Dolorosa goleada la que sufrió el New England Revolution en un partido en el que en 30 minutos había recibido dos goles y sufrido dos expulsiones. La segunda de ella muy rigurosa. Un ‘hat-trick’ del delantero venezolano Josef Martínez en los primeros 45 minutos, certificó una importantísima victoria que le permite continuar en puestos de PlayOff´s. En la segunda parte el equipo visitante trató de tener una leve reacción, pero la comodidad que encontró su rival al jugar con dos futbolistas más, permitió que apenas tuviesen problemas. En los últimos minutos del partido, los locales consiguieron tres goles que certificaron la goleada.

Demasiado castigo

Sólo dos minutos necesitó el equipo local para dejar claras sus intenciones. Almirón filtró un pase al espacio para que Josef Martinez encarase a un defensor y tras deshacerse de su marca, anotase el primer gol del partido con un disparo cruzado.

Tras este tanto, el Atlanta United comenzó a controlar el balón con una continua circulación de balón, que hizo que su rival comenzase a desesperar y realizar una gran cantidad de faltas a destiempo. En una de estas acciones en los 15 primeros minutos, Kouassi vio la tarjeta roja directa después de un plantillazo a un rival. El árbitro tuvo que confirmar esta expulsión con el VAR.

El partido continuó siendo muy bronco, en donde el equipo local apenas lograba imprimirle ritmo de juego, debido a las constantes faltas que su rival realizaba. Pero lo cierto es que en cada ocasión en la que se acercaban al área de su rival, conseguían crear una clara ocasión de gol.

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A la media hora de partido, en una de las incontables llegadas del Atlanta United al área, consiguieron anotar un nuevo gol, que con las circunstancias que se daban, parecía muy favorable para la victoria local. En una segunda acción tras un saque de esquina, un jugador visitante golpeó el balón con la mano en el interior del área. El colegiado señaló la pena máxima, que Josef Martínez se encargó de transformar.

Unos minutos después, otra acción dentro del área de los ‘Revs’ acabó con un penalti a favor de los locales. Un disparo de Martinez en el interior del área golpeó en la mano de Mlinar Delamea, lo que hizo que el árbitro señalase los once metros y la expulsión del central (muy rigurosa). El delantero venezolano fue el encargado de transformar la pena máxima y lograr así de nuevo un ‘hat-trick’.

Con dos jugadores menos, el equipo visitante quedó en las manos de un rival que antes de que finalizara la primera mitad, anotó un cuarto gol que daba por cerrada la victoria. Fue Anton Walkes el que controló un balón tras un centro al segundo palo, y con un disparo cruzado, superó al guardameta.

Una mitad demasiado larga

Con todo prácticamente decidido, la segunda mitad comenzó con el equipo local como máximo protagonista y con un juego muy elaborado. Apenas recibió presión por parte del equipo rival, que lo único que hacía era defenderse de las constantes llegadas de los locales sobre su portería.

Con el paso de los minutos y de manera esporádica, el conjunto visitante consiguió tener un par de acciones en las que salió con el balón controlado desde su propio campo, gracias sobre todo a la poca intensidad defensiva de su rival. Pero estas acciones no finalizaron ni tan siquiera con un disparo sobre portería.

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Esto desaminó al equipo del New England Revolution que continuó insistiendo sobre la portería de los locales, pero sus acciones carecían de cualquier peligro para los defensores. Sin embargo, cada llegada de los locales se convertía en una ocasión manifiesta de gol.

Fue en una de estas innumerables ocasiones en la que Atlanta United volvió a anotar un gol. Tras una rocambolesca jugada en la que el guardameta visitante tuvo una doble parada que negó el gol a su rival, el balón llegó en al frontal del área a Yamil Asad, que con un disparo al palo más alejado, puso el sexto en el luminoso.

En los minutos finales el ritmo del partido aumentó con los dos equipos buscando constantemente la portería rival. Pero en ello los locales continuaron siendo infinitamente mejores, y en el último minuto del tiempo reglamentario, anotaron el séptimo gol. Fue Héctor Villalba el que se aprovechó de un rechace en el interior del área para certificar el resultado.

Una goleada histórica en la que los locales sacaron provecho de un rival muy debilitado que jugó prácticamente una hora con dos jugadores menos.