La Bombonera se vistió de fiesta para recibir a Boca y calentó motores para el trascendental choque del día jueves entre el seleccionado de Argentina y Perú por un lugar en el próximo Mundial.
El puntero de la Superliga Argentina llegaba luego de una sorpresiva eliminación por Copa Argentina ante Rosario Central, por lo que para Guillermo Barros Schelotto y algunos de sus jugadores relacionados con un posible llamado del seleccionado -Gago, Pablo Pérez, Pavón y Benedetto- el partido ante Chacarita representaba más que sólo tres puntos.
Un comienzo para soñar con una goleada
La superioridad de Boca sobre Chacarita reflejada en la tabla de posiciones –uno llegó puntero, el otro en la parte baja- no tardó en plasmarse en el marcador. Sólo debieron pasar tres minutos para que, tras una gran asistencia de primera de Darío Benedetto, Cristian Pavón aprovechara los espacios entregadores por conjunto visitante y definiera de manera excelente el mano a mano ante el portero Fernández.
El tempranero gol de los Xeneizes hacía soñar con que la Bombonera viviría una tarde-noche a puro gol. Los continuos espacios que entregaba la defensa del Funebrero, sumado a un planteo que buscaba jugarle de igual a igual, permitía imaginar que el equipo de Barros Schelotto golearía al recién ascendido a pesar de la gran intensidad mostrada por estos.
Una ‘tonta’ expulsión
Sin embargo, todo aquello fueron sólo presagios y sensaciones porque, cuando el reloj marcaba el cuarto de hora, el colombiano Edwin Cardona vio la doble amarilla tras dos faltas innecesarias y dejó a Boca con un hombre de menos.
La expulsión obligó a que el equipo de Schelotto redoblara esfuerzos. Le provocó una dificultad impensada. Pavón tuvo que colocarse en posición de ocho o incluso de cuatro bis, para ayudar en la marca a Peruzzi, quien sorpresivamente regresó a la titularidad en lugar de Leonardo Jara. Mientras que Benedetto se vio obligado a quedar en soledad.
Chacarita comenzó a pisar el área defendida por Rossi, pero sin hacer trabajar mucho al portero azul y oro. Fue entonces que, en una de esos tantos intentos, el lateral derecho Nahuel Menéndez llegó al fondo y centró, el balón pegó en la mano de Wilmar Barrios pero el árbitro Néstor Pitana no señaló el punto penalti y le negó la posibilidad de la igualdad.
Tras el descanso el encuentro siguió bajo la misma lógica. Boca redoblando esfuerzos, Chacarita luchando cada balón. Sin embargo, el volante Miguel Mellado vio la doble amarilla y le simplificó la vida al conjunto local.
Ya con diez hombres ambos equipos el partido entró en un limbo. Boca se sentía superior, como sabiendo que el Funebrero no le generaba peligro real, a pesar de que el nivel futbolístico no fue mejor que el de otros partidos.
El conjunto de Schelotto empezó a administrar las energías y apostó a la contra. El desgaste del primer tiempo comenzó notarse en el físico de los jugadores y el entrenador Xeneize se vio obligado a hacer sus tres cambios por esa razón. Pero a pesar de ello, la Bombonera festejó y se prepara para recibir a la selección con bombos y platillos.
Con la victoria ante Chacarita, Boca sigue en lo más alto de la Superliga. El torneo no lo ha visto saborear la derrota y suma cinco victorias en la misma cantidad de partidos, anotando 13 goles y sólo recibiendo uno.
La abuela de 101 años, la historia de color en la Bombonera
El triunfo del Xeneize estuvo acompañado de una historia pintoresca y con color azul y oro, dejando de lado el gris de las nueves que coparon el clima en el Barrio de la Boca. Beatriz fue la protagonista central del suceso, ya que con 101 años de edad presenció por primera vez un partido de Boca en la Bombonera y dejó más que en claro que nunca es tarde para cumplir un sueño.
