el entrenador de los Sounders, viendo a su equipo en inferioridad de juego, diese entrada a un central como Evans por Bruin. Este movimiento buscó la acumulación de futbolistas en defensa para de esa manera desbaratar todas las acciones de su rival.

Con los locales volcados al ataque, dejaron mucho espacio a su espalda, lo que permitió que su rival aprovechar el potencial del equipo a la contra. Y en esas acciones, en apenas tres minutos, los Sounders dieron por finalizado el partido con dos goles.

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En el primero de ellos, Morris controló en carrera un desplazamiento en largo que tras encarar al portero, lo superó con un disparo entre las piernas. En la siguiente acción en la que los visitantes se acercaron a la portería también a la contra, Dempsey volvió a aparecer y tras deshacerse de un par de defensores, definió la jugada con un gran disparo a la escuadra.

Estos goles dejaron muy tocado al conjunto local, que apenas tuvo capacidad de reacción. Tanto fue así, que unos minutos después, Dempsey volvió a percutir la banda izquierda y dispara a puerta, pero el balón fue sacado con una mano por Shuttleworth.

A partir de entonces, el partido sufrió un bajón en el ritmo de juego en donde sólo los visitantes parecieron querer continuar. Los ‘Loons’ se dieron prácticamente por vencidos, y lo único que hicieron es dejar pasar el tiempo hasta que el colegiado señalase el final del partido. 

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.