La jornada siete de Premier League enfrentaba al Everton y al Burnley en Goodison Park. Los de Koeman afrontaban el partido en una situación muy delicada, con muchas dudas sobre su rendimiento acrecentadas por un empate en casa el pasado jueves en Europa League contra el Apollon Limassol. El Burnley por su parte pretendía continuar con su gran inicio de temporada y volver a sacar puntos a equipos grandes, como ya hizo como visitante esta temporada ante el Chelsea, Tottenham o Liverpool.

Sorpresa en la alineación del Everton

Abandonada ya la formación con tres centrales, Ronald Koeman alineó un 4-4-2 con algunos jugadores menos habituales en la zona ofensiva, en busca de mejorar ofensivamente y ser más directos. Rooney fue la ausencia más destacada, que posteriomente saldría en la segunda parte. Los delanteros de los toffees fueron el joven Calvert-Lewin, uno de los más participativos en todo el encuentro, y Niasse, muy activo en la primera mitad pero que fue de más a menos. La otra sorpresa en el once fue la titularidad por banda derecha del joven Vlasic, que en la primera mitad estuvo bien pero en la segunda fue sustituido porque no estaba entrando en juego.

Por parte del Burnley, Dyche alineó un once sin grandes sorpresas con el objetivo de ser un equipo compacto y serios en defensa para poder salir al contragolpe aprovechando los espacios y el planteamiento le salió bien al técnico de los clarets.

Hendrick adelantó al Burnley

En el inicio del partido, el Everton salió bien con intención de dominar y crear ocasiones desde el principio. La primera oportunidad del encuentro estuvo en las botas de Niasse que disparó dentro del área centrado y blocó Pope.

El Everton siguió creando ocasiones con un fútbol directo y pudo adelantarse en un error defensivo del Burnley que aprovechó Calvert-Lewin para salir al contragolpe y asistir a Sigurdsson pero el islandés remató flojó y centrado.

En el minuto 21 llegó el gol del Burnley en una muy buena jugada de los hombres de Dyche, el balón le llegó a Ward pegado a la línea de fondo y este puso un pase atrás para Hnedrick que tras un recorte hizo el 0-1.

A partir del gol el partido dejó de ser tanto de ida y vuelta y el Everton perdió protagonismo. El Burnley mostró sensación de control defendiendo bien y al recuperar salían al contragolpe intentando aprovechar los espacios de la defensa del Everton, siendo el equipo que tuvo las mejores ocasiones, pero el partido se fue al descanso con 0-1. 

Hendrick en el disparo del 0-1. Foto: Premier League.

Posesión sin resultado del Everton

Tras el descanso, el Everton salió mejor de lo que acabó la primera parte. El conjunto de Koeman se convirtió en el dominador claro de la posesión mientras que el Burnley dio un paso atrás para defender y conservar la ventaja.

Pese al dominio de la posesión, las ocasiones de peligro del Everton fueron fundamentalmente con centros desde los costados para que remataran Calvert-Lewin o Niasse o con disparos desde fuera del área.

Con el paso de los minutos y la falta de tiempo para la remontada, el Everton lo intentó a la desesperada colgando balones desde cualquier zona del campo buscando un remate que ponga el empate en el marcador pero todos los centros los defendió bien el Burnley que se limitaba a alejar el peligro de su portería.

Tuvo una última ocasión el Everton para conseguir el empate en un centro para Williams que lo remató y rebotó en un defensa saliendo muy cerca del palo de la portería de Pope. En el rebote el Everton reclamó penalti por mano pero el árbitro no señaló nada y el partido acabó con victoria por 0-1 del Burnley.

Davies rodeado por Defour y Hendrick.
Davies rodeado por Hendrick y Defour. Foto: Premier League.

Este resultado deja en una situación muy complicada al Everton, que está dejando unas sensaciones muy malas y está cerca de los puestos de descenso. Los de Koeman deberán aprovechar el parón de selecciones para cambiar esta dinámica o de lo contrario peligrará el puesto de Koeman como entrenador. Por otro lado, el Burnley afronta el parón de selecciones en un momento de forma muy bueno, situado en sexta posición y dando sensación de un equipo muy fiable.