Todo Entre Ríos era una fiesta. El equipo local, Patronato, llenaba la cancha por primera vez en el año. Sucede que el ‘Patrón’ jugaba (nada más y nada menos) que con el último campeón del fútbol argentino, Boca Juniors, y nadie quería perderse una noche que prometía un encuentro entretenido. El estadio completo vibraba de emoción en los minutos previos al partido, los bombos resonaban en la noche entrerriana y los cánticos se levantaban desde diferentes partes del estadio.

Con la salida de los equipos, toda la emoción acumulada durante la noche finalmente explotó: fuegos artificiales iluminaron la cima del estadio y miles de papelillos rojos, negros y blancos (los colores del local) cubrieron un cuarto de la cancha. Los equipos se alinearon para la foto: los de Patronato por un lado y los de Boca, con una gran bandera deseándole lo mejor a Fernando Gago (lesionado en el último partido de Argentina), por el otro. Sin embargo, el partido no empezó. Los miles de papelillos imposibilitaban el inicio del encuentro, ya que tapaban las líneas de cal del sector izquierdo de la cancha. Luego de 15 minutos de rastrillaje, el árbitro Facundo Tello se mostró satisfecho con la limpieza del campo de juego y dio por empezado el partido.

Primer tiempo

El partido comenzó frío, sin emociones. En los primeros minutos, sólo hubo un disparo al arco: Pavón, de Boca, justo cuando comenzaba el encuentro. El partido tuvo un cambio de intensidad a partir del minuto diez: primero, una jugada clarísima del delantero de Patronato puso a todo el estadio de pie, pero, a pesar del buen globo al arquero de Boca, la pelota se desvió y no llegó a cruzar la línea del arco. Luego, un disparo de Balboa puso en peligro al arco visitante, pero Rossi, arquero del ‘Xeneize’ la desvió al córner. En esa misma jugada parada, fue Rossi el que otra vez salvó el arco visitante, al embolsar un cabezazo que casi es gol. Patronato fue más en los primeros 20 minutos.

El partido bajo su emoción a partir de los 25 minutos. Boca empezó a dominar la pelota y el juego, pero sin golpear al rival.  El partido podría haberse desequilibrado cuando el mediocampísta de Boca, Nández, le propinó un golpe fuerte a Rivero, que ameritaba una expulsión. Sin embargo, el árbitro Tello solo le mostró la cartulina amarilla al uruguayo. En los últimos minutos de la primera mitad, el delantero ‘Xeneize’ y de la selección argentina, Dario Benedetto, empezó a aparecer en el juego, con dos chances que pusieron a Bertoli en peligro, pero no pudo entonar el grito sagrado. El colegiado pitó el final de la primera parte y ambos equipos se fueron al descanso sin sacarse diferencias.

Segundo tiempo

El complemento del partido empezó de la mejor manera posible: con un ida y vuelta de arco a arco con varios ataques que podrían haber desembocado en el gol de cualquiera de los dos equipos. Pero Boca fue más y, trás un pelotazo que dominó Pavón, el lateral aguantó la pelota, encaró al arco de Bertoli y definió magistralmente con la zurda para poner el 1-0 para el conjunto azul y oro.

Impulsado por la apertura del marcador, Boca empezó a desbordar y desequilibrar más y más, pero Patronato no iba a darse por vencido y redobló los esfuerzos al ataque. El partido se estancó en la mitad de la cancha. Al minuto 22, una polémica infracción de Pablo Pérez debería haber sido la segunda expulsión del partido, pero, nuevamente, el jugador de Boca recibió la cartulina amarilla. La defensa del local flanqueaba con cada ataque de Boca. Primero Pavón, luego Benedetto, ninguno fue capaz de estirar la diferencia y poner el segundo gol en el marcador. Faltando diez minutos para el fin del encuentro, el colombiano Frank Fabra desbordó por izquierda con la pelota dominada, levantó la cabeza y habilitó a Benedetto, que simplemente la empujó debajo de la línea de gol y puso el 2-0 para Boca.

Los últimos minutos del partido transcurrieron sin emociones, con un Boca dominando la pelota y el juego, buscando espacios y con mucho ‘tiki-taka’. Patronato buscó el descuento, para redondear el marcador, pero Boca se defendió bien y no se desorganizó defensivamente.

Merecida victoria del puntero del campeonato, que ganó los seis partidos que jugó y que se da el lujo de mirar al resto de los equipos del torneo desde bien arriba.

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Sobre el autor
Federico Guiance
Estudiante de periodismo en la UCES y redactor en VAVEL España. Apasionado del fútbol europeo.